Temperley, 25 de febrero de 2018
Estimado señor Jorge Lanata
De mi mayor consideración:
Me dirijo a usted, a raíz de su presentación del tema sobre la despenalización del aborto, realizada el jueves próximo pasado en el programa radial de la mañana que usted conduce por Radio Mitre, y por su artículo-nota publicada el 24 de febrero en el diario Clarín (“La discusión por el aborto trasciende a las ideologías”).
Que quede claro que reconozco en usted y valoro su trayectoria periodística, que en muchos casos ha sido de gran aporte para el país, más allá de algunas circunstancias que no empañan ni disminuyen su labor, y que no vienen al caso discutir ahora. Se podrá o no coincidir con usted, sin que ello pueda poner en duda su capacidad y su profesionalidad.
Yendo al tema en sí, usted sostiene que el hecho que se plantee el debate sobre la despenalización del aborto constituye un paso positivo. Muchos de los entrevistados ese día por usted coinciden con su apreciación, así como muchos de los que están a favor de la iniciativa.
1. Según su sentido etimológico, el aborto constituye el acto de arrancar (ab) un ser humano del útero materno e impedirle nacer (ortus). En sentido estricto, abortar consiste en quitarle la vida a un ser humano, es decir, matarlo. ¿Por qué entonces, en este caso, matar es un progreso y constituye un paso positivo discutir su despenalización? Según el Código Civil, el aborto es un atentado a la vida humana. Llama la atención que se pretenda despenalizar un delito, es decir, se pretende dejar sin castigo un delito, porque el delito no deja de ser delito.
2. Usted sostiene que la iniciativa en curso pretende “evitar miles de muertes en abortos clandestinos”, pero al mismo tiempo reconoce que esas miles de muertes en realidad son “43 por año, según datos del Ministerio de Salud”. ¿En qué quedamos? ¿Son miles o son 43?
Pero más grave que esta incongruencia, es que usted toma como cierta la cifra de los 450 mil abortos anuales en el país (invento del procesista Ginés González García, en todo caso corroborado por Amnesty International, subsidiada a su vez por organismos e instituciones que impulsan la despenalización del aborto a nivel global),la tasa de muerte “materna” por aborto es de 0,001%. Según estos datos, no hay proceso médico más seguro que éste entonces. Son más las muertes por accidentes cardíacos, por intervenciones quirúrgicas o por mala praxis médica que las “maternas” clandestinas. Según usted, para supuestamente “salvar” 45 vidas hay que legalizar la matanza de 450.000. ¿No le parece mucho?
Paradójicamente, lo que supuestamente genera la “mayor cantidad de muertes maternas” es el hecho que se pretende rechazar la maternidad. No son las madres embarazadas las que mueren, sino las que quieren desembarazarse. Rechazan ser madres, por eso mueren.
En su artículo usted no cita al colaborador del Proceso de Reorganización Nacional recién mencionado, sino a Amnesty International. ¿Pero usted no sabe que esta ONG recibe subsidios de la National Endowment for Democracy (NED), fundada por Ronald Reagan; de la Ford Foundation(propiedad de la familia Rockefeller), de la Open Society Foundation (propiedad de George Soros, operador a escala global de los intereses estratégicos de la Banca Rothschild británica). ¿Usted considera que se puede tomar en serio a estos representantes del poder financiero mundial, interesados fundamentalmente en imponer el control de la natalidad a nivel mundial, a como dé lugar?
Pero en última instancia, ¿desde cuándo un dato estadístico constituye un fundamento para decidir un criterio moral, legal o político?
3. En su artículo, usted afirma que “confundir la moral de cualquier credo con la moral laica es un error”. Lamento informarle que usted está confundido, don Jorge. El aborto no es un problema religioso, es un problema moral, porque es un crimen. Ya en el siglo V a. C. el famoso médico griego Hipócrates consideraba al aborto un crimen, por eso obligaba a los médicos a hacer el famoso juramento en el que se obligaban a no intervenir en acciones abortivas. Hasta donde se sabe, Hipócrates no era cristiano.
También el Derecho Romano, que no era cristiano, legisló sobre la prohibición del aborto, porque el hijo en el vientre materno ya es una persona distinta a la madre. El jurista Gaio (siglo II d. C.), el Digesto de la época del emperador Augusto, constituyen ejemplo de este criterio. Como usted bien sabrá, el Derecho Romano de cristiano no tiene nada.
