Por: Dr. Jorge Castro
Los precios de la energía, en primer lugar el petróleo, aumentaron el 30% en el mercado mundial en el año 2004 y el 80% en el 2005. Los precios de los mercados en materia de metales y minerales muestran un incremento en este último periodo de 3,7%.
Las principales fuentes de crecimiento de la demanda mundial son los países en desarrollo, en primer lugar la República Popular China. El 7,4% del incremento obligado en la demanda de petróleo que tuvo lugar el año 2004, correspondió a las economías en desarrollo. La demanda mundial fuera de China –causada por la extraordinaria necesidad de materias primas- es también una de las causas básicas de la demanda de metales y minerales.
Este extraordinario auge de la demanda en materia energética y de minerales, no se trata de un hecho tan natural. Las proyecciones del Banco Mundial y de las Naciones Unidas indican con claridad que va a seguir aumentando la proporción de la demanda mundial de minerales, proveniente de los países en desarrollo, en especial, de China. El Organismo Internacional de Energía prevé para el año 2030 que la demanda de petróleo de las economías en desarrollo va alcanzar el 50% de la demanda mundial. El incremento que prevé la demanda mundial de petróleo de aquí al 2030, equivale a un 50% en relación a la demanda mundial actual y en su inmensa mayoría el 90% va provenir de los países en desarrollo.
La vigorosa demanda mundial, acompañada por un nivel relativamente menor de reservas, va a continuar presionando sobre el precio del petróleo durante el resto del año 2005. La previsión de esta medida es que se vaya moderando el crecimiento de la demanda y aumenten las reservas, en cuyo caso, los precios del petróleo van a comenzar a retroceder en forma lenta. Sin embargo, si ello no ocurre, el precio actual de 71 dólares el barril de crudo se mantendrá en ese nivel, o incluso aumentará su precio en adelante. En síntesis: el mundo ha incrementado en una etapa histórica de altos precios del petróleo su calidad de vida. En el mercado de minerales y metales la oferta sigue siendo insuficiente. El auge de la demanda centrada en China hizo que los precios aumentaran en un promedio de 3,7% en el año 2004, lo que provocó, al mismo tiempo, una merma en las exigencias de stock en los mercados: 50% en el caso del plomo, 90% en el caso del cobre.
Los precios de la energía, en primer lugar el petróleo, aumentaron el 30% en el mercado mundial en el año 2004 y el 80% en el 2005. Los precios de los mercados en materia de metales y minerales muestran un incremento en este último periodo de 3,7%.
Las principales fuentes de crecimiento de la demanda mundial son los países en desarrollo, en primer lugar la República Popular China. El 7,4% del incremento obligado en la demanda de petróleo que tuvo lugar el año 2004, correspondió a las economías en desarrollo. La demanda mundial fuera de China –causada por la extraordinaria necesidad de materias primas- es también una de las causas básicas de la demanda de metales y minerales.
Este extraordinario auge de la demanda en materia energética y de minerales, no se trata de un hecho tan natural. Las proyecciones del Banco Mundial y de las Naciones Unidas indican con claridad que va a seguir aumentando la proporción de la demanda mundial de minerales, proveniente de los países en desarrollo, en especial, de China. El Organismo Internacional de Energía prevé para el año 2030 que la demanda de petróleo de las economías en desarrollo va alcanzar el 50% de la demanda mundial. El incremento que prevé la demanda mundial de petróleo de aquí al 2030, equivale a un 50% en relación a la demanda mundial actual y en su inmensa mayoría el 90% va provenir de los países en desarrollo.
La vigorosa demanda mundial, acompañada por un nivel relativamente menor de reservas, va a continuar presionando sobre el precio del petróleo durante el resto del año 2005. La previsión de esta medida es que se vaya moderando el crecimiento de la demanda y aumenten las reservas, en cuyo caso, los precios del petróleo van a comenzar a retroceder en forma lenta. Sin embargo, si ello no ocurre, el precio actual de 71 dólares el barril de crudo se mantendrá en ese nivel, o incluso aumentará su precio en adelante. En síntesis: el mundo ha incrementado en una etapa histórica de altos precios del petróleo su calidad de vida. En el mercado de minerales y metales la oferta sigue siendo insuficiente. El auge de la demanda centrada en China hizo que los precios aumentaran en un promedio de 3,7% en el año 2004, lo que provocó, al mismo tiempo, una merma en las exigencias de stock en los mercados: 50% en el caso del plomo, 90% en el caso del cobre.
