sábado, 29 de junio de 2024

Escrito por Juan Domingo Perón.


GOBERNAR ES PERSUADIR

Señores: Tengo el inmenso placer de volver a ver a todos los compañeros que ahora tienen la responsabilidad del gobierno en nuestras provincias. Le he pedido especialmente al señor Presidente que me permitiera poder conversar con ustedes, aunque sea unos breves momentos, porque todavía los médicos no me dejan charlar mucho, diremos así. Sin embargo, yo quisiera por lo menos expresar algunas de las ideas que comenzarán a caracterizar nuestra actividad partidaria, porque el Movimiento Peronista necesita de una organización después de dieciocho años en que hemos tenido que sostener una lucha difícil y enconada, en todas partes y en toda circunstancia.

    Hay un viejo principio de la lucha que establece: "Separarse para vivir, y unirse para combatir". Nosotros, durante estos años, no hemos hecho una dirección política, sino una lucha política. Esa lucha política ha impuesto la necesidad de una conducción centralizada, que es por antonomasia la forma de la conducción.

    Pero la lucha ha finalizado por lo menos en su aspecto fundamental. Esa lucha enconada, difícil, violenta en algunas circunstancias, ya ha terminado; y comienza una lucha más bien mancomunada, de todas las fuerzas políticas en defensa de ñps intereses y de los objetivos nacionales.

INSTITUCIONALIZAR EL MOVIMIENTO

    Nosotros somos, por decisión popular, quienes tenemos la responsabilidad de la dirección; y en consecuencia la tiene nuestro Movimiento, que es el que realmente ha triunfado, no tanto en base a la lucha y a todas esas circunstancias, sino a haber procedido dentro de la verdad y defendiendo una razón que, a la larga, es siempre la que triunfa. Y tenemos una grave responsabilidad, que no puede ser de un hombre ni de unos pocos hombres, sino de todo el Movimiento Justicialista, en todo el país, para lo cual creo yo que es indispensable que comencemos por institucionalizarlo; institucionalizarlo con tada seriedad y con toda decisión.

    Desde que caímos en 1955 he pensado en tratar de institucionalizar el Movimiento; pero no era una cosa fácil, debiendo sostener simultáneamente una lucha que imponía, precisamente, una conducción centralizada.

    Pero las circunstancias actuales nos permitirán ir transformando ese gran Movimiento, hasta ahora absolutamente gregario, en una verdadera institución política, que no solamente se ocupe de la lucha política, sino, también, de la cultura política que nuestro país necesita.

 

CULTURA POLÍTICA

    Nosotros somos un país politizado, pero sin cultura política.

    Y todas las cosas que nos están ocurriendo, aun dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen, precisamente, a esa falta de cultura política. Nuestra función dentro del Movimiento no es ya, solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos trabajado mucho, y eso ha traído la politización-, sino de ir cultivando las formas que lleven nuestro Movimiento al más alto grado de cultura política, lo que será un bien inmenso para el país, no sólo por lo que representa para el Movimiento Justicialista, sino porque inducirá a las demás fuerzas políticas a que también adquieran ese grado de cultura política.

 

DEMOCRACIA INTEGRADA

   La política, hoy, ya no son dos trincheras en cada una de las cuales está uno armado para pelear con el otro. Este mundo moderno ha creado necesidades, y los pueblos no se pueden dar el lujo ya de politiquear. Esos tiempos han pasado; vienen épocas de democracias integradas en las que todos luchan con un objetivo común, manteniendo su individualidad, sus ideas, sus doctrinas y sus ideologías, pero todos trabajando para un fin común. Ya nadie puede tratar de hacer una oposición sistemática y negativa, porque los países no pueden ya aguantar una actitud política semejante; uno ve cómo en el mundo entero esto ya está entrando.

 

    Nosotros quizá hayamos tenido la última lucha dura y difícil en estos dieciocho años; pero se inicia para nosotros una nueva etapa, en la cual una organización y una elevación del nivel cultural político de nuestras masas nos facilitarán todos los trabajos y todos los esfuerzos que deberemos realizar. Por esa razón hemos dispuesto que se comience a estructurar el Movimiento Peronista como institución. Yo ya dejaré de ser el factótum, porque ya no es necesario que haya factótums. Ahora es necesario que haya organizaciones; crear un Consejo Superior, que será el verdadero encargado de la dirección y de la conducción del Movimiento Peronista.

 

   Ese Consejo Superior será realmente representativo. Ya no seguiremos con el procedimiento del dedo, porque eso no va a ser eficaz. Ahora tenemos que empezar con el procedimiento del voto que haga verdaderamente representativo el instrumento que ha de manejar, dirigir y conducir el Movimiento Peronista.

 

   Ya hemos designado una comisión para encargarse de estructurar esa organización, y se construirá en breve tiempo el Consejo Superior Peronista, con su mesa ejecutiva, que será la encargada de dirigir y conducir el Movimiento. Si conseguimos que ese instrumento sea realmente representativo, habremos dado un gran paso en la institucionalización.

 

LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO

   Hay que recordar, señores, que mientras los movimientos gregarios mueren con su inventor, los movimientos institucionales siguen viviendo aun cuando desaparezcan todos los que lo han erigido. Porque el hombre no vence al tiempo; la organización es lo único que puede vencerlo.

 

   Yo ya estoy viejo, y el hecho de que se acerque mi final nos debe hacer pensar en que es necesario que este Movimiento se institucionalice para que pueda continuar en el tiempo y en el espacio, aun prescindiendo de mí. Y desde este momento debe comenzar a prescindir de mí, para que sea manejado por los peronistas que los propios peronistas designen.

 

   Esto es lo primero que quería decirles, para que cada uno de los señores gobernadores pueda llevar a su provincia este concepto; y si lo hacemos integralmente en todo el país, en poco tiempo habremos conseguido la institucionalización de nuestro Movimiento.

 

    Este es el momento preciso para hacerlo. Y creo que desde aquí comenzaremos a accionar en el orden de la conducción de conjunto, para que cada una de las partes (y cada provincia es una) pueda cooperar con esta institucionalización que nos dará a nosotros una seguridad de prolongación en el tiempo y en el espacio.

 

PONERNOS TODOS A TRABAJAR

   Otro asunto que cabría también decirles a los gobernantes está referido, a nuestra acción, la acción gubernamental que afortunadamente se ha iniciado en forma constructiva. Estos primeros sesenta y tantos días de gobierno en todas partes han permitido ponernos en claro sobre lo que está sucediendo y lo que ha sucedido en el país. Es el primer paso: desatar el paquete, para ver lo que ese paquete contiene. Estos sesenta días han sido suficientes para que todos nos demos cuenta de cuál es la situación del país. Y pensamos que en esta situación el país podrá salir adelante si todos los argentinos se ponen a trabajar para conseguirlo.

 

    Creo que el momento es extraordinariamente importante para que consigamos esta acción que será decisivamente definitiva para el país.

 

    Yo he estado en Europa en la época de la reconstrucción, y he visto en cada uno de los países que he podido visitar y conversar con la gente, el esfuerzo que ha realizado y el gran espíritu de unidad con que unos y otros, tanto los conservadores como los comunistas, se han puesto a trabajar todos para reconstruir su país. A ninguno se le ha ocurrido hacer un tipo de política opositora y cerrada. Es decir, se ha llegado por obra de las circunstancias a formar una democracia integrada en la que cada uno es parte de un gran organismo que trabaja con un solo objetivo: reconstruir el país.

 

    Nosotros salimos de una guerra civil, desembozada o no, pero guerra civil, en la que se ha destruido en el país todo lo que pudo destruirse, comenzando por destruir al argentino, que es la más terrible de todas las destrucciones que pudieran haberse realizado.

 

DESVIACIONES IDEOLÓGICAS

    La delincuencia juvenil que ha florecido de una manera espectacular en el país, es uno de los índices más claros de lo que se hizo en la destrucción del hombre.

 

    Los procedimientos administrativos, con todas las deformaciones que los señores gobernadores han de haber encontrado en cada una de las provincias, indican otro sector de la descomposición.

