domingo, 22 de noviembre de 2015

En todos estos años… (Par de PERONISTAS J.B.)



En todos estos años nunca vi a ningún político opositor, ni a ningún opositor amateur, quejarse por las cosas en las que realmente fallamos. Por ejemplo, no tuvimos una política de democratización gremial real. Los sindicatos y los gremios tendrían que ser una herramienta para que los trabajadores tengan acceso a trabajo digno y en blanco. No remodelamos el estado ni las metodologías banco mundialistas con las que nos relacionamos con el pueblo. El capital inicial, por ejemplo, sigue siendo el escollo más grande a la hora de emprender una actividad. También es una calamidad el sistema impositivo mil veces emparchado, el IVA al 21%, la ininteligibilidad general de todo el asunto, las rentas que aún faltan grabar, las herencias, las minas; los hidrocarburos, la pesca  etc. Faltan adecuadas leyes antimonopolio, falta más y mejor integración regional (a nivel político ha sido estupendo, pero faltan todavía a nivel económico y legal todo un trecho bien largo). Los veo quejarse de tonteras, indignarse por lo que no se han tomado el trabajo de analizar, gritar cada vez que creen que una política pública se hizo exclusivamente para perjudicarlos. Pero lo que más me aterra, es que he oído a muy pocos de los propios hacer planteos similares. Debo reconocer que muchos estaban demasiado ocupados apagando incendios y corriendo de un lado a otro. Pero para la próxima, será necesario darnos tiempos para plenarios, para escucharnos y ver también qué nos falta. Para alcanzar en base a esos acuerdos, la unidad de las bases. Para que manden las propuestas, para actualizar la doctrina, para no tener que volver a ver a compañeros votando contra sus propios intereses, cegados por globos y cotillón de 15.

Nadie que se ha emocionado hasta las lágrimas, escuchando y viendo a Perón y Evita puede ser indiferente y distante. Somos así. Dejemos de lado a los especuladores, a los mercaderes de ideas, olvidemos a los desleales consuetudinarios. Estos no sirvieron nunca, sólo aparecen para beneficiarse económicamente. Cuando hablamos de peronismo, hablamos de compromiso, de generosidad, de ser solidario, de lealtad a la causa y el proyecto que nos dio origen e identidad nacional. Hablamos de que salimos del pueblo que el peronismo parió con dolor y con alegrías supremas. Nos referimos al placer y la emoción, de encontrar un compañero en cualquier rincón de la vida. Nada es más noble que militancia peronista. Nada es comparable a la alegría de los pueblos peronista. Por eso apelamos al amor y a la igualdad. En caliente, ganadores y perdedores de minúsculas batallas, debemos unirnos para los verdaderos desafíos que nos dieron identidad fundacional. Somos orgullosos cabecitas negras, el hecho maldito de las minorías oligárquicas. Queremos una sociedad justa, libre y soberana. Unidos lograremos la felicidad de nuestro pueblo y la realización de nuestros mejores sueños. Somos peronistas, todo lo demás, poco importa.

 El cambio está en nuestras acciones, no en dichos y proyectos individuales y egoístas.
 'Si la historia es una serie de instantes decisivos, no cabe duda de que el futuro depende de los hechos que estamos presenciando'. - Juan Domingo Perón –
“No hay tiempos mejores ni peores seamos nosotros mejores y los tiempos lo serán” – San Agustín –

PERONISTA

lunes, 9 de noviembre de 2015

Un poco de crisis …(¿?)