La previsión es
que estas condiciones van a seguir impulsando el alza de los precios en el
segundo semestre del año 2005. Si no disminuye la demanda china, con respecto a
lo cual no aparece ningún indicio en ninguno de los primeros meses de este año,
los precios de los metales, particularmente del acero y mineral de hierro, así
como del carbón y los fletes del transporte marítimo podrían seguir en un nivel
alto durante un periodo prolongado: cinco o diez años e inclusive continuar
aumentando más allá de este periodo.
El mercado del cobre es, probablemente, el más significativo de las tendencias que surgen en el mercado mundial metalífero actual. La producción de cobre alcanzó a 13.6 millones de toneladas en el año 2004. Un incremento del 4,6% respecto a igual periodo del año 2003. La previsión es que en el transcurso de este año 2005, la demanda mundial del cobre va a crecer 4,2%. En los primeros siete meses de este año ha aumentado el 8% la demanda de cobre. Casi el doble del crecimiento de la demanda mundial, mientras que los demás países se estabilizaron o disminuyeron su demanda. La estimación de una producción total 15.3 millones de toneladas, 6,9% superior al periodo del año 2004, crecimiento que se registraría por la mayor producción en Chile.
Chile se ha convertido en el mayor productor de cobre del mundo, con una participación del 37% en el año 2004. El segundo mayor productor de cobre es Estados Unidos, seguido por Indonesia, Perú y Australia. Tan significativo como el crecimiento de la producción de cobre en Chile, es el derrumbe de Zambia en el mercado mundial de la producción de cobre. En 1970 Chile y este país del sur de África, producían la misma cantidad de cobre, 13% de la producción mundial cada uno. Hoy Zambia produce un poco más de 300 mil toneladas, en tanto Chile va a superar los 5.5 millones de toneladas de producción anual.
Esta es la razón de fondo de la performance chilena que está bien acompañada por la de Perú que ha hecho que la participación de América Latina en la producción mundial de cobre haya crecido del 21% del total mundial en 1980 al 46% entre 1980 y 2003. La región también se ha convertido en uno de los principales destinos de la inversión en exploración minera del mundo: el 22% del total mundial en el año 2004, y de las inversiones mundiales en cobre, habiendo atraído el 34% en el mismo año. Esto explica la relación entre la producción y el crecimiento del consumo de cobre. Mientras en 1988 China consumía el 4% del total mundial de cobre, en el año 2004 la participación de China en el consumo mundial fue de un 20%.
En materia de consumo de cobre, China Continental tiene un papel en el mercado mundial más preponderante que los propios Estados Unidos. Se estima que el aumento de los precios del petróleo ha significado para los países exportadores una mejora de la relación de intercambio -entre el total de lo que exporta y el total de lo que importa- equivalente a un promedio de casi el 5,6% del PBI. En la actualidad, la clave en el mercado de los minerales y los metales, así como en todo lo que se refiere a la demanda mundial de los comodities, es China.
En el año 2004, el PBI Chino aumentó el 9,5% y en los primeros 6 meses de este año vuelve a repetir la performance que el año anterior. Conviene advertir, sin embargo, que este crecimiento excepcional de China no se aleja demasiado de su crecimiento poblacional porque su taza anual promedio acumulativa de crecimiento de los últimos 25 años -a partir de 1978- es del 9,4%. Lo que significa que este país de 1.300 millones de habitantes ha multiplicado por 4 su PBI desde 1978, y duplicado su ingreso real per cápita de su población.
Cabe señalar en este sentido que Gran Bretaña durante la Revolución Industrial -que tuvo lugar de 1780 a 1840- tardó 70 años en duplicar el ingreso real per capita de su población. Cuando emerge Estados Unidos como la principal potencia industrial del mundo en los diez años finales del Siglo XIX y en los primeros veinte años del Siglo XX, tardó 35 años en duplicar el ingreso real per capita de su población. China, ahora, tarda nueve años en hacerlo.
