*Una herida que no cierra y que ya tiene 7 años provocando dolor. Lo esperado, lo inexplicable, lo irresponsable. Un fallo altamente cuestionado, un dolor irreparable, es lo que nos queda de saldo.
Un 14 de Junio, casi 50 mineros lograron salir del infierno. Pero 14 hombres quedaron presos de una trampa mortal. El minero Odilón Vedia junto con 13 hombres murieron en el interior de la mina de carbón quedando atrapados entre el fuego y los gases mortales en la peor tragedia de Río Turbio.
Los Vedia habían llegado desde Salta; padre e hijo trabajaban en la mina y se tenían el uno para el otro. Fue otra de las familias rotas por la tragedia. Se sabe que fue una tragedia anunciada por la falta de inversiones en el yacimiento entre 1994 y 2004 -primero, durante una concesión al empresario Sergio Taselli, y los dos últimos, en poder del gobierno nacional- existía un estado de gran precariedad, según informes técnicos y las reiteradas denuncias del gremio de la época. Casi 1000 personas trabajaban allí.
Las muertes de los trabajadores no fueron obra del destino, de la fatalidad ni de la casualidad, fue obra de la desidia, la insensibilidad, la falta de prevención y mantenimiento, la desatención de seguridad e higiene, la falta de capacitación y la desinversión crónica.
Estos hechos prepararon el terreno para la mayor tragedia laboral y minera del país.
EL FALLO POLÉMICO Y EL DESCONTENTO DE TODOS
Se dice que la agonía fue rápida para los hombres del tercer turno que quedaron atrapados a 1000 metros de la entrada de la mina.
Sin embargo, la investigación fue lenta y, según el fallo dado a conocer ahora por el juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño, le faltó información para dar una sentencia completa. Por un lado el juez sobreseyó a los tres mineros imputados y vinculados a las áreas de seguridad, mientras procesó sin prisión preventiva al ex interventor Esteban Loncaric y al entonces jefe de seguridad Eduardo Shabner, por estrago culposo. Sólo Fermín Guernica, jefe de seguridad de turno, fue procesado por homicidio culposo.
Ni a los familiares de los mineros fallecidos ni a los abogados querellantes les cayó bien el fallo, y piden que se cambie la carátula por “doloso”, ya que, como está, se exime de prisión a los responsables. Apelarán ante la Cámara de Comodoro Rivadavia para que también sean incluidos otros implicados a los que consideran responsables del hecho.
EL PEDIDO A LOS MINEROS, Y LOS RESPONSABLES
Los trabajadores denunciaron infinidades de veces las irregularidades en nuestra empresa; antes de la tragedia se desarrollaron 8 años de concesión privada sin control , que contaron con el aval de distintos gobiernos de turno, nacionales, provinciales y locales. En su momento éstos permitieron que se destruyera la parte operativa, las normas de seguridad para que este empresario obtuviera ganancia al más bajo costo.
El gremio que agrupa a los mineros (ATE) aseguró que seguirá exigiendo justicia, verdad y castigo a los verdaderos culpables del episodio. Pero no dan nombres…..
CRONOGRAMA DE LOS ACTOS EN HOMENAJE
En homenaje al séptimo aniversario de las desapariciones físicas de los 14 compañeros mineros de aquella fatídica tragedia del 14 de junio del 2004, los familiares invitan a las actividades previstas en pedido de justicia.
14 de junio del 2011:
00 horas: Encendida de antorchas rotonda ingreso a la localidad de 28 de Noviembre
10,30 horas: Misa parroquia María Auxiliadora de la localidad de 28 de Noviembre. Posteriormente se realizará una ofrenda floral por parte de los familiares en la rotonda de la localidad de 28 de Noviembre. Luego se llevará a cabo el traslado a Mina 5 donde se efectuará un responso, el Acto Oficial con la presencia de las distintas autoridades de la Cuenca Carbonífera y familiares. Se presentará el Monumento al Minero de la localidad de Río Turbio.
13 horas (aproximadamente): Se realizará una misa en la parroquia Santa María de la Paz de Río Turbio. Al finalizar la misa se trasladarán en caravana al cementerio local donde se realizará también una ofrenda floral y palabras del cura párroco.
*Publicado en Patagonia Nexo
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