Transparencia
Internacional presentó la última versión de su Índice de Percepción de la
Corrupción. Argentina está entre los cinco que más posiciones escalaron, y
México entre los cuatro que más cayeron
Por Darío
Mizrahi 25 de enero de 2017
Nueva Zelanda
y Dinamarca son los países menos corruptos del mundo, según el Índice de
Percepción de la Corrupción (IPC) 2016, que acaba de presentar Transparencia Internacional
(TI). Obtuvieron 90 puntos sobre 100, que sería el nivel mínimo de corrupción
que se puede tener. Completan las primeras posiciones del ranking Finlandia
(89), Suecia (88), Suiza (86), Noruega (85), Singapur (84), Holanda (83),
Canadá (82), y Alemania, Luxemburgo y el Reino Unido (81).
"Si bien
ningún país está exento de corrupción, los países en el extremo superior
comparten características de gobierno abierto, libertad de prensa, libertades
civiles y sistemas judiciales independientes", sostiene el informe de TI.
Esta organización no
gubernamental, que elabora el índice líder en materia de transparencia en la
administración pública desde 1995, afirma que como la corrupción se da necesariamente de manera subrepticia no hay
forma de medirla directamente. ¿Cómo calcular la cantidad de sobornos o de
desvíos de fondos? En todo caso, se puede saber lo que se denuncia,
pero eso es sólo una parte. Por eso el IPC se construye a partir de encuestas
realizadas a personas que tienen acceso a información privilegiada o que deben
lidiar habitualmente con funcionarios públicos, como empresarios y
especialistas de distintos ámbitos.
Somalia, con
sólo 10 puntos, es por décimo año consecutivo el país más corrupto del mundo entre
los 176 incluidos. Lo
siguen muy de cerca Sudán del Sur (11), Corea del Norte (12), Siria (13), Libia
(14), Yemen (14), Sudán (14), Afganistán (15), Guinea-Bisáu (16), Venezuela
(17) e Irak (17).
"Los casos de
corrupción a gran escala —afirma el documento—, desde Petrobras y Odebrecht en
Brasil hasta el ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, muestran cómo la colusión entre empresas y políticos
arrebata a las economías nacionales miles de millones de dólares de ingresos
que se desvían para beneficiar a unos pocos, a costa de la mayoría. Este
tipo de corrupción a gran escala y sistémica redunda en violaciones de derechos
humanos, frena el desarrollo sostenible y favorece la exclusión social".
Los que más
posiciones retrocedieron en comparación con 2015 son Mauritania y Mozambique:
30 puestos. Después viene
Trinidad y Tobago, con 29. Casi
tan mal le fue a México, que cayó 28. Luego aparecen Tailandia
(25), Macedonia y Yibuti (24), El Salvador (23), Lesoto, Madagascar y Gambia
(22).
En cambio, el que más escaló fue Bielorrusia, que trepó
28 posiciones. Cerca quedaron Surinam (24), Timor Oriental (22) y
Laos (16). La Argentina, que subió
12 puestos, fue el quinto que más creció. "La puntuación de la Argentina,
que ha dejado atrás un gobierno populista, está comenzando a mostrar
mejoras", sostiene TI en referencia a la salida del poder de
Cristina Kirchner y la asunción de Mauricio Macri, en diciembre de 2015. De
todos modos, sigue estando en una pobre ubicación: 95° a nivel global, y 8° en
el plano latinoamericano.
La región no
tiene ningún representante entre los primeros 20, y sólo hay tres entre los
primeros 50: Uruguay (21°), Chile (24°) y Costa Rica (41°). Otros seis entran si se eleva
la vara hasta los 100: Cuba (60°), Brasil (79°), Panamá (87°), Colombia (90°),
El Salvador (95°) y la Argentina.
Brasil, que
sumó dos puntos entre 2015 y 2016, es uno de los cinco de la región que
mejoraron la nota. Los
otros son la Argentina (4), Paraguay (3), Costa Rica (3) y Haití (3). "La
puntuación de Brasil en el índice, por ejemplo, ha descendido
significativamente en comparación con cinco años atrás, tras la revelación de
sucesivos escándalos de corrupción en los que se vieron envueltos políticos y
empresarios de primera línea. Sin embargo, el país ha demostrado este año que, mediante el trabajo independiente de
los organismos encargados de la aplicación de la ley, es posible exigir que
rindan cuentas personas que antes se consideraban intocables", dice
TI.
El peor de América
Latina sigue siendo Venezuela, que con apenas 17 puntos se ubica 166° sobre 176
a nivel mundial. Apenas mejor están Haití (159°), Nicaragua (145°), Guatemala
(136°), Honduras (123°), México (123°) y Paraguay (123°). El de México es un caso preocupante, porque
es el que más puntos bajó: 5. Pero también genera interrogantes el retroceso de
los dos líderes regionales, Chile (4 puntos) y Uruguay (3).
Corrupción
y populismo
"Las personas
ya están cansadas de las promesas vacías de muchos políticos que aseveran que
combatirán la corrupción, por lo que muchos optan por apoyar políticos
populistas que aseguran que podrán cambiar el sistema y terminar con el ciclo
de corrupción y prebendas. Sin embargo, lo más probable es que esto no haga más
que agudizar el problema", alerta el informe.
El jurista peruano José
Ugaz, presidente de TI, se mostró especialmente preocupado por el avance del
populismo. "En países con
líderes populistas o autocráticos —dijo—, a menudo vemos democracias que
retroceden y un patrón alarmante de acciones tendientes a reprimir a la sociedad
civil, limitar la libertad de prensa y debilitar la independencia del poder
judicial. En vez de combatir el capitalismo clientelista, estos líderes,
por lo general, instalan sistemas corruptos incluso peores".
"Solamente si
existe libertad de expresión, transparencia en todos los procesos políticos e
instituciones democráticas sólidas, la sociedad civil y los medios de
comunicación podrán exigir que quienes están en el poder rindan cuentas por sus
actos y será posible combatir con éxito la corrupción", concluyó Ugaz.
dmizrahi@infobae.com
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