de La Cámpora Cuenca Carbonifera, el Sábado, 27 de agosto de 2011, 18:23
Gataflorismo. Ni más ni menos. Porque de fondo la frase verdaderamente expresa un “si no lo entiendo, no lo reconozco”.
Durante todo este tiempo se ha dicho y se dice tanto sobre la construcción de la usina en la cuenca, - sobre todo desde la opo-, que no solo ya cansa de lo trillado, sino que ese efecto anti localista, anti federal, y pesimista que nos proponen vivir, -tanto desde afuera como desde sectores locales nimios-, va perdiendo efecto a medida que la usina sigue creciendo y creciendo, con cada día, a cada rato.
Cuando se firmó con Néstor Kirchner en Casa de Gobierno el llamado a licitación, salieron a decir que eran papelitos, que acá no pasaba nada; cuando se firmó en Río Turbio con Cristina Fernández de Kirchner el contrato de obra salieron a decir que eran más papelitos y que acá no avanzaba nada. “si no lo veo, no lo creo” decían.
Bueno, allí está, alzándose esplendorosa en el paraje Julia Dufour la más avanzada usina termo eléctrica en su tipo que ha conocido la historia Argentina. Ahora la ven, ahí está, esa es. Sin embargo siguen diciendo “no la van a terminar”, “no va a funcionar a carbón, va a funcionar a gas”, “el interconectado no va a llegar”, acompañado una vez más por el “si no lo veo, no lo creo”.
Aquí no estamos contestando lo que digan algunos pocos; ellos tienen el pleno derecho a creer con la vista, a pensar con los ojos, y a opinar contradictoriamente distinto mientras esperan expectantes; y además, ellos también son parte de esta historia; porque todos somos parte. Aquí la historia pasa por fortalecer el sentido de pertenencia, por reconocernos, y definir lo que haremos de allí en adelante.
Hay que contar más historias de pioneros
La Cuenca comenzó a crecer desde el momento que un pionero decidió quedarse a vivir acá. Los tiempos eran mucho más crudos que ahora, muchísimo más. El yacimiento minero fue siempre una estrategia con sentido federal, extraer el carbón y transportarlo a puerto para que de allí se llevara a que sirviera de combustible en las plantas de energía de centros urbanos. La obra del yacimiento fue extraordinaria, la obra del ramal ferro industrial fue monumental y estratégica, todo lleno de enriquecedoras historias en lo político, lo geográfico, lo social, y lo cultural. En aquel tiempo apenas si se pensaba en generar energía en base al yacimiento. Inmediatamente se pensaba en los miles de kilómetros de tendidos de líneas que habrían de llegar hasta aquí para que esa generación de energía sea factible y productiva. Después sí. El sueño fue tomando forma en el sentido colectivo de nuestros habitantes, y el sueño se mezcló con la ingeniería y la realidad. Comenzó el sueño y el proyecto. Llevó tiempo, vidas, esfuerzo, y grandes luchas y movimientos sociales para defender esto.
A veces nos dicen que siempre miramos atrás. ¿pero cómo no mirar atrás, si esa es la forma de reconocer y de saber de dónde venimos?. ¿por qué tendríamos que dejar de mirar atrás?, donde están los pioneros, los primeros mineros, los de cuño duro, los sufridos, los que ya no están y soñaron esto, y los que sacaron esto adelante desde el principio y tuvieron la osadía política de hacer esto realidad, sin mezquindades políticas, sino desde los principios ideológicos, como Juan Perón, el Ingeniero Cappa, Américo Blachere, Jorge Cepernic, pasando por todos los mineros de aquí y de allá, los primeros maestros, los primeros comerciantes, y hasta el gendarme Coronel si se quiere, que también vino de la otra punta del mapa y dejó su vida defendiendo este rincón de la patria allí en la zona de Mina Uno. Ellos, y sin duda muchísimos más que se volcaron a esta gran aventura de forjar pueblos.
Pasen y vean
Hoy, después de vivir tiempos de tanta adversidad, abnegación y postergaciones para ese sueño y esa base de sentido histórico. Desde el 2003 con la llegada de un modelo de país que nos incluyó, tenemos mejores vías de comunicación, pavimento, gas natural, mejores infraestructuras, y una inversión histórica para hacer ese sueño realidad.