Nuestra época se caracteriza por la competencia y no por la cooperación. Es una lucha entre el individualismo y lo comunitario. Esta batalla entre el Yo y el “nosotros” está marcando la pauta de la sociedad contemporánea, con sus lamentables secuelas de estrés incomunicación y desintegración familiar. Lo más grave es que no solo se practica la competencia en forma indiscriminada y en todos los planos, sino que se fomenta como valor incuestionable. A los dos o tres años, los niños ya deben empezar a competir para ingresar a la educación preescolar. Si es publica o si es privada, es el primer dilema, entre pobres y pobres con plata (neo clase media).Los adolescentes se ven obligados a tener éxito en algún deporte competitivo, y ellas, en su apariencia y destrezas de seducción. Al terminar el colegio, los jóvenes tienen que luchar por ingresar a una universidad para obtener un título profesional, ojala en una carrera de prestigio. Todo esto, para luego seguir compitiendo en forma indefinida por conseguir el mejor empleo, él mejor salario, el mejor auto, la mejor casa, el mejor quincho, el mejor celular, el TV más grande (1,80 cm.) y así sucesivamente, hasta llegar a la mejor sepultura (con cajón de madera más cara que el de sus muebles) en el mejor cementerio (si es posible privado). En esta forma, la vida se va transformando en un enfrentamiento continuo, porque al competir transformamos a los demás en adversarios o enemigos. La base de la competencia es la comparación con los  otros, y la meta, es ganar, de manera que en esta contienda, solo importan los resultados. En el mundo de la política por ejemplo, se refleja esta obsesión por el poder. Al igual que en tiempos de la monarquía, se establecen todo tipo de pactos y de alianzas para alcanzarlo y conservarlo, aun a costa del engaño o la traición. A veces da la impresión que ni siquiera saben para que quieren ese poder, lo importante es llegar arriba para ser vistos superiores y poder controlar la vida de los demás (sentirse omnipotentes). Lo mismo ocurre en el ámbito de los negocios donde la competencia puede llegar a ser despiadada. Las grandes empresas absorben o destruyen a las más pequeñas  y vemos como las concentraciones de capital han creado enormes desequilibrios en las estructuras que sostienen la vida en nuestro país (Anónima  etc.). Este fenómeno al  igual que la epidemia, se ha propagado a nivel mundial, creando un sistema de relaciones enfermas a micro y macro nivel (ahora Macri) No debemos, por tanto, extrañarnos que existan grandes cantidades de estrés y muy poca compasión y solidaridad. (…) “El fin del milenio se produciría un colapso de nuestra estructura social, gatillado por una crisis económica mundial y por conflictos bélicos de graves consecuencias para la humanidad. Esto sería consecuencia  de haber construido una civilización sobre bases tan débiles y equivocadas.” (…)
De acuerdo con la teoría del caos, después de la destrucción  viene la regeneración, y probablemente por eso, es necesaria una gran crisis para que nuestro país  pueda renacer .Ya se perciben algunos indicios de que el mundo del futuro será más adecuado para la vida humana. El fenómeno de la globalización ha hecho entender a las naciones que cada acción trae aparejada una reacción que nos involucra a todos; por lo cual ya no es posible concebir soluciones aisladas para enfrentar los problemas, sean del área económica, del medio ambiente, de la informática o de la conducta social. Este nuevo enfoque puede producir un gran cambio social, en el sentido de poner de manifiesto que la co operación (operación en conjunto) da mejores resultados que la división y la confrontación.
Poco a poco se está haciendo evidente que el mundo no empieza ni termina en cada uno de nosotros y que la humanidad es como una gran cadena, en la cual cada eslabón es importante, necesario y único. Todo organismo, individual o social, puede y debe desarrollarse en plenitud para aportar lo mejor de sí a la comunidad. Es importante que cada uno haga su aporte, sin obstáculos, sin reproches, sin egoísmos Afortunadamente se está popularizando la idea de que las fuerzas tienen que unirse en lugar de enfrentarse y anularse. Hace mucho tiempo que Platón lo decía… “buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro”.
No podemos continuar viviendo como si la separación y la oposición fueran inevitables. Es necesario divulgar lo que en el fondo todos sabemos; “que la unión hace la fuerza” y “que si entre hermanos se pelean los devoran los de afuera “Pero no basta con las declaraciones de principios, ha llegado el tiempo de respaldar con hechos aquellos valores en los que decimos creer. Cuando Aldous Huxley afirmaba que: “saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera es más duro”, conocía la enorme distancia que hay entre las palabras y la acción .La mejor manera es asumir cada uno su responsabilidad, sin esperar que cambie el gobierno o las leyes, pues eso podría demorar mucho y quizás no tengamos tanto tiempo. El momento de actuar es ahora, lo que cuenta no es lo que pensamos o decimos, sino lo que expresamos a través de nuestros actos y la intención que hay detrás de ellos. Si analizamos con sinceridad completa que es lo que hacemos en la vida, lo que elegimos y lo que rechazamos, que ocupa nuestra energía y nuestro tiempo, y que es lo que postergamos; veremos con claridad cuál es nuestra escala de valores. Es indispensable enfrentar nuestras contradicciones para poder encontrar soluciones y rectificar el camino, dirigiéndonos hacia donde verdaderamente queremos ir. La meta la compartimos, que es el objetivo de la vida misma es “ser lo que somos” y realizar eso que somos en cada cosa, en cada acto, en cada momento No tiene ninguna trascendencia la comparación con los demás, solo tiene valor el progreso que alcanzamos en relación a nosotros mismos.
A menudo lo más simple parece ser lo más difícil, porque vivimos en medio de la complejidad que creamos y que nos crea la sociedad en que estamos insertos. Hay que ser muy valiente para salirse de ella, porque ser disidente implica salirse del juego que está jugando la mayoría, y en consecuencia, significa enfrentarse al peligro de la soledad, la descalificación, la marginalidad y la crítica despiadada de los que están en el juego todavía.
Este problema nos concierne a todos: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ricos y pobres, negros y blancos, liberales y conservadores, creyentes y agnósticos. Ser persona es vivir en conciencia y plenitud lo que cada uno es en esencia, en su poder más profundo. Es desarrollar todas las capacidades y manifestar en acciones concretas lo que se es por naturaleza.
Nuestra próxima etapa de evolución triunfara la cooperación por sobre el egoísmo en todos los planos, en el próximo milenio Dios quiera que el bien común llegue a ser tan importante como el individual. Que  no habrá lucha de inferiores con superiores, sino un reconocimiento  de las diferencias como fuerzas complementarias. Y eso traerá por fin la paz al país y al mundo.

