La oposición; contra la propuesta lógica para la reelección de la presidente Fernandez de Kirchner, no tiene ningún argumento válido (creíble, aceptable, razonable, lógico o comprobable) que pueda (o puedan) esgrimir contra la enmienda; todos los argumentos presentados hasta el momento son subjetivos, dogmáticos, viscerales, peyorativos, y desesperados ante una realidad ineludible, histórica e inocultable.
La propuesta (NyP)simplemente rebaza cualquier muro de contención o intento por detenerla, debido a la esencia humana contenida dentro de sí misma, ella es lógica, pragmática, irrebatible. Los líderes oposicionistas contra la propuesta se han estrellado estrepitosamente contra su propia capacidad para subestimar los cambios sociales no verlos, sentirlos, estudiarlos, analizarlos.
Los oposicionistas contra la propuesta carecen totalmente de sentido práctico, filosofía política, estrategia definida y capacidad táctica contra ella, por el hecho real de que la propuesta nace del estado de conciencia política del pueblo, que sabe lo que quiere y lo que busca, la propuesta constituye un pilar elemental de la revolución dentro de la revolución, el verdadero poder del pueblo, y la liberación del sometimiento histórico que lo mantuvo sumergido en la oscuridad intelectual más abyecta de la clase dominante, (oligarquía) que descontextualiza (desvirtúa) hasta los pensamientos de San Martin para aprovecharlos a su favor.
La propuesta es libertad y Peronismo puesto en práctica por el pueblo: la presidente Cristina lo instituyo oportunamente con el compañero Néstor hace 8 años años.
De los tantos artilugios usados por la oligarquía al servicio del imperio, que impuso normas políticas a toda Suramérica; están la democracia alternativa y pluralista, la alternabilidad o alternancia en contra de una fulana perpetuación en el poder, asunto consumado en Argentina por el pacto de poderes financieros, oligárquicos y transnacionales.
Si la Presidente Fernández de Kirchner es derrotable electoralmente a que le temen (señores oligarcas temblad).
Andrés Peebles
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