 

    Las desviaciones ideológicas y el florecimiento de la ultraizquierda, que ya no se tolera ni en la ultraizquierda. Yo he visitado a los países detrás de la cortina, y ya la ultraizquierda ha muerto. Esta ultraizquierda aun para los países comunistas es un material de exportación, pero no de importación.

 

    Todo esto indica el proceso de descomposición del hombre, que es lo más grave que pueda haber ocurrido en el país. No hablemos de las demás cosas que sabemos bien, y que saben ustedes mejor que yo cómo han sido destruidas en todas partes. Porque la destrucción aquí ha comenzado por lo más grave que puede producirse: la destrucción del Hombre; ha seguido por lo más grave que pueda haber después de eso, que es la destrucción del Estado. Es el Estado que se ha destruido; son sus instituciones las que han sido atacadas en sus basamentos. Por eso debe darse principio a la reconstrucción, porque en la reconstrucción hay que seguir probablemente el sistema inverso de la destrucción.

 

    La destrucción, en las instituciones como en los pueblos, comienza por la cabeza, como sucede con el pescado, éste empieza a pudrirse por la cabeza.

 

    Nosotros debemos buscar esos factores en cada uno de los estamentos que manejamos y que gobernamos, para ir reconstruyendo eso, y dedicar a la cultura y a la educación el más grande sector que podamos, porque es allí donde vamos a incidir sobre la reconstrucción del hombre, que es la más importante. La cultura y la educación deben tener en nuestro país un rasgo prominente en la acción que desempeñemos.

 

TENEMOS UNA JUVENTUD MARAVILLOSA

    Tenemos que educar a un pueblo que está mal encaminado, y debemos encaminar una juventud que está, por lo menos, cuestionada en algunos graves sectores. Lo que ocurrió en Ezeiza es como para cuestionar ya a la juventud que actuó en ese momento. Esa juventud está cuestionada. Tenemos una juventud maravillosa, ¡pero cuidado con que ella pueda tomar un camino equivocado! Y ésa es obligación nuestra, ésa es tarea nuestra.

 

    No se trata de limitar las aspiraciones ni los pensamientos del hombre. Se trata de educar al hombre, y de darle el sentido de equilibrio sin el cual nosotros no iremos a ninguna parte.

 

    Tenemos que volver a la Grecia de Pericles, donde en cada frontispicio había una leyenda que decía: Todo en su medida y armoniosamente. Nosotros somos un movimiento de izquierda. Pero la izquierda que propugnamos es una izquierda justicialista por sobre todas las cosas; no es una izquierda comunista ni anárquica. Es un izquierda justicialista que quiere realizar una comunidad dentro de la cual cada argentino tenga la posibilidad de realizarse; no más allá.

 

    Nosotros hemos visto fracasar al capitalismo individualista, pero hemos visto también fracasar al capitalismo estatal. Ellos han sido ya perimidos por la evolución; y no sólo aquí: lo mismo en Budapest o en cualquier parte. No vayamos sobre lo que nosotros venimos sosteniendo desde hace treinta años y que es lo que le ha dado el éxito actual al Movimiento Justicialista.

 

    Ahora sí, seamos capaces de realizarlo todo en su medida y armoniosamente. Tenemos un ejemplo en nuestro propio proceder. En los dos gobiernos justicialistas anteriores, nos apresuramos un poco y creamos una oposición, justificada o no, pero oposición que al final dio en tierra con nosotros. No lo habíamos hecho todo en su medida y armoniosamente.

 

LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES

    La autocrítica es indispensable en cada una de estas circunstancias. Ahora hay muchos gorilas que dicen: "Ahora estamos de acuerdo, hemos aprendido". Ellos también estaban equivocados. Ellos, por retardatarios; nosotros, por apresurados. En el futuro, lo que tenemos que hacer es terminar en el país tanto con los apresurados como con los retardatarios, y hacerlo todo en su medida y armoniosamente.

 

    Esto es lo que impone el gobierno de nuestros días, y el Justicialismo de nuestros tiempos. Somos revolucionarios, porque vamos a los cambios estructurales que hagan más felices a los argentinos y más próspera y más grande nuestra Patria.

 

    Lo que hagamos en su medida y armoniosamente será lo constructivo. Lo que quisiéramos hacer violenta, apresurada o retardatariamente, no es el camino que debemos elegir. Yo creo que gobernar en estos tiempos y en esta Argentina no es dificil, a pesar del caos que nos han dejado.

 

    No es difícil, si llamamos a todos los hombres de buena voluntad que, como argentinos, quieran luchar por la grandeza de nuestra tierra y por la felicidad de nuestro pueblo. Yo creo que en ningún corazón bien intencionado pueden estar ausentes estas premisas, que son las premisas de todos los tiempos.

 

    Señores: yo no quiero seguir abundando en otras consideraciones. Creo que estos dos asuntos a que me he referido son los fundamentales.

 

SER ESCLAVOS DE LA LEY

    Estoy empeñado en una tarea política: llamar a todos los políticos, cualquiera sea su ideología y cualquiera su orientación, para que se pongan en esta obra, que será la tarea común. He hablado ya con los que han sido nuestros compañeros de lucha en el Frente Justicialista de Liberación; he conversado con el doctor Balbín; voy a hablar mañana con quienes formaron entonces La Hora del Pueblo; y después lo haré con nuestros opositores finales, cualquiera que sea su ideología.

 

    Incluso con el Partido Comunista, que si se coloca dentro de la ley y acciona dentro de la ley, será amparado y defendido por nosotros. Pero dentro de la ley. Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darle con todo.

 

    No admitimos la guerrilla, porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos comunistas que en otros países han visto que dentro de la ley iban a su destrucción, han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse. Porque la única manera de no ser esclavos, es ser esclavos de la ley; y eso nosotros tendremos que imponerlo, de cualquier manera.

 

    Yo conozco el origen de todo esto. He estado en París, precisamente en las barricadas, y he conversado y participado con mucha gente que estuvo allí; y que estuvo para eso, para las barricadas. Y sé bien cuáles son los procedimientos que quieren poner en marcha, y que se han puesto en marcha en eso que llamaron Segunda Revolución Francesa, el 30 y 31 de julio de 1968, en París, cuando colocaron en el frontispicio de la Sorbona un gran letrero que decía: "Ustedes son las guerrillas que han de liberarnos de lo que nos quieren vender: la muerte climatizada con el nombre de porvenir. El orden industrial debe desaparecer. El mercado de consumo debe morir de muerte violenta. Buscamos un gobierno que sea capaz de poner la imaginación de por medio". Así rezaba el letrero. Pero la finalidad era formar las guerrillas. Guerrillas que después hemos visto funcionar en todas partes.

 

    Bien: eso es un asunto que la ley no tolera, y que en consecuencia nosotros no podemos tolerar. Nosotros no le ponemos ningún inconveniente, si ese partido político -se llame Comunista, se llame E.R.P. o se llame Mongo Aurelio, cualquiera sea el nombre que tenga- quiere funcionar dentro de la ley, como estamos nosotros. Tampoco le temeríamos fuera de la ley, pero no es lo correcto para un gobierno; ya eso se ha visto funcionar en otras partes, y no es lo correcto. En lo que sea fuera de la ley, es la Justicia y la Policía las que deben entender.

 

GOBERNAR NO ES MANDAR

    Si nosotros podemos persuadir de lo mismo a todos los argentinos, de una o de otra tendencia, creo que cumpliremos una gran acción de gobierno. Gobernar no es mandar; ése es el defecto que cometemos muchas veces los militares, que estamos acostumbrados al mando.

 

    Mandar es obligar, gobernar es persuadir. Y al hombre es mejor persuadirlo que obligarlo. Esa es nuestra tarea: ir persuadiendo a todos los argentinos para que comencemos a patear todos para el mismo arco; es decir, hacia los objetivos de nuestro país y hacia las necesidades de nuestro pueblo.