La República Argentina toda, tuvo que transitar una fase esencial que es el fortalecimiento del Estado. Ese Estado genuino a favor de las mayorías populares, tuvo que ser fortalecido con la fijación de un Estado de Derecho que es la base de la sociedad organizada y constituida por derecho. Se llevó adelante la ardua tarea de suturar las heridas del pasado. Sí, de ese pasado que algunos no quieren que veamos, y que también puso mantos oscuros en nuestra cuenca, y no precisamente mantos oscuros del carbón; esos ya estaban los descubrió Del Castillo junto a otros exploradores, y son los que sirven para los siguientes siglos de nuestra historia; sino de los otros mantos oscuros, los que ocultan la historia, los que vinieron a enajenarnos precisamente ese recurso, los que vinieron a prohibir, después a privatizar, después a ofrecer retiros voluntarios, a comprar voluntades, esos mantos oscuros.
Para fortalecer el Estado fue necesario innovar en el ordenamiento jurídico nacional, actualizar, promover, y dejar sentado las bases de garantías para lo que se quiere hacer. “Papelitos”, si. Fue el tiempo de los papelitos. Necesarios papelitos, vaya que sí. En ese tiempo, se amplía por Ley el ejido municipal de Río Turbio, se recomponen áreas de operatividad de la empresa minera, se labran acuerdos y convenios entre municipio y la empresa por uso de inmuebles, se redactan con profesionales técnicos locales, - en la cuenca -, los pliegos para la licitación de la construcción de la usina. Esto es, decir qué queremos, cómo lo queremos, cuándo lo queremos, y cómo debe hacerse y debe ser aquel que lo haga. Esto se estableció desde acá, con ingenieros y profesionales de acá, quienes trabajaron con casas de estudios y con planificación federal.
Y los contras, con el discurso efímero de la contaminación y el derretimiento de los glaciares. ¿qué saben ellos de ingenierías por tecnologías limpias para el uso de carbón, Las CCT, o las CCS, captura de carbono y almacenamiento que se están implementando ahora?. Dejemos eso a los que saben, y escuchemos a los que saben de eso. Esta usina usa tecnologías limpias, y a futuro también podrá actualizarse con nuevas técnicas. Los glaciares comenzaron un proceso de anti glaciación que comenzó hace 20 mil años, y Ricardo Darín es un gran actor; el mismo actor que en los 80s y 90s hacía la publicidad de Derby dando grandes bocanadas de humo pitando un pucho como estereotipo del éxito, y vaya si murieron muchos argentinos por tabaquismo desde los 80s y 90s a esta parte, ¡no jodan!.
Se les termina el discurso verde, y van por el otro verde, el de los dólares. Que sobreprecio, que descontrol financiero. Las arcas del Estado son públicas, son cosa pública, y están sujetas a todos los marcos y procesos jurídicos. ¿y a ellos quién los banca, las donaciones anónimas? Está todo bien, si es por el ciudadano que dona veinte mangos por mes con la tarjeta de crédito, ¿y el resto? Los cientos, y miles, y millones anónimos, ¿de dónde vienen?, ¿no serán las mismas gigantes corporaciones de la industria carbonera mundial que saben que el carbón es la alternativa a futuro, que se está invirtiendo mucho en nuevas tecnologías; y que estaban muy entusiasmados en los 90s con las políticas neoliberales de que se nos enajenara este recurso a los argentinos?. Suponemos que no, solo nos preguntamos, como no sabemos, como son anónimos nos preguntamos ¿vio?.
Y después están los chiquititos, que maman de la teta de donde sale el mismo discurso absurdo y falaz del sobreprecio y cuanta yerba; y son los mismos que en los últimos años se han enriquecido enormemente vendiendo autos y más autos, y han expandido e instalado sus negocios en rubros como la construcción y el parque automotor; porque los ciudadanos de la cuenca están construyendo, ampliando sus viviendas, adquiriendo bienes de consumo y con la posibilidad plena de mejorar su calidad de vida como nunca antes en la historia, gracias a esta gran transformación que está viviendo la cuenca. ¡Que sigan poniendo carteles detrás de las rejas de alambres de púas rodeados de autos; que sigan los comandos 4x4 poniendo carteles con sus caras bronceadas, emulando discurso y semiótica popular; mientras allá en la esquina los pibes pegan carteles (dixit Charly), mientras la usina sigue y sigue creciendo cada día; mientras más jóvenes ingresan al laboreo minero y se abren alternativas locales de formación en minería, mientras se prepara el yacimiento, mientras los pioneros que van quedando se emocionan al ver su anhelo haciéndose realidad! ¡Mientras el 80% del pueblo dice que sí!