El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento promedio no menor del 8% anual de la economía china entre el 2006 y el 2010 con una tendencia a expandirse por encima de esta previsión, cosa que el propio FMI estima conservadoramente. Finalmente conviene advertir que este país -convertido ya en la tercera potencia del comercio exterior-, sumando lo que exporta más lo que importa, el año pasado recibió más de 60.600 millones de dólares de inversión extranjera directa. Es decir, un incremento del 13,3% anual. Esto indica que tiene un stock de capital surgido de una inversión extranjera directa de empresas transnacionales, de las empresas extranjeras radicadas allí que superan el 45% de su PBI.
También en 2004, el comercio internacional chino superó por primera vez el billón de dólares, moneda norteamericana. Las exportaciones ascendieron a 593.400 millones de dólares, lo que significa que han tenido un crecimiento del 35,4% en un año; y las importaciones crecieron todavía por encima de sus exportaciones, con un crecimiento de 561.400 millones en un año, un aumento del 36%. Esto significa que China sería la sexta economía del mundo en relación al impacto del comercio. Ya se ha convertido en la tercera economía mundial. Primero Estados Unidos, segundo República Federal Alemana y tercera es China.
El saldo global del año pasado favorable al comercio internacional chino fue relativamente reducido en relación a la magnitud del conjunto del comercio interior, ascendió a 32 mil millones de dólares. Se estima que al concluir el año 2005 el saldo global favorable va triplicarse, trepando al orden de los cien mil millones de dólares. Como consecuencia de este extraordinario aumento del comercio internacional chino-adviertan el crecimiento de sus exportaciones del 35% y el aumento de sus importaciones del 36% en un año- la economía mundial tuvo el mayor nivel de crecimiento en 30 años, el comercio internacional mundial creció 9% y el comercial internacional chino un 35%.
El resultado es que el Banco Central de Beijing con cifras de junio de 2005, ha acumulado un total de 711 mil millones de dólares de reservas. Sólo en 2004 las reservas en dólares o títulos del Tesoro Norteamericano, el Banco Central de Beijing declara 206.7 mil millones de dólares. Sin embargo, el dato más representativo para los países emergentes, y en general para los países exportadores de comodities -entre ellos en primera línea para los países mineros-, es el hecho de que el crecimiento económico chino, su transformación y su impacto en la economía global a través del crecimiento de su comercio internacional, parece haber modificado la naturaleza del mercado mundial de comodities.
El mercado del cobre es, probablemente, el más significativo de las tendencias que surgen en el mercado mundial metalífero actual. La producción de cobre alcanzó a 13.6 millones de toneladas en el año 2004. Un incremento del 4,6% respecto a igual periodo del año 2003. La previsión es que en el transcurso de este año 2005, la demanda mundial del cobre va a crecer 4,2%. En los primeros siete meses de este año ha aumentado el 8% la demanda de cobre. Casi el doble del crecimiento de la demanda mundial, mientras que los demás países se estabilizaron o disminuyeron su demanda. La estimación de una producción total 15.3 millones de toneladas, 6,9% superior al periodo del año 2004, crecimiento que se registraría por la mayor producción en Chile.
Chile se ha convertido en el mayor productor de cobre del mundo, con una participación del 37% en el año 2004. El segundo mayor productor de cobre es Estados Unidos, seguido por Indonesia, Perú y Australia. Tan significativo como el crecimiento de la producción de cobre en Chile, es el derrumbe de Zambia en el mercado mundial de la producción de cobre. En 1970 Chile y este país del sur de África, producían la misma cantidad de cobre, 13% de la producción mundial cada uno. Hoy Zambia produce un poco más de 300 mil toneladas, en tanto Chile va a superar los 5.5 millones de toneladas de producción anual.