 

COMPAÑEROS DE MARCHA, NO ADVERSARIOS

    Cuando hayamos alcanzado estos dos grandes objetivos, quizá nos podamos dar el lujo de volver a politiquear. Hasta entonces, hay que trabajar, no hay que politiquear. En esto, yo creo que he conversado con la mayor parte de los hombres representativamente políticos del país, y todos están totalmente de acuerdo con ello. Entonces, comencemos a ser compañeros de marcha, no adversarios.

 

    Los adversarios y los enemigos, ya deben de haber desaparecido en nuestro país. Nosotros hemos aprendido; ellos también deben de haber aprendido. Por eso nuestra acción es de persuasión, no de mando. Debemos renunciar a ese mando para empeñarnos en la persuasión, que será, sin duda alguna, mucho más eficaz para nuestra acción de gobierno.

 

    Creo, señores, a pesar de la situación difícil que hemos encontrado en nuestro país en lo económico, en lo social y en lo político, que la habilidad de los gobiernos que comenzaron el 25 de mayo le han ido ya solucionando, especialmente en el aspecto económico, que era el más difícil.

 

    He escuchado las exposiciones del señor Ministro de Hacienda, y, verdaderamente, yo tengo cierta experiencia, porque he pasado varias veces por estas mismas cosas, y me siento sumamente optimista, porque veo que la acción económica está manejada por hombres que saben negociar y saben comerciar, y ésa es la ciencia de la economía.

 

    Recuerdo siempre que una vez, conversando con Miguel Miranda -que era un hombre que se había formado por sí solo, desde ganar noventa pesos en Bunge y Born hasta tener treinta fábricas-, yo defendía a algunos técnicos que se arrimaban y que él no les llevaba el apunte, no les hacía caso, hasta que un día, enojado, me dijo: "Cállese con esa gente. ¿Usted cree que su esos tipos supieran algo de lo que es la economía, estarían empleados por trescientos cincuenta pesos de suelto? Serían millonarios".

 

    Yo siempre he tenido mucha más fe en los hombre de empresa, que son los que han demostrado fehacientemente que saben hacerlo. El país, como negocio, es un gran negocio individual amplificado, de manera que el que es capaz de manejar un gran negocio, a este otro gran negocio puede también manejarlo. El técnico es necesario, porque siempre hay contralores que ejercitar. La concepción debe estar, en mi concepto, en la cabeza de los que saben concebir los negocios, y la ejecución en los que son capaces de vigilar y manejar una ejecución. Por eso los dos se complementan, el hombre de negocios para concebir, el técnico para ejecutar. Y si nosotros conseguimos unir esas dos cualidades, podemos descansar tranquilos, porque la economía está en buenas manos, como noto que lo está durante el tiempo que se lleva de gobierno en el orden nacional.

 

TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE

    Los demás asuntos se resuelven también por el mismo camino. El orden social se restablecerá cuando, a través de una educación popular, quitemos toda esperanza a los perturbadores y a los infiltrados, y demos el verdadero valor que tiene el aspecto social, llevando a través del Estado y a través de las instituciones de todo orden el concepto de la vida social de los países modernos.

 

    En cuanto a la acción política, creo haberles dado ya mi opinión.

 

    Si nosotros, señores, realizamos todo esto de acuerdo con el viejo apotegma de los griegos: Todo en su medida y armoniosamente, podemos asegurar que el éxito estará de nuestra parte.

 

    Yo pido a Dios todos los días para que este milagro pueda realizarse y para que un día los argentinos puedan agradecérnoslo en la forma en que los pueblos suelen agradecer a los hombres, cuando los hombres no solamente se honran con los cargos, sino que también saben ennoblecer esos cargos. Señores: Tengo el inmenso placer de volver a ver a todos los compañeros que ahora tienen la responsabilidad del gobierno en nuestras provincias. Le he pedido especialmente al señor Presidente que me permitiera poder conversar con ustedes, aunque sea unos breves momentos, porque todavía los médicos no me dejan charlar mucho, diremos así. Sin embargo, yo quisiera por lo menos expresar algunas de las ideas que comenzarán a caracterizar nuestra actividad partidaria, porque el Movimiento Peronista necesita de una organización después de dieciocho años en que hemos tenido que sostener una lucha difícil y enconada, en todas partes y en toda circunstancia.

 

Hay un viejo principio de la lucha que establece: "Separarse para vivir, y unirse para combatir". Nosotros, durante estos años, no hemos hecho una dirección política, sino una lucha política. Esa lucha política ha impuesto la necesidad de una conducción centralizada, que es por antonomasia la forma de la conducción.

 

Pero la lucha ha finalizado por lo menos en su aspecto fundamental. Esa lucha enconada, difícil, violenta en algunas circunstancias, ya ha terminado; y comienza una lucha más bien mancomunada, de todas las fuerzas políticas en defensa de ñps intereses y de los objetivos nacionales.

 

INSTITUCIONALIZAR EL MOVIMIENTO

 

Nosotros somos, por decisión popular, quienes tenemos la responsabilidad de la dirección; y en consecuencia la tiene nuestro Movimiento, que es el que realmente ha triunfado, no tanto en base a la lucha y a todas esas circunstancias, sino a haber procedido dentro de la verdad y defendiendo una razón que, a la larga, es siempre la que triunfa. Y tenemos una grave responsabilidad, que no puede ser de un hombre ni de unos pocos hombres, sino de todo el Movimiento Justicialista, en todo el país, para lo cual creo yo que es indispensable que comencemos por institucionalizarlo; institucionalizarlo con toda seriedad y con toda decisión.

 

Desde que caímos en 1955 he pensado en tratar de institucionalizar el Movimiento; pero no era una cosa fácil, debiendo sostener simultáneamente una lucha que imponía, precisamente, una conducción centralizada.

 

Pero las circunstancias actuales nos permitirán ir transformando ese gran Movimiento, hasta ahora absolutamente gregario, en una verdadera institución política, que no solamente se ocupe de la lucha política, sino, también, de la cultura política que nuestro país necesita.

 

CULTURA POLÍTICA

 

Nosotros somos un país politizado, pero sin cultura política.

 

Y todas las cosas que nos están ocurriendo, aun dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen, precisamente, a esa falta de cultura política. Nuestra función dentro del Movimiento no es ya, solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos trabajado mucho, y eso ha traído la politización-, sino de ir cultivando las formas que lleven nuestro Movimiento al más alto grado de cultura política, lo que será un bien inmenso para el país, no sólo por lo que representa para el Movimiento Justicialista, sino porque inducirá a las demás fuerzas políticas a que también adquieran ese grado de cultura política.

 

DEMOCRACIA INTEGRADA

 

La política, hoy, ya no son dos trincheras en cada una de las cuales está uno armado para pelear con el otro. Este mundo moderno ha creado necesidades, y los pueblos no se pueden dar el lujo ya de politiquear. Esos tiempos han pasado; vienen épocas de democracias integradas en las que todos luchan con un objetivo común, manteniendo su individualidad, sus ideas, sus doctrinas y sus ideologías, pero todos trabajando para un fin común. Ya nadie puede tratar de hacer una oposición sistemática y negativa, porque los países no pueden ya aguantar una actitud política semejante; uno ve cómo en el mundo entero esto ya está entrando.

 

Nosotros quizá hayamos tenido la última lucha dura y difícil en estos dieciocho años; pero se inicia para nosotros una nueva etapa, en la cual una organización y una elevación del nivel cultural político de nuestras masas nos facilitarán todos los trabajos y todos los esfuerzos que deberemos realizar. Por esa razón hemos dispuesto que se comience a estructurar el Movimiento Peronista como institución. Yo ya dejaré de ser el factótum, porque ya no es necesario que haya factótums. Ahora es necesario que haya organizaciones; crear un Consejo Superior, que será el verdadero encargado de la dirección y de la conducción del Movimiento Peronista.

 

Ese Consejo Superior será realmente representativo. Ya no seguiremos con el procedimiento del dedo, porque eso no va a ser eficaz. Ahora tenemos que empezar con el procedimiento del voto que haga verdaderamente representativo el instrumento que ha de manejar, dirigir y conducir el Movimiento Peronista.