Estimado Lanata, no es un problema de credo vs. Pensamiento laico, ES UN PROBLEMA DE SENTIDO COMÚN: ¿cómo se puede pretender imponer la pena de muerte para un ser humano que es el más indefenso e inocente de todos? ¿Por qué no piden la pena de muerte para criminales, secuestradores homicidas, asesinos al volante, etc., que matan realmente, pero sí la piden para quienes no han matado a nadie? ¿Eso es progreso para usted: VIDA PARA LOS CRIMINALES, MUERTE PARA LOS INOCENTES?
4. Tanto en su programa radial como en su artículo usted dice que “el aborto es una realidad”, “los abortos suceden” y que “aunque las leyes lo prohíben, los abortos se realizan igual”, por eso hay que pensar en su despenalización. Con este mismo criterio, habría que despenalizar la violencia de género, porque las mujeres no sólo son agredidas, sino mucho más que antes de la ley; habría que despenalizar los robos bancarios, porque se cometen igual, aunque la ley los prohíba; habría que despenalizar los asaltos a particulares seguido de muerte, porque “suceden”; habría que despenalizar la corrupción, porque aunque la ley la prohíbe los actos de corrupción “suceden”.
Usted afirma en su escrito: “los abortos suceden”, y “se trata de no agravarlos con la muerte de quien lo decidió”. ¿SE DA CUENTA DE LO QUE ESTÁ DICIENDO?: cuando una mujer mata a su hijo en el vientre, entonces preocupémonos que no muera en el intento. ¿ESTO ES PROGRESISTA?
Usando su misma lógica, “los femicidios suceden”, entonces despenalicémoslos, “para no agravarlos con la muerte de quien los decidió”; “los secuestros extorsivos suceden”, entonces despenalicémoslos, “para no agravarlos con la muerte de quien los decidió”; “las violaciones suceden”, entonces despenalicémoslas, “para no agravarlos con la muerte de quien las decidió”.
Estimado Lanata, usted piensa que una mujer tiene derecho a abortar si no quiere tener el hijo que engendró. ¿SABE QUE LO MISMO DIJO EN 1972 Y 1973 JOHN DAVISON ROCKEFELLER III, el diseñador y estrategia del holocausto demográfico universal? Tómese el trabajo de leer Population and the American Future y The Second American Revolution, y entonces podrá comprobar que USTED PIENSA IGUAL QUE LA OLIGARQUÍA FINANCIERA QUE HA DISEÑADO EL CONTROL POBLACIONAL MUNDIAL, PARA PODER GOZAR EN PAZ DE LA RIQUEZA QUE SE HAN ROBADO durante todas estas últimas décadas.
Usted pensará que es muy progresista lo que plantea en este tema, pero sólo repite lo mismo que la oligarquía financiera internacional, que es la clase más reaccionaria y criminal de todas.
¿Por qué no amplía el debate y propone la “interrupción del proceso respiratorio” de los que secuestran y matan, de los que violan a criaturas indefensas, etc.? ¿Por qué sólo la pena de muerte para los seres más inocentes e indefensos de todos, y no para los verdaderos y auténticos criminales, más parecidos a ratas que a seres humanos? ¿O por qué no despenalizamos los ataques de los padres que descubren a pedófilos que pretenden someter a sus hijas, como fue el caso de hace pocos días y que usted comentó en su programa? Usted dijo que nadie puede aplicar la ley o hacer justicia por mano propia, ¿entonces por qué una persona puede decidir matar a su hijo por qué no quiere hacerse cargo de su existencia? En Population and the American Future, capítulo 11, John Davison Rockefeller III afirma que “solo deben ser traídos al mundo los hijos deseados o queridos”, justificando así el “derecho al aborto”. Me da mucha lástima y mucha desilusión comprobar que usted piensa igual que esa rata yanqui.
Lo peor de todo es que creen que están formulando un pensamiento y propuestas progresistas, cuando en realidad ESTÁN DIVULGANDO LITERALMENTE EL IDEARIO CRIMINAL DE LA FAMILIA ROCKEFELLER. Se creen democráticos, pero piensan igual que los oligarcas angloamericanos que se están robando el mundo y “necesitan” que no venga más gente al mundo.
Lo saludo atte.
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