Esta es la razón de fondo de la performance chilena que está bien acompañada por la de Perú que ha hecho que la participación de América Latina en la producción mundial de cobre haya crecido del 21% del total mundial en 1980 al 46% entre 1980 y 2003. La región también se ha convertido en uno de los principales destinos de la inversión en exploración minera del mundo: el 22% del total mundial en el año 2004, y de las inversiones mundiales en cobre, habiendo atraído el 34% en el mismo año. Esto explica la relación entre la producción y el crecimiento del consumo de cobre. Mientras en 1988 China consumía el 4% del total mundial de cobre, en el año 2004 la participación de China en el consumo mundial fue de un 20%.
En materia de consumo de cobre, China Continental tiene un papel en el mercado mundial más preponderante que los propios Estados Unidos. Se estima que el aumento de los precios del petróleo ha significado para los países exportadores una mejora de la relación de intercambio -entre el total de lo que exporta y el total de lo que importa- equivalente a un promedio de casi el 5,6% del PBI. En la actualidad, la clave en el mercado de los minerales y los metales, así como en todo lo que se refiere a la demanda mundial de los comodities, es China.
En el año 2004, el PBI Chino aumentó el 9,5% y en los primeros 6 meses de este año vuelve a repetir la performance que el año anterior. Conviene advertir, sin embargo, que este crecimiento excepcional de China no se aleja demasiado de su crecimiento poblacional porque su taza anual promedio acumulativa de crecimiento de los últimos 25 años -a partir de 1978- es del 9,4%. Lo que significa que este país de 1.300 millones de habitantes ha multiplicado por 4 su PBI desde 1978, y duplicado su ingreso real per cápita de su población.
Cabe señalar en este sentido que Gran Bretaña durante la Revolución Industrial -que tuvo lugar de 1780 a 1840- tardó 70 años en duplicar el ingreso real per capita de su población. Cuando emerge Estados Unidos como la principal potencia industrial del mundo en los diez años finales del Siglo XIX y en los primeros veinte años del Siglo XX, tardó 35 años en duplicar el ingreso real per capita de su población. China, ahora, tarda nueve años en hacerlo.
El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento promedio no menor del 8% anual de la economía china entre el 2006 y el 2010 con una tendencia a expandirse por encima de esta previsión, cosa que el propio FMI estima conservadoramente. Finalmente conviene advertir que este país -convertido ya en la tercera potencia del comercio exterior-, sumando lo que exporta más lo que importa, el año pasado recibió más de 60.600 millones de dólares de inversión extranjera directa. Es decir, un incremento del 13,3% anual. Esto indica que tiene un stock de capital surgido de una inversión extranjera directa de empresas transnacionales, de las empresas extranjeras radicadas allí que superan el 45% de su PBI.
También en 2004, el comercio internacional chino superó por primera vez el billón de dólares, moneda norteamericana. Las exportaciones ascendieron a 593.400 millones de dólares, lo que significa que han tenido un crecimiento del 35,4% en un año; y las importaciones crecieron todavía por encima de sus exportaciones, con un crecimiento de 561.400 millones en un año, un aumento del 36%. Esto significa que China sería la sexta economía del mundo en relación al impacto del comercio. Ya se ha convertido en la tercera economía mundial. Primero Estados Unidos, segundo República Federal Alemana y tercera es China.
El saldo global del año pasado favorable al comercio internacional chino fue relativamente reducido en relación a la magnitud del conjunto del comercio interior, ascendió a 32 mil millones de dólares. Se estima que al concluir el año 2005 el saldo global favorable va triplicarse, trepando al orden de los cien mil millones de dólares. Como consecuencia de este extraordinario aumento del comercio internacional chino-adviertan el crecimiento de sus exportaciones del 35% y el aumento de sus importaciones del 36% en un año- la economía mundial tuvo el mayor nivel de crecimiento en 30 años, el comercio internacional mundial creció 9% y el comercial internacional chino un 35%.
El resultado es que el Banco Central de Beijing con cifras de junio de 2005, ha acumulado un total de 711 mil millones de dólares de reservas. Sólo en 2004 las reservas en dólares o títulos del Tesoro Norteamericano, el Banco Central de Beijing declara 206.7 mil millones de dólares. Sin embargo, el dato más representativo para los países emergentes, y en general para los países exportadores de comodities -entre ellos en primera línea para los países mineros-, es el hecho de que el crecimiento económico chino, su transformación y su impacto en la economía global a través del crecimiento de su comercio internacional, parece haber modificado la naturaleza del mercado mundial de comodities.
