miércoles, 4 de enero de 2012

Jueces en la mira por jubilaciones de privilegio



El organismo denunció maniobras fraudulentas en causas de reajustes de haberes. Al mismo tiempo, empezó a desplegar controles sobre el régimen jubilatorio que beneficia a los magistrados y detectó pagos incompatibles. Hay haberes de más de 60 mil pesos.

“En la Argentina hay jubilaciones superiores a los 100 mil pesos que la Anses paga todos los meses, producto de sentencias judiciales con retroactivos muy grandes”, advirtió ayer el titular de la Anses, Diego Bossio. “Son cuestiones que generan privilegios y no justicia, y lo mismo ocurre muchas veces con las jubilaciones de los propios jueces, que superan los 60 mil pesos”, avanzó. El funcionario hizo estas declaraciones luego de denunciar nuevos casos de “caranchos previsionales”. Es decir, maniobras armadas entre jueces o secretarios de juzgados y abogados previsionales para defraudar a la Anses, dictando fallos que la obligan a pagar sumas millonarias. El organismo detectó expedientes en los que tuvo que desembolsar más de un millón de pesos en retroactivos y actualizar los haberes de los jubilados demandantes por arriba de los 50 mil pesos mensuales. Al comprobar la estafa, hizo las denuncias penales correspondientes y reclamó la restitución del dinero (ver aparte).

Pero Bossio no se detuvo allí. También apuntó contra “situaciones de privilegio” que benefician a los jueces en general, cuyo régimen especial les permite cobrar jubilaciones que llegan a los 60 mil pesos mensuales. En este caso, según pudo saber Página/12, la Anses empezó a desplegar una serie de controles sobre la liquidación de haberes de magistrados, fiscales, secretarios y demás miembros del Poder Judicial. El promedio de ingresos en este sector es de 22.353 pesos mensuales en el caso de los jubilados y de 15.598 pesos entre los pensionados. Son diez veces más de lo que ganan en promedio el resto de los jubilados del régimen general. La investigación del organismo ya detectó situaciones irregulares. Hay nueve funcionarios judiciales de alto rango a quienes se ha intimado o se lo hará a corto plazo por seguir cobrando la jubilación, a pesar de que al mismo tiempo siguen ejerciendo como magistrados u otros cargos y percibiendo la totalidad de su sueldo por esa función, lo cual es incompatible.

La Anses exige la renuncia al haber previsional o, en todo caso, que opten por ese ingreso y dejen de percibir el otro. Según la ley que establece el régimen jubilatorio para los miembros de la Justicia federal, los beneficiarios “que sean convocados (a trabajar) podrán optar por continuar percibiendo el haber o por cobrar la remuneración propia del cargo al que han sido llamados y, en este último caso, se suspenderá la liquidación de aquel haber”. Si la tarea durara más de un mes, entonces sí podrían percibir “un tercio del sueldo que corresponda al cargo que ejerzan”. La excepción que les permite acceder a la totalidad de la remuneración es si se desempeñan como docentes. Pero no es lo que ocurre en los nueve casos de incompatibilidades detectados por la Anses. Entre ellos hay jueces de “alto rango”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio hace dos semanas el marco en el cual se desarrolla el trabajo de la Anses, que analiza el desempeño de la Justicia en las causas previsionales y el régimen de liquidación de jubilaciones de los propios jueces. La jefa de Estado se refirió al tema el día que anunció un tope a las tasas de interés de los créditos para jubilados que otorgan mutuales, cooperativas y otras entidades. “Siempre nos dicen que la Justicia quiere cuidar a los jubilados. (Pero) los cuidan cuando la plata la pone el Estado, cuando la plata se la sacan a los privados la Justicia no existe”, reprochó en aquella oportunidad. Y agregó: “Si el Estado tiene que poner la plata, la tiene que poner, toda, corresponda o no corresponda, doble o triple. Todavía tenemos jubilaciones de privilegio. También vamos a comenzar a hablar de eso más adelante”.

Uno de los regímenes “de privilegio” es el que involucra a los jueces. En relación con éstos también existe una profunda polémica por haberse autoexcluido del pago del Impuesto a las Ganancias. Por lo pronto, la Anses empezó a involucrarse en el tema verificando que los jubilados de ese sistema cumplan con los requisitos establecidos. Además de aquellos nueve funcionarios que presentan incompatibilidades, el organismo previsional tiene bajo análisis 120 expedientes de jueces, secretarios y otros habitantes de tribunales para determinar si sus haberes fueron liquidados como corresponde.

En total, el régimen de jubilaciones de los jueces tiene 4051 beneficiarios. Como se indicó más arriba, los jubilados ganan 22.353 pesos en promedio y los pensionados, 15.598. Ello arroja un promedio general del sistema de 19.896 pesos. El haber más alto es de 62.407 pesos (ver aparte). La jubilación se compone de distintos ítems, como el sueldo básico, un suplemento remunerativo por la acordada 71/93, compensación jerárquica, compensación por residencia y antigüedad, entre otros. La Anses está verificando que esos distintos rubros que conforman la jubilación estén bien determinados. En la liquidación del haber inicial interviene tanto ese organismo como el Poder Judicial, a través del Consejo de la Magistratura.

El régimen jubilatorio especial para los jueces empezó a conformarse en 1969 durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y tuvo sucesivas mutaciones hasta adquirir su forma actual. Los magistrados y funcionarios judiciales hoy pueden jubilarse a los 60 años –en el régimen general son 65 años–, con 30 de servicio, de los cuales 15 o 20, según fueran continuos o discontinuos, deben desarrollarse en la carrera judicial. El haber es del 82 por ciento móvil del cargo en actividad. No existen topes ni al monto de la jubilación ni al de aportes. Además, deben aportar un punto porcentual adicional al régimen general. “El Estado está trabajando por la inclusión y no por los privilegios”, deslizó ayer Bossio.

Por David Cufré

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