 

Ya hemos designado una comisión para encargarse de estructurar esa organización, y se construirá en breve tiempo el Consejo Superior Peronista, con su mesa ejecutiva, que será la encargada de dirigir y conducir el Movimiento. Si conseguimos que ese instrumento sea realmente representativo, habremos dado un gran paso en la institucionalización.

 

LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO

 

Hay que recordar, señores, que mientras los movimientos gregarios mueren con su inventor, los movimientos institucionales siguen viviendo aun cuando desaparezcan todos los que lo han erigido. Porque el hombre no vence al tiempo; la organización es lo único que puede vencerlo.

 

Yo ya estoy viejo, y el hecho de que se acerque mi final nos debe hacer pensar en que es necesario que este Movimiento se institucionalice para que pueda continuar en el tiempo y en el espacio, aun prescindiendo de mí. Y desde este momento debe comenzar a prescindir de mí, para que sea manejado por los peronistas que los propios peronistas designen.

 

Esto es lo primero que quería decirles, para que cada uno de los señores gobernadores pueda llevar a su provincia este concepto; y si lo hacemos integralmente en todo el país, en poco tiempo habremos conseguido la institucionalización de nuestro Movimiento.

 

Este es el momento preciso para hacerlo. Y creo que desde aquí comenzaremos a accionar en el orden de la conducción de conjunto, para que cada una de las partes (y cada provincia es una) pueda cooperar con esta institucionalización que nos dará a nosotros una seguridad de prolongación en el tiempo y en el espacio.

 

PONERNOS TODOS A TRABAJAR

 

Otro asunto que cabría también decirles a los gobernantes está referido, a nuestra acción, la acción gubernamental que afortunadamente se ha iniciado en forma constructiva. Estos primeros sesenta y tantos días de gobierno en todas partes han permitido ponernos en claro sobre lo que está sucediendo y lo que ha sucedido en el país. Es el primer paso: desatar el paquete, para ver lo que ese paquete contiene. Estos sesenta días han sido suficientes para que todos nos demos cuenta de cuál es la situación del país. Y pensamos que en esta situación el país podrá salir adelante si todos los argentinos se ponen a trabajar para conseguirlo.

 

Creo que el momento es extraordinariamente importante para que consigamos esta acción que será decisivamente definitiva para el país.

 

Yo he estado en Europa en la época de la reconstrucción, y he visto en cada uno de los países que he podido visitar y conversar con la gente, el esfuerzo que ha realizado y el gran espíritu de unidad con que unos y otros, tanto los conservadores como los comunistas, se han puesto a trabajar todos para reconstruir su país. A ninguno se le ha ocurrido hacer un tipo de política opositora y cerrada. Es decir, se ha llegado por obra de las circunstancias a formar una democracia integrada en la que cada uno es parte de un gran organismo que trabaja con un solo objetivo: reconstruir el país.

 

Nosotros salimos de una guerra civil, desembozada o no, pero guerra civil, en la que se ha destruido en el país todo lo que pudo destruirse, comenzando por destruir al argentino, que es la más terrible de todas las destrucciones que pudieran haberse realizado.

 

DESVIACIONES IDEOLÓGICAS

 

La delincuencia juvenil que ha florecido de una manera espectacular en el país, es uno de los índices más claros de lo que se hizo en la destrucción del hombre.

 

Los procedimientos administrativos, con todas las deformaciones que los señores gobernadores han de haber encontrado en cada una de las provincias, indican otro sector de la descomposición.

 

Las desviaciones ideológicas y el florecimiento de la ultraizquierda, que ya no se tolera ni en la ultraizquierda. Yo he visitado a los países detrás de la cortina, y ya la ultraizquierda ha muerto. Esta ultraizquierda aun para los países comunistas es un material de exportación, pero no de importación.

 

Todo esto indica el proceso de descomposición del hombre, que es lo más grave que pueda haber ocurrido en el país. No hablemos de las demás cosas que sabemos bien, y que saben ustedes mejor que yo cómo han sido destruidas en todas partes. Porque la destrucción aquí ha comenzado por lo más grave que puede producirse: la destrucción del Hombre; ha seguido por lo más grave que pueda haber después de eso, que es la destrucción del Estado. Es el Estado que se ha destruido; son sus instituciones las que han sido atacadas en sus basamentos. Por eso debe darse principio a la reconstrucción, porque en la reconstrucción hay que seguir probablemente el sistema inverso de la destrucción.

 

La destrucción, en las instituciones como en los pueblos, comienza por la cabeza, como sucede con el pescado, éste empieza a pudrirse por la cabeza.

 

Nosotros debemos buscar esos factores en cada uno de los estamentos que manejamos y que gobernamos, para ir reconstruyendo eso, y dedicar a la cultura y a la educación el más grande sector que podamos, porque es allí donde vamos a incidir sobre la reconstrucción del hombre, que es la más importante. La cultura y la educación deben tener en nuestro país un rasgo prominente en la acción que desempeñemos.

 

TENEMOS UNA JUVENTUD MARAVILLOSA

 

Tenemos que educar a un pueblo que está mal encaminado, y debemos encaminar una juventud que está, por lo menos, cuestionada en algunos graves sectores. Lo que ocurrió en Ezeiza es como para cuestionar ya a la juventud que actuó en ese momento. Esa juventud está cuestionada. Tenemos una juventud maravillosa, ¡pero cuidado con que ella pueda tomar un camino equivocado! Y ésa es obligación nuestra, ésa es tarea nuestra.

 

No se trata de limitar las aspiraciones ni los pensamientos del hombre. Se trata de educar al hombre, y de darle el sentido de equilibrio sin el cual nosotros no iremos a ninguna parte.

 

Tenemos que volver a la Grecia de Pericles, donde en cada frontispicio había una leyenda que decía: Todo en su medida y armoniosamente. Nosotros somos un movimiento de izquierda. Pero la izquierda que propugnamos es una izquierda justicialista por sobre todas las cosas; no es una izquierda comunista ni anárquica. Es un izquierda justicialista que quiere realizar una comunidad dentro de la cual cada argentino tenga la posibilidad de realizarse; no más allá.

 

Nosotros hemos visto fracasar al capitalismo individualista, pero hemos visto también fracasar al capitalismo estatal. Ellos han sido ya perimidos por la evolución; y no sólo aquí: lo mismo en Budapest o en cualquier parte. No vayamos sobre lo que nosotros venimos sosteniendo desde hace treinta años y que es lo que le ha dado el éxito actual al Movimiento Justicialista.

 

Ahora sí, seamos capaces de realizarlo todo en su medida y armoniosamente. Tenemos un ejemplo en nuestro propio proceder. En los dos gobiernos justicialistas anteriores, nos apresuramos un poco y creamos una oposición, justificada o no, pero oposición que al final dio en tierra con nosotros. No lo habíamos hecho todo en su medida y armoniosamente.

 

LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES

 

La autocrítica es indispensable en cada una de estas circunstancias. Ahora hay muchos gorilas que dicen: "Ahora estamos de acuerdo, hemos aprendido". Ellos también estaban equivocados. Ellos, por retardatarios; nosotros, por apresurados. En el futuro, lo que tenemos que hacer es terminar en el país tanto con los apresurados como con los retardatarios, y hacerlo todo en su medida y armoniosamente.

 

Esto es lo que impone el gobierno de nuestros días, y el Justicialismo de nuestros tiempos. Somos revolucionarios, porque vamos a los cambios estructurales que hagan más felices a los argentinos y más próspera y más grande nuestra Patria.

 

Lo que hagamos en su medida y armoniosamente será lo constructivo. Lo que quisiéramos hacer violenta, apresurada o retardatariamente, no es el camino que debemos elegir. Yo creo que gobernar en estos tiempos y en esta Argentina no es dificil, a pesar del caos que nos han dejado.

 

No es difícil, si llamamos a todos los hombres de buena voluntad que, como argentinos, quieran luchar por la grandeza de nuestra tierra y por la felicidad de nuestro pueblo. Yo creo que en ningún corazón bien intencionado pueden estar ausentes estas premisas, que son las premisas de todos los tiempos.