China ha
remplazado a los Estados Unidos como el principal consumidor en cuatro de los
cinco productos básicos. La República Popular es el principal consumidor de los
siguientes minerales: carbón, acero, cobre, aluminio, magnesio, zinc. Sólo sede
la primacía a los Estados Unidos en materia de consumo de comodities en el
petróleo. Estados Unidos es el primer consumidor mundial de petróleo: consume
21.500.000 barriles de crudo diarios. Produce 10 millones e importa el
resto.
Por ejemplo, en consumo de acero ya es más del doble el consumo de China que el de Estados Unidos. En el año 2004 China ha consumido 258 millones de toneladas mientras que Estados Unidos consumió 104 millones de toneladas. Aunque el consumo de Estados Unidos de petróleo triplica al chino: 20,4 millones de barriles diarios versus 6,4 en 2004. El consumo de China se ha duplicado desde el año 1994 y la demanda actual está por encima del 9% anual, mientras que la economía norteamericana lo hace a un tasa de menos de la mitad, 4% anual.
Para ubicar el impacto de China en el mercado mundial de comodities conviene señalar también lo que implica la velocidad del incremento de consumo de comodities en China. Entre 1990 y el 2003, el auge del consumo mundial de petróleo fue del 13%; en este mismo periodo China aumentó 81%; en acero inoxidable la demanda en el mundo creció entre 1990 y 2003 48%, China el 806%; el del cobre aumentó 39% globalmente, en China en igual periodo 423%. El incremento del cemento Portland fue del 52% en el mundo y en China del 227%. Es el auge de la demanda en China en definitiva lo que está provocando un aumento sostenido del precio de los metales. Por ejemplo, el cobre alcanzó en agosto del 2005 su precio máximo en 15 años -1,7 dólar por libra- y el níquel llegó en enero a su precio máximo en 14 años.
En síntesis, el mercado mundial de comodities muestra dos cambios fundamentales: en primer lugar es China no Estados Unidos, el que se ha convertido en el principal consumidor mundial en cuatro de las cinco principales materias primas. Y luego en los últimos tres años, es la primera vez en la historia del capitalismo desde la Revolución Industrial en adelante -esto es desde 1780 en adelante-en que la demanda de la totalidad de los comodities crece al 10%. Aumenta la demanda de los granos mientras crece la demanda de los minerales y crece también los energéticos. Hasta hace tres años, crecía la demanda de los granos, caída la de los energéticos y también la de los metales. En los últimos tres años crecen al mismo tiempo, en relación directa al crecimiento excepcional del consumo y la demanda china.
Conviene advertir también en relación a la producción minera que si el crecimiento promedio de la economía china en los últimos 25 años es del 9,4% anual, en la industria china es algo sustancialmente mayor. Por ejemplo, el PBI ha crecido entre mayo del 2004 y mayo del 2005, 16,6%. Esto significa que el crecimiento chino se realiza fundamentalmente sobre la base de una triple vertiente: industrialización, urbanización y desarrollo de la infraestructura. Todas ellas actividades altamente consumidoras de comodities y, en primer lugar, de minerales.
Por ejemplo, en consumo de acero ya es más del doble el consumo de China que el de Estados Unidos. En el año 2004 China ha consumido 258 millones de toneladas mientras que Estados Unidos consumió 104 millones de toneladas. Aunque el consumo de Estados Unidos de petróleo triplica al chino: 20,4 millones de barriles diarios versus 6,4 en 2004. El consumo de China se ha duplicado desde el año 1994 y la demanda actual está por encima del 9% anual, mientras que la economía norteamericana lo hace a un tasa de menos de la mitad, 4% anual.
Para ubicar el impacto de China en el mercado mundial de comodities conviene señalar también lo que implica la velocidad del incremento de consumo de comodities en China. Entre 1990 y el 2003, el auge del consumo mundial de petróleo fue del 13%; en este mismo periodo China aumentó 81%; en acero inoxidable la demanda en el mundo creció entre 1990 y 2003 48%, China el 806%; el del cobre aumentó 39% globalmente, en China en igual periodo 423%. El incremento del cemento Portland fue del 52% en el mundo y en China del 227%. Es el auge de la demanda en China en definitiva lo que está provocando un aumento sostenido del precio de los metales. Por ejemplo, el cobre alcanzó en agosto del 2005 su precio máximo en 15 años -1,7 dólar por libra- y el níquel llegó en enero a su precio máximo en 14 años.
