Día
del trabajador
(*)
El 1º de Mayo de 1886, un grupo de obreros estadounidenses se movilizó en
reclamo de reivindicaciones laborales, entre ellas el pedido de reducción de la
jornada laboral a 8 horas (anteriormente eran entre 12 y18hs promedio). La
protesta, llevada a cabo inicialmente por 80.000 trabajadores, pronto desembocó
en una huelga nacional que afectó a numerosas fábricas. La fuerza demostrada
por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia laboral,
instaurándose aquella fecha como el “Día del trabajador”.
En homenaje a los sindicalistas ejecutados en
Estados Unidos por su participación en la protesta iniciada aquel día de 1886,
en reclamo de los derechos de los obreros y obreras a trabajar ocho horas que
recuerda a los obreros ejecutados, los “mártires de Chicago”. A partir de aquel
momento esta fecha se utiliza para recordar y reivindicar la lucha de cada uno
de los trabajadores del mundo en la actualidad.
En
Argentina, el día del trabajador se conmemora desde fines del siglo XIX. El
primer acto se realizó en 1890, en el Prado Español de Buenos Aires, y contó
con la participación de numerosos movimientos obreros, integrados en su mayoría
por inmigrantes -alemanes, italianos, españoles y portugueses-. Con este acto
se inicia en el país la tradición de recordar, cada 1º de Mayo, el “Día del
trabajador”.
Los
desafíos para los trabajadores son la jerarquización de los gremios y
sindicatos por supuesto que habrá algunos más, que se vayan presentando, puesto
que la política es utopía y por lo tanto al horizonte nunca se llega y como
dice Galeano sirve para caminar (la utopía) pero para ello debemos estar
atentos a todas estas cuestiones que pueden llegar a tapar todas las buenas
cosas que se han hecho y que algunas faltan por hacer.
Un
sindicato es una organización integrada por trabajadores en defensa y promoción
de sus intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su
actividad laboral. Respecto al centro de producción (fábrica, taller, empresa)
o al empleador con el que están relacionados contractualmente.
Los
sindicatos, tras reunirse con sus afiliados, informarles y llegar a acuerdos
previos o tomar conciencia de las necesidades del momento, negocian en nombre
de estos (negociación colectiva) los salarios y condiciones de trabajo
(jornada, descansos, vacaciones, licencias, capacitación profesional, etc.)
dando lugar al contrato colectivo de trabajo.
El
sindicato tiene como objetivo principal el bienestar de sus miembros, es decir
asegurar condiciones dignas de seguridad e higiene laboral, derechos humanos y
laborales, límites de los contratantes y limitaciones de los contratados; y
generar mediante la unidad, la suficiente capacidad de negociación como para
establecer una dinámica de diálogo social entre el empleador y los
trabajadores.
Los
sindicatos además deberían cuidar de lo conseguido (salario) como por ejemplo
controlar la bancarización compulsiva en algunos casos obligada por acuerdos
patronales - banco (BANCO SANTACRUZ), banco de capitales privados, por lo tanto
usurero e inescrupuloso.
La
libertad sindical de los trabajadores para crear, organizar, afiliarse, no
afiliarse o desafiliarse, cambiar de sindicato es libre y sin injerencias del
Estado, patrones, empleadores u otros sindicatos. Ciertos sectores del
liberalismo y el capitalismo voraz consideran la actividad sindical contraria a
la regulación de la esfera económica en cuanto que otorgaría ciertos
privilegios a los trabajadores sindicalizados frente a los trabajadores
autónomos que deciden no unirse.
Con
este argumento, algunos empleadores llegan a coartar la libertad de asociación
de los trabajadores exigiendo la no-sindicalización como condición sine qua non
para el empleo como en Mc Donals y la explotación juvenil pero con cajitas
felices; en este sentido los trabajos y los derechos del trabajador quedan
fijados al empleador y su voluntad de ganancia por encima del derecho humano de
calidad de vida y seguridad e higiene, en ejemplos conocidos y vividos en mega
empresas, multinacionales o comercios siguiendo el régimen liberal abogan por
la ganancia y la producción en masa donde la explotación y el cuidado del
trabajador queda de lado al número de ganancia que genera. Nike en India, Shell
en Nigeria, ingenio Ledesma en Argentina, talleres textiles a lo largo del
mundo, etc., cuestiones de derechos que exceden países y condiciones de clases;
la cultura laboral de la ganancia y la omisión de las personas despersonalizadas
como piezas de la producción.”
La
explotación no es una condición de contratación para cualquier necesitado, la
tercerización no es por olvido del estado o sector para “generar más y mejor
empleo”, la precarización no es por falta de recursos “sino por falta de
políticas” o apoyo determinado. Y el trabajo es una condición del ser humano
para completar el círculo social al cual pertenece pero no por ello ser parte
de la vorágine donde el primer mundo vive a costillas y a costa de que el
tercer mundo pierda la sangre, la vida y el alma para ganancias que se van
fuera de su país, alimentan a otras personas que no son de su familia y
dignifican a personas que tienen el bolsillo lleno con los huesos cansados de
sus empleados.
Entre
trabajar de lo que uno quiere, y hacer lo que puede en el trabajo, trabajar de
lo que sabe y disfrutar trabajando, la necesidad, la obligación y las
posibilidades son tan diferentes como las condisiones para desarrollar cada
sueño o ideal, situación forzada o explotación no reconocida, donde el trabajo
dignifica al hombre pero no con ello todo trabajo es digno o todo hombre que se
desenvuelve dignamente. Por último la segunda casa del trabajador debería ser
el sindicato, el patio el lugar de trabajo, ambos el hogar. Se sabe dónde vamos
cuando llueve. Feliz día del trabajador, la casa está en orden… o el patio? La
CUENCA UNIDA JAMAS SERA VENCIDA!!
CON
LOS DIRIGENTES A LA CABEZA O CON LA CABEZA DE LOS DIRIGENTES……..
*El
contenido del post es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas
fuentes.
Andrés
Peebles
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