(Basado en “Vivir como persona”, Dario Lostado”)

jueves, 5 de noviembre de 2015

"La desestabilización en Venezuela sigue el patrón de Chile en 1972"

Entrevista con el periodista francés Maurice Lemoine
"La desestabilización en Venezuela sigue el patrón de Chile en 1972"

El Telegráfo


Usted ha investigado los golpes de Estado en América Latina y considera que hay algunas similitudes con lo que hoy ocurre en los países con gobiernos progresistas. ¿Cuarenta años después cuáles son esas coincidencias?
Estuve presente en Caracas el 11 de abril de 2002 cuando hubo el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez, en puntos clave como el puente Llaguno y fui el primero en explicar lo que pasó realmente con fotografías. También estuve en Bolivia en 2008 cuando hubo el intento de desestabilizar al gobierno de Evo Morales y conozco bien el caso de Honduras con Manuel Zelaya, así como el caso de Ecuador. Por eso quise escribir un libro sobre los “golpes light” (Los hijos ocultos del general Pinochet, Quito, 2015), pero pensé que para explicar las diferencias con los golpes de los años 60 y 70 debía estudiarlos y eso me permitió hallar diferencias en la manera de proceder así como las similitudes. Si analizamos lo que está pasando en Venezuela, la desestabilización económica tiene exactamente el mismo patrón de lo que ocurrió en Chile en 1972.
¿Desprestigiar la imagen del Gobierno es parte del proceso?
Sí, empiezan por desprestigiar la imagen y luego crean la zozobra económica. Lo vimos el año pasado cuando de repente los medios de comunicación difundieron en el mundo entero que ya no había papel higiénico en Venezuela. Uno se pregunta cómo de un día para otro no hay papel higiénico, pero es una campaña que da risa a todo el mundo y refleja un caos total. En 1972 tampoco había papel higiénico en Chile por las mismas razones y lo que ocurre es muy sencillo, buscan fastidiar a la gente. Hoy en día en Venezuela se necesitan 4 horas para hacer las compras porque en los supermercados ya no hay arroz, no hay harina... y hay que buscar por todos lados porque los empresarios ya no ponen los productos en las perchas sino que las pasan a pequeños vendedores en las calles que los ofrecen a precios 3 o 4 veces superiores, así se crea desabastecimiento y el cansancio de la población, además de la inflación. Con eso consigues que en las próximas elecciones la gente diga: “si seguimos botando por Nicolás Maduro esta situación va a seguir”, entonces debilitas al Gobierno. El mismo sabotaje se aplicó en Chile en 1973 cuando organizaron la huelga de los camioneros, que en un país de 4.000 km de largo fue terrible. Hallar patrones comunes a 30 y 40 años de distancia permite pensar que no es casualidad sino técnicas ya conocidas por quienes las emplean y permite afirmar que son golpes de Estado. La única diferencia es que ya no es militar como ocurrió con Pinochet sino que hoy son más prudentes y astutos. En Honduras 2009 un comando militar sacó a Zelaya de su casa, lo expulsaron a Costa Rica y devolvieron el poder a los civiles; en Venezuela 2002 un grupo de militares secuestró a Chávez, lo trasladó a la isla de la Orchila y devolvieron el poder a los civiles.
 ¿Al devolver el poder a los civiles se legitima un golpe del Estado?
Al pasar el poder de un civil a otro se podrá argumentar que el Presidente era malo, que violó la Constitución y que se trata de un proceso de transición, pero finalmente es un golpe de Estado. La meta es engañar a la comunidad internacional, aunque no lo consigan con los propios habitantes. En Quito la ciudadanía sabe lo que ocurrió el 30 de septiembre de 2010 (30-S), aunque algunos niegan que fuera un intento de golpe.
Los activistas extranjeros que participaron en ELAP 2015, en septiembre en Quito, dijeron que el 30-S las cadenas mediáticas informaron que en Ecuador había una revuelta popular mas no una sublevación policial. ¿Qué recuerda usted sobre ese día?
