En días eleccionarios en donde se transmiten interminables reportajes sobre la presencia de la “corrupción ” en comicios, poco es lo que trasciende sobre los hechos más significativos de nuestro convivir ciudadano.
Tanto la Derecha como el gobierno dan muestras de estar anómicos, es decir, el medio donde sobreviven no está de acuerdo con sus expectativas; nunca nos había tocado presenciar a tanto miembro de nuestra clase política tratando de ser asertivos con la masa.
Jamás las minorías sexuales habían tenido tanta tribuna. Hoy es posible verlos exigiendo sus derechos a ser escuchados. La derecha homofóbica, ha pasado a una estancia más dialogante.
Cosa curiosa, Cristina es posible pase al recuerto por ser el gobierno donde las minorías sexuales obtuvieron sus mayores reconocimientos. Al decir de Lemebel, escritor, integrante de las llamadas Yeguas del Apocalipsis, “tenía que llegar el día en que a la derecha en America, también le repicaran las hemorroides”.
No obstante a que muchos opinan que en la última elección sindical de la CTA , fue derrotada la IZQUIERDA MAS DERECHA por la DERECHA MAS IZQUIERDA, no es menos cierto, que el reelegido o nuevo elegido, con su hablar metafórico y a veces desprolijo, pretende alejarse de la imagen del patrón tradicional del fundo de la zona central. Sus largas estadías en campos propios y ajenos , lo han marcado y llevado al tono gauchesco, tan propio de nuestra geografía humana patagónica .
Los he vísto sometidos al intenso interrogatorio de los panelistas de programas “di-versos” el último tiempo. Cuando le preguntaron, sobre cuáles serían las medidas más importantes y urgentes que se debieran tomar en el país en estos momentos. Su rostro pasó de la placidez al rictus, dando indicios de mucha preocupación en sus palabras… “Me preocuparía de solucionar los problemas de todos los trabajadores argentinos, sobre todo en estos momentos de disputas territoriales”.
Algo grave vislumbra en su transitar cercano al poder y los círculos palaciegos. Es posible que le preocupen la desnudez y mudez de nuestra clase trabajadora. Pues, como diría el gaucho, de nada vale gritar mucho, si no se grita bien. O vaca que cambia de querencia se atrasa en la paricion.
Andres Peebles
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