Entender y Reconocer
La Cuenca no está afuera de nada. Estarán afuera de alguna lista electoral, algunos que no habrán sabido hacer bien las cosas y a ayudar a que aprovechemos este tiempo histórico. Pero no nos enroscamos en esa; porque sabemos que la cuenca no está afuera de nada. Hay un modelo que nos incluyó, nos fortaleció, y nos permitió continuar ese camino de grandeza, que no es otra cosa que cumplir con el destino de la cuenca. Ser parte del sentido federal. Y aunque a algunos les moleste, es la verdad. Este pueblo es Peronista, lo fundó el peronismo de los 40s, el yacimiento hasta se llamó Campamento Juan Perón, y el ramal ferro industrial se llamó Ramal Ferro Industrial Eva Perón; después del ’55 se prohibió todo lo relacionado al peronismo, y después vino una etapa de producción minera que venía preparándose de antemano, la caída, la negación, el retiro, la postergación, el recupero con las grandes luchas de los trabajadores y los movimientos sociales, y la llegada de Néstor Kirchner y la continuidad con Cristina Fernández de Kirchner en la primera magistratura del país para seguir escribiendo esa historia haciendo un puente en la línea de tiempo y cumplir con el destino para la cuenca. El camino está trazado, vamos hacia un tiempo de profundización del modelo donde el país comienza a generar su propia economía basada en la industria, y esa industria necesita energía, energía que también se aportará desde la cuenca.
Hoy la militancia local tiene el desafío de recomponerse en acciones colectivas y cumplir con la enmienda histórica y dogmática que es lograr la comunidad organizada. La organización del pueblo; y eso se hace con la gente, con las organizaciones existentes y ayudar a formar las nuevas, con las instituciones, recuperando valores, fortaleciendo las instituciones en un marco plural; sin divisiones ni sectarismos egoístas y personalistas, a fuerza de nombres propios, con espacios temporales que tienen fecha de vencimiento; sino con los barrios con la charla con el vecino en su casa, y no el “ring raje electoral” de tirar papelitos debajo de la puerta y salir corriendo; sino dar la cara, compartir, debatir, informar, y formar nuevos cuadros políticos para ponerle calidad a eso de “estar”, porque antes de “estar” existe el “ser”, y ahí es donde está la clave que rompe transversalmente todas las contradicciones, y prejuicios personales; es el deber de reconocernos, definir quienes somos, de qué lado estamos, qué queremos para nuestro pueblo, y echarse a andar sin medir costos ni con especulaciones; porque encontrar la verdad es apenas el comienzo del camino, lo importante es lo que hacemos con esa verdad, sabiendo que “ver es entender, y creer es reconocer”. ¡Vamos los compañeros y vecinos de la cuenca, a militar el proyecto de Néstor y Cristina!
La Cámpora – La Cuenca
Gataflorismo. Ni más ni menos. Porque de fondo la frase verdaderamente expresa un “si no lo entiendo, no lo reconozco”.
Durante todo este tiempo se ha dicho y se dice tanto sobre la construcción de la usina en la cuenca, - sobre todo desde la opo-, que no solo ya cansa de lo trillado, sino que ese efecto anti localista, anti federal, y pesimista que nos proponen vivir, -tanto desde afuera como desde sectores locales nimios-, va perdiendo efecto a medida que la usina sigue creciendo y creciendo, con cada día, a cada rato.
Cuando se firmó con Néstor Kirchner en Casa de Gobierno el llamado a licitación, salieron a decir que eran papelitos, que acá no pasaba nada; cuando se firmó en Río Turbio con Cristina Fernández de Kirchner el contrato de obra salieron a decir que eran más papelitos y que acá no avanzaba nada. “si no lo veo, no lo creo” decían.