Los periodistas de derecha saben que la información debe tener una dosis de veracidad para legitimar una mentira. Lo que destacaron los medios internacionales fue la imprudencia del Presidente al ir al Regimiento Quito y le imputaron la responsabilidad del hecho por una supuesta reivindicación salarial de los policías. Además Ecuador tiene la particularidad de tener indígenas y las movilizaciones que protagonizaron en agosto de este año fue expuesto afuera como “Los indígenas en contra de Rafael Correa”, sin precisar que fue una fracción indígena, que —como dice Correa— en procesos electorales no alcanzan ni siquiera el 3% de los votos. En Europa tenemos una visión romántica de los indígenas, además de un sentimiento de culpabilidad por la conquista y el etnocidio, entonces por definición el indígena es bueno y se desconoce que también hay indígenas de derecha, progresistas, conservadores, etc. Este es un factor clave para tratar los temas de Ecuador y Bolivia, pero si hablamos de Venezuela se referirán a la sociedad civil y no a la derecha y extrema derecha.
¿La estrategia de la derecha en América Latina es ‘conmover’ a la comunidad internacional?
Un lector europeo que vea: “La sociedad civil protesta contra las medidas del presidente Nicolás Maduro” se sentirá identificado. En 2014 se decía que en Venezuela los estudiantes protestaban contra Maduro, pero no se aclaró que eran estudiantes de ultraderecha y calificaron a Maduro de dictador.
Y la rapidez con que esas noticias se propagan acentúa el desprestigio de un gobierno...
Los medios de comunicación no organizan un golpe de Estado, pero preparan a la opinión pública internacional para aceptarlo en cualquier momento. En Francia desde hace 15 años sostienen que Chávez fue un dictador y que Maduro también lo es, y dicen lo mismo del presidente Rafael Correa. Pero lo único que ha  cambiado es que nació Unasur y Celac, los instrumentos que les permiten resistir a esa arremetida de la derecha. Pero hay que destacar que la llamada “comunidad internacional” en realidad no sirve porque solo involucra a Estados Unidos y a la Unión Europea cuando el mundo es más amplio. Cuando el presidente Barack Obama emitió el decreto que consideraba a Venezuela una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, este fue rechazado por la Alaba, la Unasur, Celac, el G77+China y el Movimiento de los No Alineados, es decir, por las 2/3 partes de los miembros de la ONU. Entonces los africanos, asiáticos y latinoamericanos no hacen parte de la “comunidad internacional”.
En ese juego entran las cadenas internacionales de noticias...
Con el internet notamos que la información es tan fácil como “copiar y pegar”. En Europa hay un fenómeno, un diario da la línea y es El País de España. Por razones históricas España ha estado cerca de Latinoamérica, entonces los europeos consideran que ellos conocen mejor a la región, pese a que hoy El País es vocero de las multinacionales españolas y el periódico más hostil con la izquierda de América Latina. Además es accionista de Caracol de Colombia y Le Monde en Francia, eso explica cómo funciona la información.
¿Las ONG defensoras de la libertad de expresión cierran ese círculo?
Soy periodista y defiendo ferozmente la libertad de expresión, al mismo tiempo el derecho a la información. Ahí los latinos han avanzado con respecto a Europa al trabajar en una regulación del espectro mediático donde los bancos no puedan invertir, lo que es positivo, así como destinar una tercera parte del espectro a medios comunitarios. Los medios privados atacan a los países con “leyes mordazas” porque “no hay libertad de expresión”, pero cuando vengo al Ecuador leo todos los diarios y veo noticieros, entonces si eso no es libertad de expresión, ¿qué es? Las ONG como Fundamedios, Reporteros Sin Fronteras (RSF) o la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cierran ese círculo. Le Monde Diplomatique denunció que RSF es financiado por la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la ultraderecha cubana de Miami y fuimos atacados por eso. Hoy sabemos también que en 2014 la NED entregó más de $ 1 millón a la oposición ecuatoriana y más de $ 2 millones a la oposición venezolana, el año de las guarimbas.

Fuente: http://www.telegrafo.com.ec/politica/item/la-desestabilizacion-en-venezuela-sigue-el-patron-de-chile-en-1972.html
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.