En síntesis, el mercado mundial de comodities muestra dos cambios fundamentales: en primer lugar es China no Estados Unidos, el que se ha convertido en el principal consumidor mundial en cuatro de las cinco principales materias primas. Y luego en los últimos tres años, es la primera vez en la historia del capitalismo desde la Revolución Industrial en adelante -esto es desde 1780 en adelante-en que la demanda de la totalidad de los comodities crece al 10%. Aumenta la demanda de los granos mientras crece la demanda de los minerales y crece también los energéticos. Hasta hace tres años, crecía la demanda de los granos, caída la de los energéticos y también la de los metales. En los últimos tres años crecen al mismo tiempo, en relación directa al crecimiento excepcional del consumo y la demanda china.
Conviene advertir también en relación a la producción minera que si el crecimiento promedio de la economía china en los últimos 25 años es del 9,4% anual, en la industria china es algo sustancialmente mayor. Por ejemplo, el PBI ha crecido entre mayo del 2004 y mayo del 2005, 16,6%. Esto significa que el crecimiento chino se realiza fundamentalmente sobre la base de una triple vertiente: industrialización, urbanización y desarrollo de la infraestructura. Todas ellas actividades altamente consumidoras de comodities y, en primer lugar, de minerales.
La
transformación cualitativa del mercado mundial de comodities, indica que el
alto nivel actual de crecimiento económico del mundo, ha permitido el mayor
nivel de expansión de la economía en los últimos 30 años, en todas las regiones
del mundo creciendo sin excepción. Esto muestra que de los 194 países
representados en las Naciones Unidas en el transcurso del año 2005, sólo tres
de estos 194 países están experimentando una situación de caída de la
producción, lo que parece señalar en definitiva, que esta situación ha
producido un salto cualitativo que se revela, entre otros aspectos, en el
cambio experimentado en el mercado mundial de comodities. Lo que significaría
también, en otros términos, que lo que está sucediendo en el mundo no tiene un
carácter cíclico, sino estructural, una de esas transformaciones que se
producen una vez en el siglo y que revela una nueva forma de acumulación
global, probablemente una onda larga en la historia del capitalismo.
Es en relación a su papel central en materia de consumo de comodities en la economía mundial actual que la República Popular China invierte en el mundo para garantizar la provisión de materias primas para su desarrollo industrial. Hasta el 2004 China lleva invertido ya 33 mil millones de dólares en industrias basadas en recursos minerales en todo el mundo. Se observa que ya lleva invertido 6 mil millones de dólares entre 2003 y 2004 en compras o asociaciones con empresas de gas y petróleo del mundo entero, desde Australia a Venezuela.
En enero del año 2005 la principal empresa minera china, hizo una oferta de 5,6 mil millones de dólares para la compra de NORANDA COMPANY, la principal empresa minera canadiense. Si la compra se concreta, será la mayor inversión en el exterior que realiza China, la convertirá en protagonista de primera línea en el mercado mundial de minerales. Es esta necesidad de metales para asegurar su desarrollo industrial lo que ha llevado a China a realizar también acuerdos con India, Mongolia, Chile, Australia, Brasil.
Tenemos una visión de lo que ha ocurrido en materia de producción y consumo de cobre de parte de China, que en el año 2005 tuvo un crecimiento de extraordinaria magnitud. Lo mismo sucede en materia de producción y consumo de acero. Se observa un salto cualitativo en el mundo de consumo de acero por la participación del mercado de China. Lo mismo sucede con el carbón y el petróleo.