 

Señores: yo no quiero seguir abundando en otras consideraciones. Creo que estos dos asuntos a que me he referido son los fundamentales.

 

SER ESCLAVOS DE LA LEY

 

Estoy empeñado en una tarea política: llamar a todos los políticos, cualquiera sea su ideología y cualquiera su orientación, para que se pongan en esta obra, que será la tarea común. He hablado ya con los que han sido nuestros compañeros de lucha en el Frente Justicialista de Liberación; he conversado con el doctor Balbín; voy a hablar mañana con quienes formaron entonces La Hora del Pueblo; y después lo haré con nuestros opositores finales, cualquiera que sea su ideología.

 

Incluso con el Partido Comunista, que si se coloca dentro de la ley y acciona dentro de la ley, será amparado y defendido por nosotros. Pero dentro de la ley. Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darle con todo.

 

No admitimos la guerrilla, porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos comunistas que en otros países han visto que dentro de la ley iban a su destrucción, han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse. Porque la única manera de no ser esclavos, es ser esclavos de la ley; y eso nosotros tendremos que imponerlo, de cualquier manera.

 

Yo conozco el origen de todo esto. He estado en París, precisamente en las barricadas, y he conversado y participado con mucha gente que estuvo allí; y que estuvo para eso, para las barricadas. Y sé bien cuáles son los procedimientos que quieren poner en marcha, y que se han puesto en marcha en eso que llamaron Segunda Revolución Francesa, el 30 y 31 de julio de 1968, en París, cuando colocaron en el frontispicio de la Sorbona un gran letrero que decía: "Ustedes son las guerrillas que han de liberarnos de lo que nos quieren vender: la muerte climatizada con el nombre de porvenir. El orden industrial debe desaparecer. El mercado de consumo debe morir de muerte violenta. Buscamos un gobierno que sea capaz de poner la imaginación de por medio". Así rezaba el letrero. Pero la finalidad era formar las guerrillas. Guerrillas que después hemos visto funcionar en todas partes.

 

Bien: eso es un asunto que la ley no tolera, y que en consecuencia nosotros no podemos tolerar. Nosotros no le ponemos ningún inconveniente, si ese partido político -se llame Comunista, se llame E.R.P. o se llame Mongo Aurelio, cualquiera sea el nombre que tenga- quiere funcionar dentro de la ley, como estamos nosotros. Tampoco le temeríamos fuera de la ley, pero no es lo correcto para un gobierno; ya eso se ha visto funcionar en otras partes, y no es lo correcto. En lo que sea fuera de la ley, es la Justicia y la Policía las que deben entender.

 

GOBERNAR NO ES MANDAR

 

Si nosotros podemos persuadir de lo mismo a todos los argentinos, de una o de otra tendencia, creo que cumpliremos una gran acción de gobierno. Gobernar no es mandar; ése es el defecto que cometemos muchas veces los militares, que estamos acostumbrados al mando.

 

Mandar es obligar, gobernar es persuadir. Y al hombre es mejor persuadirlo que obligarlo. Esa es nuestra tarea: ir persuadiendo a todos los argentinos para que comencemos a patear todos para el mismo arco; es decir, hacia los objetivos de nuestro país y hacia las necesidades de nuestro pueblo.

 

COMPAÑEROS DE MARCHA, NO ADVERSARIOS

 

Cuando hayamos alcanzado estos dos grandes objetivos, quizá nos podamos dar el lujo de volver a politiquear. Hasta entonces, hay que trabajar, no hay que politiquear. En esto, yo creo que he conversado con la mayor parte de los hombres representativamente políticos del país, y todos están totalmente de acuerdo con ello. Entonces, comencemos a ser compañeros de marcha, no adversarios.

 

Los adversarios y los enemigos, ya deben de haber desaparecido en nuestro país. Nosotros hemos aprendido; ellos también deben de haber aprendido. Por eso nuestra acción es de persuasión, no de mando. Debemos renunciar a ese mando para empeñarnos en la persuasión, que será, sin duda alguna, mucho más eficaz para nuestra acción de gobierno.

 

Creo, señores, a pesar de la situación difícil que hemos encontrado en nuestro país en lo económico, en lo social y en lo político, que la habilidad de los gobiernos que comenzaron el 25 de mayo le han ido ya solucionando, especialmente en el aspecto económico, que era el más difícil.

 

He escuchado las exposiciones del señor Ministro de Hacienda, y, verdaderamente, yo tengo cierta experiencia, porque he pasado varias veces por estas mismas cosas, y me siento sumamente optimista, porque veo que la acción económica está manejada por hombres que saben negociar y saben comerciar, y ésa es la ciencia de la economía.

 

Recuerdo siempre que una vez, conversando con Miguel Miranda -que era un hombre que se había formado por sí solo, desde ganar noventa pesos en Bunge y Born hasta tener treinta fábricas-, yo defendía a algunos técnicos que se arrimaban y que él no les llevaba el apunte, no les hacía caso, hasta que un día, enojado, me dijo: "Cállese con esa gente. ¿Usted cree que su esos tipos supieran algo de lo que es la economía, estarían empleados por trescientos cincuenta pesos de suelto? Serían millonarios".

 

Yo siempre he tenido mucha más fe en los hombre de empresa, que son los que han demostrado fehacientemente que saben hacerlo. El país, como negocio, es un gran negocio individual amplificado, de manera que el que es capaz de manejar un gran negocio, a este otro gran negocio puede también manejarlo. El técnico es necesario, porque siempre hay contralores que ejercitar. La concepción debe estar, en mi concepto, en la cabeza de los que saben concebir los negocios, y la ejecución en los que son capaces de vigilar y manejar una ejecución. Por eso los dos se complementan, el hombre de negocios para concebir, el técnico para ejecutar. Y si nosotros conseguimos unir esas dos cualidades, podemos descansar tranquilos, porque la economía está en buenas manos, como noto que lo está durante el tiempo que se lleva de gobierno en el orden nacional.

 

TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE

 

Los demás asuntos se resuelven también por el mismo camino. El orden social se restablecerá cuando, a través de una educación popular, quitemos toda esperanza a los perturbadores y a los infiltrados, y demos el verdadero valor que tiene el aspecto social, llevando a través del Estado y a través de las instituciones de todo orden el concepto de la vida social de los países modernos.

 

En cuanto a la acción política, creo haberles dado ya mi opinión.

 

Si nosotros, señores, realizamos todo esto de acuerdo con el viejo apotegma de los griegos: Todo en su medida y armoniosamente, podemos asegurar que el éxito estará de nuestra parte.

 

Yo pido a Dios todos los días para que este milagro pueda realizarse y para que un día los argentinos puedan agradecérnoslo en la forma en que los pueblos suelen agradecer a los hombres, cuando los hombres no solamente se honran con los cargos, sino que también saben ennoblecer esos cargos.

sábado, 1 de junio de 2024

*LA FRASE DE MILEI*.


 


La frase de Milei: "Si no llegaran a fin de mes estarían muertos " es tan cruel y provocativa como aquella de Videla "Un desaparecido no está ni muerto ni vivo, está desaparecido, no tiene entidad (Juliana Marino dixit) Además Milei afirma que cuando el pueblo se esté efectivamente muriendo de hambre aparecerá la solución. Alguien lo matará a este gusano, asumiendo una responsabilidad colectiva, cerradas las vías institucionales por la traición de senadores y gobernadores. Junto a diputados de todos los colores terminaron de disolver el sistema democrático abriendo el camino, ya conocido por el pueblo argentino, de la pueblada y la insurrección. !!Ojo Milei!! en la experiencia histórica popular hubo Ruccis, Aramburus y Vandor. 

En realidad Javiercito no se atreve a decir que no le importa si se mueren porque él es un malthusiano anarco pos capitalista y por eso es el niño mimado de Lewis, Elon Musk, Black Rock y del puñado de supe multimillonarios que no les importa ya la producción porque viven en y de la burbuja del Mercado de derivados, que es el Mercado único que les importa. 

