El pasado 13 de agosto, la mayoría de los electores le
dieron un mensaje muy claro al Gobierno de Macri, Vidal y Bullrich: dos de cada
tres bonaerenses dijeron, con su voto, que hay que frenar el ajuste.
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Carta abierta a todos los ciudadanos y las ciudadanas que
votaron listas opositoras en la Provincia de Buenos Aires.
El pasado 13 de agosto, la mayoría de los electores le
dieron un mensaje muy claro al Gobierno de Macri, Vidal y Bullrich: dos de cada
tres bonaerenses dijeron, con su voto, que hay que frenar el ajuste.
Hay esperanza. Entre todos y todas, obtuvimos un resultado
importante que el Gobierno no debería ignorar. Pero, como ya sabemos, lo va a
hacer. De hecho, ya prepara el GRAN ajuste para después de las elecciones de
octubre. Flexibilización laboral que afectará el sector registrado del trabajo,
despidos en el sector público, recorte de jubilaciones y pensiones, ajuste a las
Provincias y más aumento en las tarifas de los servicios de luz, gas y agua,
agregándose el transporte, entre otros, constituyen la segunda fase del ajuste.
Este Gobierno no escucha. Este Gobierno no rectifica.
Estamos en un momento histórico en Argentina. Además del
durísimo ajuste que conocemos y padecemos, y que ha desordenado la vida de la
gente, estamos viendo como en las últimas semanas se está produciendo un
peligroso deterioro del Estado de Derecho, cuya expresión más dramática es la
desaparición forzada de Santiago Maldonado, y el descarado uso partidista de
las instituciones de la República.
Para imponer este GRAN ajuste después de las elecciones de
octubre, el Gobierno quiere y sobre todo necesita una sociedad débil,
organizaciones sociales divididas y una oposición fragmentada. Para imponer
este GRAN ajuste el Gobierno utilizará toda su capacidad para manipular la
realidad y engañar a los argentinos como lo ha hecho en el resultado electoral
de las PASO, por ejemplo. Las mentiras se mezclan con engaños para imponer su
relato. La concentración de poder y la complicidad de importantes sectores
económicos y mediáticos configuran una poderosa maquinaria de propaganda. Pero
los argentinos y argentinas conocen, en carne y hueso, la verdad y la auténtica
realidad, incluso muchos de aquellos que decidieron igualmente votar al
Gobierno.
La realidad del ajuste y del que tienen preparado para
octubre si no los frenamos antes; la realidad de la desocupación y de un
trabajo cada vez más precario en el que la plata no alcanza; la realidad del
tarifazo y su plan para aplazar sus aumentos y dividir el pago de las facturas
de invierno del gas para después de las elecciones; la realidad de una deuda
brutal que está hipotecando el futuro y el de nuestros hijos e hijas; la
realidad de la degradación de la justicia al servicio de la política
partidaria; la realidad de los aumentos en medicamentos, el encarecimiento de
la canasta básica o el empobrecimiento de cada vez más argentinos. De todo esto
el Gobierno, y sus candidatos, no quieren hablar.
El Gobierno de Mauricio Macri elude sus responsabilidades y
manipula la realidad para enfrentarnos y dividir a la mayoría. Quiere una
sociedad debilitada y sin capacidad de fiscalizar su actividad. Sólo podremos
frenar esta política económica y las amenazas a la vida y a los derechos y
garantías ciudadanas con nuestro voto.
Los ciudadanos y ciudadanas que votamos a las listas
opositoras somos mayoría y nosotros no podemos, como lo hace el Gobierno,
eludir nuestras responsabilidades. Quienes conformamos la oposición, porque
allí nos colocan nuestro pensamiento y el voto popular, sabemos del GRAN ajuste
que vendrá después de las elecciones y de sus consecuencias económicas y
sociales. También sabemos que el Estado de Derecho está severamente amenazado.
Por eso tenemos la responsabilidad de evitar mayores sufrimientos a los
argentinos y argentinas.
Estas elecciones no son la segunda vuelta del 2015. Tampoco
son la primera vuelta del 2019. Son las elecciones para decidir si el Gobierno tiene
un cheque en blanco para proseguir con el ajuste y el endurecimiento de sus
políticas, o bien si podemos evitar más dolor y sufrimiento para nuestros
compatriotas frenando el nuevo GRAN ajuste que planea el Gobierno de Mauricio
Macri para después de octubre. ¿Vamos a esperar? ¿Vamos a permitir que cálculos
políticos y legítimas ambiciones personales en el futuro dejen que AHORA el
Gobierno imponga su GRAN ajuste?
Creo, sinceramente, que ahora es el momento de Unidad
Ciudadana, el mejor instrumento que tenemos HOY para que la voz de la mayoría
social y electoral sea también una mayoría política en las instituciones. Nadie
debe renunciar a nada. Ni a sus ideas, ni a lo que dijo, ni a lo que hizo,
menos aún, a sus aspiraciones futuras. Ganemos juntos ESTA elección y hablemos
todos y todas, de TODO. Sin limitaciones y sin reservas.
Argentina espera que estemos a la altura de nuestra
responsabilidad. Ahora el Gobierno debe tener un límite, y solo lo tendrá si
ganamos las elecciones de octubre. Sabemos cómo hacerlo y con qué boleta. Solo
hay una que nos lo permite. Y no es arrogancia ni soberbia: es la lectura
objetiva del resultado electoral del 13 de agosto. Y mañana trabajemos, unidos
y unidas, por la construcción de una mejor alternativa política para el futuro.
Hago un llamado democrático a favor de una ciudadanía que se ha manifestado
mayoritariamente contra el ajuste del Gobierno y para cambiar el rumbo
económico.
Creo que la alternativa a las políticas de este Gobierno se
forja desde la calle, desde las urnas y desde las instituciones. Trabajemos
juntos en el Congreso con un Plan de Emergencia Nacional para frenar la dureza
del ajuste en donde más fuerte ha golpeado: en el empleo, las tarifas, los
alimentos y los medicamentos; y evitar el nuevo y GRAN ajuste que tienen
previsto para después de octubre, como todos y todas sabemos. Es imprescindible
que la mayoría social que hoy está clamando cambiar de rumbo económico y el
respeto al Estado de Derecho, tenga una mayoría política y parlamentaria que
pueda defenderla.
Desde Unidad Ciudadana, y yo misma, estamos dispuestos a
iniciar un nuevo ciclo político basado en el trabajo conjunto de todas las
sensibilidades opositoras. Creo imprescindible que esa mayoría social que se
manifestó contra el ajuste, tenga una correlativa expresión electoral e
institucional. El Gobierno NO puede tener un cheque en blanco para el GRAN
ajuste. Y solo la boleta de UC nos lo permite. No les pedimos el voto para
nosotros, sino que ofrecemos nuestra boleta para que pueda representar su voto opositor
y trabajar en conjunto por un cambio de rumbo económico en el futuro y el
respeto al Estado de Derecho en el presente.
Podemos hacerlo. Debemos hacerlo.
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