Cultivo una rosa blanca y sin espinas
En cualquier tiempo que sea
Para que los compañeros me vean
Lo hago noche, tarde y día
En mi jardín de esperanzas
Con abono de amor y utopías
Con riego de trabajo y lealtad
Ella está firme y hermosa
Mi rosa sin espinas. Cristina es su nombre
Yo le llamo libertad.
* Andrés Peebles.
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