Son enemigos del Estado que traba la libre circulación del capital financiero, que es el único capital que les importa y de allí que son anarcos, que junto al Estado desconocen y repudian las fronteras y no se permiten ni hablar de Soberanía. Resumamos: malthusiano en contra de la vida y sobrantes de población, discapacitados, viejos jubilados y hambrientos desocupados, FUERA. Anarco, en contra del Estado, las fronteras y la Soberanía. Postcapitalista en contra de la producción, el trabajo y su legislación. En manos de Milei y Black Rock los argentinos y la Argentina somos un conejillo de India, experimento político práctico destinado al fracaso, en un entorno de decadencia del capitalismo realmente existente. 


Si en la coyuntura mundial nos colocan al borde de una guerra nuclear es porque van a matar o morir. !! Que importancia tienen los comedores populares!! Este gusano no considera que despreciando la vida de otros está despreciando la propia. !!Ni los veganos ya la consideran como vida animal !!!  Lido

miércoles, 3 de abril de 2024

Ser COV id (Yo Claudio)




Los trabajadores del petróleo son de los mejores remunerados del país Todos los trabajadores, que tienen la inmensa suerte de ser bien remunerados y estar en blanco, que pongan un gran esfuerzo porque no puede la provincia de Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Neuquén y otras tener sectarismos de obreros de elite (en cuanto remuneraciones). Hay que recordar que Pellico asignaba a la federación de oficio una naturaleza económica destinada a obtener mejoras inmediatas para la profesión que nucleaba, en cambio, la federación local, por integrar gremios de diferentes oficios de una misma localidad, adquiría una naturaleza más revolucionaria.

Este criterio, es usado por el sindicalista que gobierna la Provincia de Santa Cruz, dicho sea qué de más de un centenar de países solo dos (2%) Lech Walesa e Ignacio Da Silva marcaron diferencia medianamente siendo presidentes de sus países, dirigentes en serio. Políticamente correctos

“El Pacto de Solidaridad de la FORA establece dos criterios paralelos de organización confederada. Una de ellas es de base corporativa y está dada por la unión de todos los gremios del mismo oficio u oficios símiles en la federación de oficio respectivo. El otro es de tipo territorial en donde todos los gremios de una misma localidad conforman la federación local; las federaciones locales de una misma provincia conforman la federación comarcal; y todas las federaciones locales y comarcales del país constituyen la Federación Obrera Regional Argentina. Hay que recordar que Pellico asignaba a la federación de oficio una naturaleza económica destinada a obtener mejoras inmediatas para la profesión que nucleaba, en cambio, la federación local, por integrar gremios de diferentes oficios de una misma localidad, adquiría una naturaleza más revolucionaria” (Pag.13) en LOS ORÍGENES DEL MODELO SINDICAL ARGENTINO (1896-1945) Leonardo Elgorriaga

 CFK “es necesario que comprendan todos nuestros dirigentes que todavía faltan hacer muchas cosas en el país”, y puntualizó que “la palabra sindicato viene de solidaridad, no viene de corporación o de secta, viene de solidaridad”.

El vicegobernador Fabián Leguizamón salió a respaldar al gobernador Claudio Vidal y consideró que el presidente Javier Milei “tiene una visión equivocada, poco federalista o está mal asesorado”. Leguizamón que militó a favor de Milei, ahora se mostró arrepentido de apoyar la campaña del líder de Libertad Avanza, y las consecuencias de las medias de ajuste que está llevando desde el gobierno nacional, y las repercusiones que tienen las mismas en la provincia con la ola de despidos y cesantías. A través de las redes sociales, el titular del Poder Legislativo escribió: “Los gestos y compromisos deben ser recíprocos, siempre de ida y vuelta. Creo que el Presidente tiene una visión equivocada, poco federalista, o está mal asesorado y lamentablemente siempre es el pueblo y los más vulnerables quienes terminan pagando los platos rotos de la clase política que gobernó el país en estos últimos años”.

 

Antes, Vidal advirtió que “sin recursos, no se va a acompañar ni la ley bases ni el Pacto de Mayo", al enviarle un mensaje al gobierno nacional, y también se mostró arrepentido de haber sido un aliado del presidente Milei. La concejal de Río Turbio, Abigail Mazú, aseguró que “el gobierno nacional se está llevando puesto los proyectos de vida de todos los argentinos”, y que le gustaría preguntarle al vicegobernador, si cambió de opinión luego de militar a favor de Milei. En noviembre pasado, Leguizamón argumentó que el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa era el responsable de la crisis económica. En este sentido, afirmó: "Yo digo metafóricamente que votar a Sergio Massa es pegarse un tiro en los pies".

El ex concejal radical no dudó en hacer público su voto a favor de Milei. Mientras que el ex gobernador Daniel Peralta le salió al cruce y le contestó que votar a favor de Milei era “pegarse un tiro en la cabeza”

 Karl Marx, decía “Que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos”.




Conclusión, si va a dirigir la provincia con los parámetros de un sindicato (sectario), no importándole otras provincias y el país. Al decir que si no le dan plata para la provincia no sigue apoyando a Milei, o sea digamos;  ¿si lo “astillan” votaría y apoyaría el desquicio gubernamental de la Libertad Avanza? 

Donde está el Federalismo? La solidaridad? Lo que se ve es un leitmotiv de revancha, narcisismo, ego superlativo Ese ombligismo provinciano es nefasto.

Alguien dijo una vez ninguna provincia se desarrolla en un país que no lo hace.

Si bien el gobierno variopinto, mestura del SER radicales PRO, Encuentro, ARI y demases;  no es popular (del y para el pueblo) No deberían jactarse ni nombrar al peronismo, como lo hace un gran porcentaje de personeros, con lo que hace un tiempo y Ud mismo, revindicaban a Perón y al Lupo

Lejos aquellos días que se decían compañeros o tal vez nunca lo fueron.      Con el permiso de la comunidad LGTBIQ+, léase con el criterio bien interpretado voy a repetir lo que un día dijo Daddy y estoy de acuerdo  “Me pelee con mi mujer por eso me hice gay” Convicciones?  Excusa?  O  nunca fuiste hetero., se entiende?

Rene Gado

 

 

 

 

domingo, 17 de marzo de 2024

CINCO PRINCIPIOS DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA DE LLA


                   EL BRUTALISMO COMUNICATIVO DE MILEI

Milei desata su furia en Twitter y avala el ataque de trolls contra su vice, contra los legisladores de la oposición, contra quien sea y por lo que sea, no importa cuándo leas esto. Desmedida, electoralista, orientada a aplastar el consenso y a gritar con agresividad su idea de grandeza, la comunicación del presidente es brutalista. Como aquella vanguardia arquitectónica surgida en un clima de posguerra, expone con simpleza extrema una pretensión desmesurada de autoridad política, moral e intelectual para reconstruir la nación. Mario Riorda describe los cinco principios de la comunicación política de La Libertad Avanza.


Presionada por la oposición, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, convocó a sesión en el Senado para debatir el decreto de necesidad y urgencia 70/2023 que refunda la Argentina y desató la furia. El propio Milei cuestionó a su vice en Twitter y avaló el ataque de trolls en su contra. Esto es algo cotidiano, contra quien sea y por lo que sea. Cuándo la cámara alta rechazó el mega DNU, el presidente llamó “ratas” a los legisladores opositores. La comunicación del gobierno de La Libertad Avanza es brutalista.

El brutalismo fue una vanguardia de grandes proyectos arquitectónicos. Un lenguaje internacional, en un clima de época de posguerra, con la idea de reconstrucción. Toma su nombre de sus construcciones de concreto, monolíticas (béton brut es hormigón en bruto en francés). Tenía  una utopía social y política y abrazó a gigantescas esculturas arquitectónicas. 

Primitivismo, crudeza e innovación. Formas no complejas y uniformidad. Polémica también. Desde su pretensión de simpleza no descartaba la monumentalidad en edificios que dan que hablar o bien gritan con agresividad su idea de grandeza y, en algunos casos, exponiendo la imagen de la autoridad como autoritarismo. Expresaba una idea  de honestidad constructiva superficies ásperas, materiales de aspecto pesado, formas angulares, atípicas y repetitivas. Las cosas debían funcionar y perdurar.

