Acaba de terminar el día, de festejos y alegoría, con las
Madres y el día de la LEALTAD peronista comienza. Mi madre se fue a
dormir. Nos quedamos con amigos jugando al truco, lo tienen?
En el juego se producen varias situaciones, una flor
mal cantada y una falta con treinta y tres.
Al margen de la discusión, también salió el tema de los
valores en las cartas y en las personas
Algunos hicieron alusión de... con 33 nadie pierde y si
es de mano mejor, Otros más leídos recordaban a Artigas, caudillo Uruguayo y
sus 33 orientales, no falto el romántico que se acordaba del viejo “Long play”
33 rpm y así pasando por Piñera que gano también con 33 Jesús y toda la
numerología que tenga que ver con 33.El tema es que se jugó un asado el próximo
fin de semana o week end para estar de moda.
Incidencias; Falta envido, para los que no lo juegan es
como ordago en el muss, all in en el póker, vaya vaya tengo 33 y soy mano,
ganamos le gritaba a mi compañero, era el bueno (de3) .El de al lado tiene flor
de 35, pero dije, jugabamos sin flor che, -no señor me replican – Hay me entero,
me doy cuenta de mi ingenuidad. Mi compañero se puso del lado de los rivales,
si dijo no entendiste tal vez, pero yo soy testigo plop! Trucos en el truco.
Traiciones en menor escala, pero traiciones. El asado lo pagamos entre los dos,
sospecho que mi compañero tendrá la ayuda suficiente para abonar lo que le
corresponde. A no ser que le suceda lo de los lugartenientes de Viriato En
la segunda mitad del siglo II antes de Cristo un caudillo lusitano resiste
mediante la guerra de guerrillas los avances de Roma. Se llama Viriato.
Invencible en el plano militar se recurre a la traición y el guerrero cae
asesinado por sus tres lugartenientes. Cuando éstos se presentaron a cobrar el
precio de su felonía, habrían recibido del cónsul encargado del sucio asunto
como toda respuesta el equivalente de la frase que atravesó los siglos: Roma no
paga traidores.
Borges cuenta que en el sur de la provincia de Buenos
Aires, en el siglo XIX, un gaucho es agredido por otros gauchos y al caer
reconoce a un ahijado suyo. Todo lo que dice “con mansa reconvención y lenta
sorpresa” –y aquí Borges nos previene que estas palabras hay que oírlas, no
leerlas– es “Pero che!”... Ese reproche, que vale más que mil putiadas, pudo
dirigirse en el Senado a quien desempató la votación otra vez como sucedió 2008
.Señores no juego más al truco ni bailo con desconocidos conocidos de otros. Donde
hay uno hay otro, donde hay yeguas nacen potros…
"Si fuera
un enemigo el q me ultraja, podría soportarlo.
¡Pero tú, un
hombre de mi rango, amigo y compañero!” Salmo 55:13-14
René Gado
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