La
organización sindical argentina reúne particularidades propias que la hacen
diferente a las existentes en el resto de América y Europa. El justicialismo y
la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) han fijado las bases filosóficas para un
modelo nacional con validez universal. Existen tres modelos sindicales en el
mundo: marxista, liberal y socialdemócrata.-
El
modelo sindical marxista era un instrumento del Partido Comunista para la toma
del poder político, al menos concebido así, hasta la implosión de la URSS y el
Fin de la Historia de Francis Fukuyama. O sea, era un brazo al servicio del PC
para afianzar sus planes estratégicos. Este modelo sindical está reñido con la
idiosincrasia de nuestro pueblo.-
El
sindicato liberal (o mejor dicho liberal-capitalista), es el típico sindicato
de empresa, es una cortina de humo en la plutocracia internacional. En
Argentina el ejemplo paradigmático fue la ex-Fiat.
El
sindicato socialdemócrata se presentó como una tercera vía o la vía verdadera,
actuando bajo las banderas del progresismo democrático y social, con metas que
son, en la práctica, inalcanzables. El proyecto socialdemócrata socializa la
gestión pero deja intacta la propiedad, inhibiendo al movimiento obrero
organizado (MOO) de la verdadera participación que debe tener en la
conformación de las políticas económicas y laborales para la nación.-
Por
otra parte, priva al trabajador de la verdadera participación en la propiedad,
que es la única participación efectiva, lo demás es bla, bla, bla.-
Responde
el modelo sindical argentino a alguno de estos tres que acabamos de describir.
La respuesta es no. El sindicato es una organización libre del pueblo, no un
producto del Estado, es una creación de abajo hacia arriba, basada en el
principio de solidaridad profesional, con representación unitaria por rama de
producción o actividad y que tiene por finalidad la defensa de los intereses de
los trabajadores, tanto económicos como sociales, políticos, culturales, etc.-
El
sindicato busca la superación del salario para enraizarlo con la propiedad,
pues la verdadera participación es en la propiedad. Podemos resumirlo así:
hacer que el fruto del esfuerzo conjunto del capital y el trabajo allanen el
camino de acceso a la propiedad.-
La
desindicalización del peronismo con el avance “renovador”, luego de la derrota
electoral de 1983, no solo alteró la estructura movimientista del peronismo,
sino que la propia estructura sindical mutó.-
Con
la llegada de Néstor Kirchner al gobierno, el peronismo recuperó su espíritu
movimientista y hasta selló una alianza con la CGT que parecía indestructible.
El propio Néstor es quien respalda a Hugo Moyano para que alcance la Secretaría
General de la central obrera.-
Los
días previos al paro nacional del miércoles pasado, muchos simpatizantes y
seguidores del gobierno, lanzaron críticas y colgaron el cartel de traidor
sobre Hugo Moyano.-
El
análisis, se hace insoslayable y a esta altura queda claro que es Cristina la
que avanzó sobre Moyano, solo que este, a diferencia de Scioli (¿el obediente?)
decidió presentar batalla en la arena política. Todos sus movimientos fueron
torpes, un verdadero elefante en el bazar. Creo que Hugo conoce muy bien la
arena sindical, pero nadie lo advirtió, en el mejor de los casos, o
directamente no quiso escuchar, en el peor, que sus posturas y avances serían a
pura pérdida de capital político, dentro y fuera del MTA, la CGT y el
Movimiento.-
A
estas alturas, debemos repasar sus reclamos públicos, acerca de la necesidad
que en Argentina haya un trabajador como presidente, tal como planteara en el
acto de River Plate y en el que Cristina optó por responderle, un detalle que
no debe ser pasado por alto. A su reclamo, Cristina le dio entidad. A
posteriori el cierre de listas para las elecciones de 2011 aumentaron las
tensiones, aunque todos trataran de disimularlas.-
Lo
venimos diciendo desde hace un tiempo, el sillón de la CGT ya tiene otro dueño
y el gobierno, de manera legítima o no, apuesta fuerte en la interna sindical.
Es necesario remarcar que siempre ha jugado, de hecho, Hugo Moyano accede a ese
sitio con el apoyo de Néstor Kirchner. En los reclamos por lugares en las
listas no queda claro si Moyano tironeaba por lograr que la CGT ocupe el rol de
columna vertebral o directamente llevó la pelea hasta el límite de intentar ser
cabeza del movimiento.-
Veremos
en los próximos meses si el FPV se reconfigura, si teje nuevas alianzas y como
se prepara para las elecciones de 2013, donde renueva pocas bancas por la baja
performance electoral de 2009.-
Ese
es el análisis de los cambios en la estructura de poder, horizontal y vertical,
veremos si el gobernador de la Provincia de Buenos Aires sigue siendo obediente
o decide dar pelea política como Hugo Moyano. La diferencia es que Scioli
necesita mantener imagen y votos de cara a la sucesión en 2015. Por otra parte,
veremos si la reconfiguración es solo de la estructura del FPV o existe un
corrimiento en las políticas que fueron legitimadas en las últimas elecciones.
La crisis económica-financiera mundial y las recetas aplicadas para resolverla,
ponen en duda si la desaceleración en la actividad económica de los países emergentes,
no llegarán a niveles de recesión. El desafío del FPV es sostener políticas que
permitan a la clase trabajadora acceder a la propiedad, claro que los factores
externos impactarán y se hará difícil sostener la demanda agregada y la
actividad económica.-
Publicado por Guillermo
Javier
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