El brutalismo comunicativo de Milei tiene una idea redentora de reconstrucción (nacional) pero instalada en el marco de un lenguaje ultra radical de pretensión internacional. Es difícil discernir entre el fondo y la forma comunicativa. El brutalismo necesitó de un tiempo histórico para imponer un estilo polémico y agresivo. Milei aprovecha una época de protestas perpetuas y un contexto propiciado por un entramado digital ilimitado sin pretensión de verdad. Hacerse ver, nunca pasar desapercibido, ni antes ni ahora. Atípico, singular. De él siempre se espera más y más, de quienes lo aman y de quienes lo desprecian. 

 

La comunicación política del presidente tiene una simpleza -muchas veces- extrema y va acompañada de una pretensión desmesurada de autoridad política, moral e intelectual. Se caracteriza por la exaltación de la grandeza desde el autoelogio, la honestidad intelectual, repetitiva e incesante. La aspereza que propone el brutalismo en su diseño, es análoga a las medidas de Milei y sus consecuencias, sociales especialmente. Si el brutalismo deja expuestas sus instalaciones, el gobierno de Milei también se expone en sus entramados políticos (sorpresivos, contradictorios, amateurs) y en la gestión de sus iniciativas políticas (desmesuradas, desprolijas, impactantes). Siempre con una idea de perdurabilidad en el tiempo, proponiendo un largo plazo explícito en sus promesas.

Cinco principios del brutalismo comunicativo de Milei

 

1. Electoralización total de su comunicación gubernamental

La tentación de llevar la comunicación de un gobierno al formato electoral siempre existe. Cuando sucede, la comunicación gubernamental, menos estridente, largoplacista, necesitada de soluciones, es la gran perjudicada. Inundada de electoralización, se confunde, se estresa con tanta espectacularidad y promesa donde más bien se necesita respuesta y legitimidad del rumbo. 

No hay cuidado, no hay mesura. La electoralización en la faz de gobierno suele acarrear la ausencia de gestión de expectativas. Tal como el gobierno norteamericano de Donald Trump, la representación es un acto de fidelidad partidaria o de fidelidad hacia el votante (mirror parties). Son gobiernos decididos a negar a minorías, capaces de herirlas cotidianamente siempre que se logre la felicitación o el regocijo de su votante más fiel. 

En el proceso de construcción de un mito de gobierno hay tres momentos centrales: uno inicial, predominantemente carismático y centrado en la confianza del líder y del proyecto; uno posterior, más racional, burocrático, donde entran en juego las organizaciones, las políticas públicas que hacen bajar a tierra el relato y la promesa; y un tercer momento de institucionalización, vale decir, donde el estado es otro, al que se lo ha modelado y transformado. En todos se necesita consenso social. El gobierno los quiso todos, de golpe, sosteniendo su derecho al cambio desde el valor obtenido en el balotaje, cual plebiscito de origen que le otorga un pase ilimitado para sus pretensiones.

2. Desprecio estatal total

"Filosóficamente soy anarcocapitalista y por lo tanto siento un profundo desprecio por el Estado. Creo que el Estado es el enemigo, creo que el Estado es una asociación criminal…" afirma Javier Milei. En cambio, los empresarios son héroes y benefactores. 

Agrega que su sistema es “justo y moralmente superior”. Esto, en el fondo, es la instalación de una batalla cultural, moral y religiosa desde el individualismo para ponerle fin a toda forma de colectivismo. Sin embargo, en algo el Estado debiera actuar: como garante de un poder coercitivo y coactivo. 

El discurso provoca una sobre generación de expectativas y promesas que no necesariamente construyen una visión de futuro que describa un rumbo de gobierno o futuro mito de gobierno. Incluso la idea de cambio cultural está más centrada en premisas contra identitarias (frente resignificaciones de lo que puede llamarse socialismo o formas de colectivismos preferentemente) que en la explicitación de lo que verdaderamente ese cambio significaría.

La palabra “libertad”, como muletilla para todo, sufre ya un intenso proceso de estiramiento conceptual (conceptos a los que le cabe cualquier cosa y pierden su sentido original). Cada medida es como un pasito en la concreción de un cambio cultural derivado de esas decisiones, sea o no directa la asociación entre medida, política y cambio cultural. 

3. Incivilidad y descortesía

La incivilidad se define en la comunicación política como aquella centrada en el uso de insultos basados en la identidad y sentimientos antidemocráticos, clasistas, misóginos. La descortesía es más un estilo en el tono de comunicación, identificada por el uso de vulgaridades, obscenidades, burlas, entre otros. 

Ambas son agresión, con o sin argumento. Forman parte de los discursos de odio para establecer barreras morales de lo aceptable; de lo legítimo y lo profano, pero no para marcar la diferencia, sino para aplastar la identidad contraria. Para reducir la otredad a la nada. Negarla no sin antes hostigarla. 

Más que argumentos, existe la idea de triunfar frente a los otros para humillar, ridiculizar, para producirles vergüenza pública. Estas prácticas se dan en los bordes del espectro político democrático porque apuntan a silenciar el disenso. Porque la vergüenza no busca el consenso, sino el ridículo; no busca ideas o razones; sino risas y lealtad tribal. Borran cualquier límite de la tolerancia en la imposición del pensamiento propio.

4. El shock en todo

Intento de cooptación de la agenda política y mediática sin gradualismo. Milei es un montón, su agenda también, sin que importe cómo ni sus costos. Aceleración, vértigo y confusión. Si alguien gusta del boxeo, no es un jab (un golpe rápido, generalmente utilizado para marcar o medir distancia con respecto al oponente a modo de brazo extendido que genera un dominio calculado). Más bien es la búsqueda desesperada, desprolija, audaz del Knock out desde el toque de campanilla. Es “a todo o nada” siempre. 

No hay especulación, hay arrojo decisionista. Mucha construcción de liderazgos avasallantes logran su autoridad desde una premisa: “se animan a lo que nadie se anima”. Rompen los límites desde su decisionismo. Van más allá que cualquiera. Disociados.

La disociación es un mecanismo de defensa para intervenir en situaciones críticas basado en la desconexión de la emoción para no sucumbir a la angustia ni quedarse paralizado. Pero también, un alto y permanente grado de disociación impide captar el estado psicológico de las personas, minimizar eventuales consecuencias y acompañarse de otras defensas de modo maníacas: hiperactividad sin descanso, sentimientos de omnipotencia con decisiones temerarias. 

“La explosión controlada” es el concepto con el que Alejandro Gaviria describió la concepción revolucionaria de Gustavo Petro en Colombia. Si ese libro se escribiera en Argentina, el título debiera ser “la explosión descontrolada”. No hay debate entre shock y gradualismo. Nada puede ser gradual. El incrementalismo es blasfemo, claudicación, es política (y eso es malo). 

5. Híper personalismo desmedido

El foco en el líder se gesta mayormente desde el autoelogio o la auto referencialidad valorativa. La centralidad está puesta en el presidente como protagonista del acto comunicacional. El motivo que convoca –que podría ser una política pública, un anuncio o una decisión– pasa a segundo plano, se convierte en excusa para que el presidente se muestre y transmita su mensaje político. La centralidad de la imagen, el discurso y los atributos del gobernante en la comunicación son totales. 

Se busca que quede claro de quién es la decisión política. Todo es una situación sostenida desde referencias valorativas sobre sí mismo para destacar su personalidad, cualidades, capacidades, valores, ideas, logros, etc., por más grandilocuentes (y bizarros) que resulten los elogios. Cada vez es más nula la diferencia entre las políticas públicas y las políticas personalistas, que son la fiel proyección de los liderazgos de turno que no sólo pretenden diseñar políticas, sino también modelar ambientes culturales a su gusto. 