Es en contexto de expansión de la economía mundial y de modificación de la naturaleza del mercado mundial de comodities, a impulso del crecimiento industrial de China y de Asia Pacífico en su conjunto, que el mundo asiste a una expansión también excepcional de la inversión minera de envergadura. Entre el año 2002 y 2007 la inversión minera total en el mundo alcanzará los 98 mil millones de dólares, según la estimación del World Bureau of Metals Estadistics. América Latina va ser la principal región receptora con un 29% de del total; África con 18%, Oceanía con 19%. A su vez, Argentina es parte de esta corriente mundial. Las inversiones en Argentina tuvieron un proceso de inversión de 6 millones de dólares anuales entre los años 1975 y1992. Y luego ascendieron a 100 millones por año entre 1996 y el 2000. En el periodo de crisis del 2001 bajaron, pero han vuelto a recuperarse hasta alcanzar un promedio de 90 millones por año hasta el 2004.
La Argentina se ha convertido desde principio de los años noventa en un productor emergente de oro y cobre en América Latina de importancia creciente, regional y potencialmente mundial. Ha llegado a exportar 1.090 millones de dólares en el año 2004, representando el 5% del total de las exportaciones en el 2004. En 1990 operaban siete empresas tradicionales mineras en Argentina. Hoy, lo hacen 55 de ellas. La participación en el PBI pasó del 1,5% en 1993 al 2% en el 2004 con la aparición de la gran minería. También, es significativa la relación que existe entre las exportaciones y la producción minera. En el año 2004 el 61% del total de la producción minera del país ha sido exportado.
Argentina se ubica en el sexto lugar entre los países del mundo con mayores recursos mineros. Conviene subrayar que entre los 10 primeros países del mundo, hay seis países de América del Sur: el primero es China, el segundo es Perú, el tercero es Filipinas, el cuarto es Brasil, el quinto es Chile, el sexto es Argentina. Sigue la lista con México, Bolivia, Venezuela y Burma. En materia de rentabilidad de la explotación de yacimientos de cobre y oro, Argentina ocupa el tercer lugar del mundo después de Sudáfrica. La superficie estimada de potencial minero en Argentina ronda los 750 mil km2, de los cuales falta explorar y explotar el 75%. Se estima que entre los 50 mil millones de dólares en gastos de exploración que se realizarán en los próximos diez años en el mundo, América Latina puede captar aproximadamente el 40%.
Es así que aparecen las perspectivas del potencial minero argentino. Para el año 2006, se prevé un valor total de la producción de dos mil millones de dólares, con exportaciones de 1.500 millones de dólares y con 30 mil puestos de trabajo directos de la actividad minera que permiten la contratación de120 mil puestos de trabajo indirectos.
Es en relación a su papel central en materia de consumo de comodities en la economía mundial actual que la República Popular China invierte en el mundo para garantizar la provisión de materias primas para su desarrollo industrial. Hasta el 2004 China lleva invertido ya 33 mil millones de dólares en industrias basadas en recursos minerales en todo el mundo. Se observa que ya lleva invertido 6 mil millones de dólares entre 2003 y 2004 en compras o asociaciones con empresas de gas y petróleo del mundo entero, desde Australia a Venezuela.
En enero del año 2005 la principal empresa minera china, hizo una oferta de 5,6 mil millones de dólares para la compra de NORANDA COMPANY, la principal empresa minera canadiense. Si la compra se concreta, será la mayor inversión en el exterior que realiza China, la convertirá en protagonista de primera línea en el mercado mundial de minerales. Es esta necesidad de metales para asegurar su desarrollo industrial lo que ha llevado a China a realizar también acuerdos con India, Mongolia, Chile, Australia, Brasil.
Tenemos una visión de lo que ha ocurrido en materia de producción y consumo de cobre de parte de China, que en el año 2005 tuvo un crecimiento de extraordinaria magnitud. Lo mismo sucede en materia de producción y consumo de acero. Se observa un salto cualitativo en el mundo de consumo de acero por la participación del mercado de China. Lo mismo sucede con el carbón y el petróleo.