Bueno, allí está, alzándose esplendorosa en el paraje Julia Dufour la más avanzada usina termo eléctrica en su tipo que ha conocido la historia Argentina. Ahora la ven, ahí está, esa es. Sin embargo siguen diciendo “no la van a terminar”, “no va a funcionar a carbón, va a funcionar a gas”, “el interconectado no va a llegar”, acompañado una vez más por el “si no lo veo, no lo creo”.
Aquí no estamos contestando lo que digan algunos pocos; ellos tienen el pleno derecho a creer con la vista, a pensar con los ojos, y a opinar contradictoriamente distinto mientras esperan expectantes; y además, ellos también son parte de esta historia; porque todos somos parte. Aquí la historia pasa por fortalecer el sentido de pertenencia, por reconocernos, y definir lo que haremos de allí en adelante.
Hay que contar más historias de pioneros
La Cuenca comenzó a crecer desde el momento que un pionero decidió quedarse a vivir acá. Los tiempos eran mucho más crudos que ahora, muchísimo más. El yacimiento minero fue siempre una estrategia con sentido federal, extraer el carbón y transportarlo a puerto para que de allí se llevara a que sirviera de combustible en las plantas de energía de centros urbanos. La obra del yacimiento fue extraordinaria, la obra del ramal ferro industrial fue monumental y estratégica, todo lleno de enriquecedoras historias en lo político, lo geográfico, lo social, y lo cultural. En aquel tiempo apenas si se pensaba en generar energía en base al yacimiento. Inmediatamente se pensaba en los miles de kilómetros de tendidos de líneas que habrían de llegar hasta aquí para que esa generación de energía sea factible y productiva. Después sí. El sueño fue tomando forma en el sentido colectivo de nuestros habitantes, y el sueño se mezcló con la ingeniería y la realidad. Comenzó el sueño y el proyecto. Llevó tiempo, vidas, esfuerzo, y grandes luchas y movimientos sociales para defender esto.
A veces nos dicen que siempre miramos atrás. ¿pero cómo no mirar atrás, si esa es la forma de reconocer y de saber de dónde venimos?. ¿por qué tendríamos que dejar de mirar atrás?, donde están los pioneros, los primeros mineros, los de cuño duro, los sufridos, los que ya no están y soñaron esto, y los que sacaron esto adelante desde el principio y tuvieron la osadía política de hacer esto realidad, sin mezquindades políticas, sino desde los principios ideológicos, como Juan Perón, el Ingeniero Cappa, Américo Blachere, Jorge Cepernic, pasando por todos los mineros de aquí y de allá, los primeros maestros, los primeros comerciantes, y hasta el gendarme Coronel si se quiere, que también vino de la otra punta del mapa y dejó su vida defendiendo este rincón de la patria allí en la zona de Mina Uno. Ellos, y sin duda muchísimos más que se volcaron a esta gran aventura de forjar pueblos.
Pasen y vean
Hoy, después de vivir tiempos de tanta adversidad, abnegación y postergaciones para ese sueño y esa base de sentido histórico. Desde el 2003 con la llegada de un modelo de país que nos incluyó, tenemos mejores vías de comunicación, pavimento, gas natural, mejores infraestructuras, y una inversión histórica para hacer ese sueño realidad.
La República Argentina toda, tuvo que transitar una fase esencial que es el fortalecimiento del Estado. Ese Estado genuino a favor de las mayorías populares, tuvo que ser fortalecido con la fijación de un Estado de Derecho que es la base de la sociedad organizada y constituida por derecho. Se llevó adelante la ardua tarea de suturar las heridas del pasado. Sí, de ese pasado que algunos no quieren que veamos, y que también puso mantos oscuros en nuestra cuenca, y no precisamente mantos oscuros del carbón; esos ya estaban los descubrió Del Castillo junto a otros exploradores, y son los que sirven para los siguientes siglos de nuestra historia; sino de los otros mantos oscuros, los que ocultan la historia, los que vinieron a enajenarnos precisamente ese recurso, los que vinieron a prohibir, después a privatizar, después a ofrecer retiros voluntarios, a comprar voluntades, esos mantos oscuros.