Milei ve (lo que otros no ven). Milei doma (con sus argumentos). Milei es sexy. Y cuando no, desde el misticismo e interreligiosidad, Milei profetiza o llora. Milei es pureza (el castiga a los impuros). Él avasalla si es que hace falta avasallar. Milei amenaza si hace falta. Milei es mundial. Milei es una divinidad en la tierra. Milei no se equivoca (y si lo hace dirá que no era su culpa). Milei no falla (siempre hay un plan detrás). 

“La piedad era un signo de debilidad” decía Jack London en “El llamado de la naturaleza”. Y la autoridad presidencial es el intento deliberado de acción, firmeza, promotor de actos confrontativos primitivos, pre-estatales, cual verdadero estado de naturaleza hobbesiano. El brutalismo comunicativo de Milei se expresa todos los días en los siguientes puntos: 

1. Los actos que confunden la institucionalidad

En la privatización de la comunicación pública oficial en terceras voces, de su entorno o su partido, hay un enorme espacio para los librepensadores extremos o anónimos que hacen que las vocerías sean múltiples, aún existiendo una vocería formal. 

Ya se dijo que el gobierno es una maquinaria que expone con alta frecuencia sus contradicciones. Y es tan profunda la mutación de la institucionalidad que se ha roto por completo el límite de lo que podría separar al estado con su partido: todo es una comunicación de arengas partidarias militantes y para solidificar una opinión pública mayoritaria. Muchos contenidos pretenden ser una demostración empírica de una supuesta popularidad en torno al gobierno, la figura presidencial, una política o algún dato positivo.

Dentro de la institucionalidad socavada, la estética audiovisual es todo un capítulo: asistimos a una “presidencia meme magnánima". Hacer memes es parte de la narrativa oficial en redes oficiales. E incluso, la Inteligencia Artificial está plenamente al servicio del ego presidencial, ya que se ficciona una falsa virilidad del líder. Se construye un Milei como un Chad (macho alfa) de la jerga “incel” (celibato involuntario), la subcultura masculina que odia a las mujeres.

Su comunicación, además, está editada en su mayoría. Gran parte de la comunicación que incluye visibilidad del líder se da en ambientes controlados o con edición audiovisual ex post

2. Los actos de incivilidad que construyen el tono de la comunicación

Son recurrentes los ataques o agresiones contra alguien o algo, incluyendo a actores de la política doméstica o internacional, de la intelectualidad, de la cultura o del periodismo, especialmente a las mujeres. Una superioridad moral evidencia repetidamente una pretensión clasista, especialmente cuando estigmatiza a piqueteros, militantes de izquierda y sectores del peronismo. 

Así, vemos un predominio de comunicación negativa sustentada en la apelación al miedo mediante una amenaza; los mensajes comparativos acerca de una gestión y la otra o de una persona y otra. El término “casta política” divide arbitrariamente -y moralmente- a buenos y malos.

Es deliberada la instauración de un clima de confrontación que va más allá de la provocación y se instala como un acto de violencia institucional y más allá de lo institucional (en la esfera de lo no democrático como instigador del odio). Mucho del ecosistema digital libertario promueve el uso de la violencia, la defensa armada y hasta el uso del concepto “guerra civil”.

3. La calidad de los argumentos

Se ha privatizado la verdad y desde esa privatización, se genera hostilidad digital a quién no la comparte o la rebate. Es verdad lo que Milei quiere que sea verdad. Lo que no se comparte, será hostigado por una horda de trolls, bots y militantes libertarios (así, en ese orden).

Practica un negacionismo de la evidencia, no sólo científica. Luchas o conquistas sociales son, en su pensamiento, “conflictos sociales nocivos”, “ideas nocivas”, como el feminismo o el cambio climático. O incluso, desacredita a los medios, universidades y organismos internacionales.

Tiene una obsesión por usar la argumentación contrafáctica. Se compara la realidad con alternativas simuladas, ya que las afirmaciones se refieren a situaciones que ciertamente no existen ni existieron. Y si no existen, no se puede asegurar que sean verdaderas en el mundo real. Sea para imaginar cómo podría haber sido mejor (contrafácticos ascendentes que indica nuevos caminos a futuro) o bien como función emocional de consuelo, que aparece cuando las personas imaginan cómo podría haber sido peor (contrafácticos descendentes). Un acto de inoculación que avala algún dato incómodo presente de lo que podría haber sido si no se hubiera tomado tal o cual medida.

Y recurre a la resignificación de la historia y exaltación de voces periféricas de la intelectualidad para argumentar. En su intervención en Davos, por caso, según su parecer, desde 1800, todo el mundo occidental se equivocó salvo los “teóricos” libertarios. Se equivocaron todas las ideologías políticas, todos los medios, todas las universidades, toda la multilateralidad internacional. Los empresarios no. Los empresarios son héroes.

Da cuenta de un generalismo argumentativo (la desregulación, por ejemplo) con temas difusos (diffuse issues) y mensajes de gran amplitud o de amplitud ilimitada (boundary-spanning). Se vacía de contenido al mensaje, quitándole profundidad, utilizando fórmulas armadas y repetitivas.

4. La indolencia comunicativa

Podría entenderse como insensibilidad comunicativa o el goce de las consecuencias de sus actos quizás. A Susan Sontag le preguntaron qué puede hacer un escritor y dijo “Cosas serias. Palabras de amor. Y prestar atención al mundo… Sé serio. [Y agregó] Con lo que quise decir: Nunca seas cínico”. La comunicación oficial, muchas veces en esta lógica se vuelve indolente, como burla, sorna, arrogancia o desprecio al opositor o a quien se ve perjudicado.

Frente a datos sobre consecuencias de medidas de ajuste (“ajustazo”, defiende el gobierno), como recesión, contracción, pérdida y demás, mayor radicalidad discursiva el gobierno no se sensibiliza y aumenta la confrontación o la incivilidad. Sus datos no son humanos ni personas que sufren. Sus datos son económicos.

5. El discurso de futuro enorme y cambiante

La promesa futura es recurrente a modo de auto celebración sobre decisiones o políticas adoptadas que implicarían beneficios o consecuencias positivas históricas (no hoy, sino en el mañana). Su discurso está impregnado de promesas de gloria nacional a décadas. Todo es desde el drama, un drama inédito en la historia. Todo es un callejón sin salida. Todo es épica y exageración. Todo es una batalla y prima un lenguaje bélico. No hay alternativa al ajuste. No hay otro argumento válido. Lo otro “debe” ser descalificado. 

Existe poca comunicación sobre los beneficios “concretos” que tendrá el paquete de medidas que promueve para la gente. Escasa pedagogía de la comunicación de cada política pública. Mucho énfasis en las “Bases” (como refundación), poca consistencia explicativa de cada política.

Y en aras del rumbo futuro, se niegan crisis o situaciones problemáticas (propias). Es un gobierno que da vida suelta a lo que se denomina “repentización”, vale decir, reacciones repentinas, apresuradas, sustentadas en redoblar la apuesta sin cálculo o recurrir a ataques o medidas ad hoc. Son habituales las salidas impulsivas como respuesta o medidas improvisadas. No se admiten situaciones que impliquen pérdida de poder relativo frente a aquellos que se encuentran implicados.

Tal es así que se ven tensiones políticas constantes que impactan en la reorganización de la estructura administrativa que va generando cambios desde el día uno.

En la argumentación retórica, la adhesión a un valor es siempre de intensidad variable, dice Cornelius Castoriadis; quiere decir que nada impide que en cualquier momento se asuman valores nuevos. Pero muchas veces, son cambios radicalmente abruptos frente a registros discursivos recientes que debilitan la palabra oficial.

***

Nada de lo escrito consideró su eficacia. A tres meses de gobierno, al oficialismo no le va tan bien como se auto celebra, ni tan mal como quisiera la oposición. Es temprano, prematuro, pero es mucho… es un montón. Pablo Ramos, en su fabulosa y cruda obra, “La ley de la ferocidad”, escribió en un párrafo: “Deberían haberme avisado. Ya sé que me avisaron. Pero deberían haberme avisado más”.

 Por: Mario Riorda

 

https://www.revistaanfibia.com/el-brutalismo-comunicativo-de-milei/