Es en contexto de expansión de la economía mundial y de modificación de la naturaleza del mercado mundial de comodities, a impulso del crecimiento industrial de China y de Asia Pacífico en su conjunto, que el mundo asiste a una expansión también excepcional de la inversión minera de envergadura. Entre el año 2002 y 2007 la inversión minera total en el mundo alcanzará los 98 mil millones de dólares, según la estimación del World Bureau of Metals Estadistics. América Latina va ser la principal región receptora con un 29% de del total; África con 18%, Oceanía con 19%. A su vez, Argentina es parte de esta corriente mundial. Las inversiones en Argentina tuvieron un proceso de inversión de 6 millones de dólares anuales entre los años 1975 y1992. Y luego ascendieron a 100 millones por año entre 1996 y el 2000. En el periodo de crisis del 2001 bajaron, pero han vuelto a recuperarse hasta alcanzar un promedio de 90 millones por año hasta el 2004.
La Argentina se ha convertido desde principio de los años noventa en un productor emergente de oro y cobre en América Latina de importancia creciente, regional y potencialmente mundial. Ha llegado a exportar 1.090 millones de dólares en el año 2004, representando el 5% del total de las exportaciones en el 2004. En 1990 operaban siete empresas tradicionales mineras en Argentina. Hoy, lo hacen 55 de ellas. La participación en el PBI pasó del 1,5% en 1993 al 2% en el 2004 con la aparición de la gran minería. También, es significativa la relación que existe entre las exportaciones y la producción minera. En el año 2004 el 61% del total de la producción minera del país ha sido exportado.
Argentina se ubica en el sexto lugar entre los países del mundo con mayores recursos mineros. Conviene subrayar que entre los 10 primeros países del mundo, hay seis países de América del Sur: el primero es China, el segundo es Perú, el tercero es Filipinas, el cuarto es Brasil, el quinto es Chile, el sexto es Argentina. Sigue la lista con México, Bolivia, Venezuela y Burma. En materia de rentabilidad de la explotación de yacimientos de cobre y oro, Argentina ocupa el tercer lugar del mundo después de Sudáfrica. La superficie estimada de potencial minero en Argentina ronda los 750 mil km2, de los cuales falta explorar y explotar el 75%. Se estima que entre los 50 mil millones de dólares en gastos de exploración que se realizarán en los próximos diez años en el mundo, América Latina puede captar aproximadamente el 40%.
Es así que aparecen las perspectivas del potencial minero argentino. Para el año 2006, se prevé un valor total de la producción de dos mil millones de dólares, con exportaciones de 1.500 millones de dólares y con 30 mil puestos de trabajo directos de la actividad minera que permiten la contratación de120 mil puestos de trabajo indirectos.
Finalmente,
conviene ubicar las perspectivas de la producción minera en Argentina dentro
del contexto mundial. Una economía de expansión con el más alto nivel de
crecimiento de los últimos 30 años. Con todas las regiones creciendo al mismo
tiempo y con una creciente demanda de China y de la región de Asia en primer
lugar; altos precios del cobre; altos precios del oro; alza en los precios de
los metales básicos; crecimiento del Producto Bruto Mundial -que se estima que
va a estar en el orden del 4% y 4,3%-, todo esto como parte de una onda de
expansión mundial que tiene doble impulso: un salto extraordinario de
productividad de la economía norteamericana, por un lado, de la conversión de
China en una gigantesca plataforma transnacional de producción industrial, como
de los factores económicos fundamentales que son las empresas
transnacionales.
Para terminar, se presenta en la actualidad una situación de óptima demanda y de caída de los stocks. En algunas regiones del mundo que ofrecen el mayor potencial minero las crisis no vienen por el lado de lo económico, sino político, esto es, condiciones de gobernabilidad como una cuestión central en distintos países de América Latina. En síntesis, estas son las condiciones y perspectivas, las tendencias y oportunidades que ofrece el mercado mundial minero para los países de América Latina y El Caribe y también para Argentina.
Por: Dr. Jorge Castro
Fuente http://www.mineriaenargentina.com
Para terminar, se presenta en la actualidad una situación de óptima demanda y de caída de los stocks. En algunas regiones del mundo que ofrecen el mayor potencial minero las crisis no vienen por el lado de lo económico, sino político, esto es, condiciones de gobernabilidad como una cuestión central en distintos países de América Latina. En síntesis, estas son las condiciones y perspectivas, las tendencias y oportunidades que ofrece el mercado mundial minero para los países de América Latina y El Caribe y también para Argentina.
Por: Dr. Jorge Castro
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