Para fortalecer el Estado fue necesario innovar en el ordenamiento jurídico nacional, actualizar, promover, y dejar sentado las bases de garantías para lo que se quiere hacer. “Papelitos”, si. Fue el tiempo de los papelitos. Necesarios papelitos, vaya que sí. En ese tiempo, se amplía por Ley el ejido municipal de Río Turbio, se recomponen áreas de operatividad de la empresa minera, se labran acuerdos y convenios entre municipio y la empresa por uso de inmuebles, se redactan con profesionales técnicos locales, - en la cuenca -, los pliegos para la licitación de la construcción de la usina. Esto es, decir qué queremos, cómo lo queremos, cuándo lo queremos, y cómo debe hacerse y debe ser aquel que lo haga. Esto se estableció desde acá, con ingenieros y profesionales de acá, quienes trabajaron con casas de estudios y con planificación federal.
Y los contras, con el discurso efímero de la contaminación y el derretimiento de los glaciares. ¿qué saben ellos de ingenierías por tecnologías limpias para el uso de carbón, Las CCT, o las CCS, captura de carbono y almacenamiento que se están implementando ahora?. Dejemos eso a los que saben, y escuchemos a los que saben de eso. Esta usina usa tecnologías limpias, y a futuro también podrá actualizarse con nuevas técnicas. Los glaciares comenzaron un proceso de anti glaciación que comenzó hace 20 mil años, y Ricardo Darín es un gran actor; el mismo actor que en los 80s y 90s hacía la publicidad de Derby dando grandes bocanadas de humo pitando un pucho como estereotipo del éxito, y vaya si murieron muchos argentinos por tabaquismo desde los 80s y 90s a esta parte, ¡no jodan!.
Se les termina el discurso verde, y van por el otro verde, el de los dólares. Que sobreprecio, que descontrol financiero. Las arcas del Estado son públicas, son cosa pública, y están sujetas a todos los marcos y procesos jurídicos. ¿y a ellos quién los banca, las donaciones anónimas? Está todo bien, si es por el ciudadano que dona veinte mangos por mes con la tarjeta de crédito, ¿y el resto? Los cientos, y miles, y millones anónimos, ¿de dónde vienen?, ¿no serán las mismas gigantes corporaciones de la industria carbonera mundial que saben que el carbón es la alternativa a futuro, que se está invirtiendo mucho en nuevas tecnologías; y que estaban muy entusiasmados en los 90s con las políticas neoliberales de que se nos enajenara este recurso a los argentinos?. Suponemos que no, solo nos preguntamos, como no sabemos, como son anónimos nos preguntamos ¿vio?.
Y después están los chiquititos, que maman de la teta de donde sale el mismo discurso absurdo y falaz del sobreprecio y cuanta yerba; y son los mismos que en los últimos años se han enriquecido enormemente vendiendo autos y más autos, y han expandido e instalado sus negocios en rubros como la construcción y el parque automotor; porque los ciudadanos de la cuenca están construyendo, ampliando sus viviendas, adquiriendo bienes de consumo y con la posibilidad plena de mejorar su calidad de vida como nunca antes en la historia, gracias a esta gran transformación que está viviendo la cuenca. ¡Que sigan poniendo carteles detrás de las rejas de alambres de púas rodeados de autos; que sigan los comandos 4x4 poniendo carteles con sus caras bronceadas, emulando discurso y semiótica popular; mientras allá en la esquina los pibes pegan carteles (dixit Charly), mientras la usina sigue y sigue creciendo cada día; mientras más jóvenes ingresan al laboreo minero y se abren alternativas locales de formación en minería, mientras se prepara el yacimiento, mientras los pioneros que van quedando se emocionan al ver su anhelo haciéndose realidad! ¡Mientras el 80% del pueblo dice que sí!
Entender y Reconocer
La Cuenca no está afuera de nada. Estarán afuera de alguna lista electoral, algunos que no habrán sabido hacer bien las cosas y a ayudar a que aprovechemos este tiempo histórico. Pero no nos enroscamos en esa; porque sabemos que la cuenca no está afuera de nada. Hay un modelo que nos incluyó, nos fortaleció, y nos permitió continuar ese camino de grandeza, que no es otra cosa que cumplir con el destino de la cuenca. Ser parte del sentido federal. Y aunque a algunos les moleste, es la verdad. Este pueblo es Peronista, lo fundó el peronismo de los 40s, el yacimiento hasta se llamó Campamento Juan Perón, y el ramal ferro industrial se llamó Ramal Ferro Industrial Eva Perón; después del ’55 se prohibió todo lo relacionado al peronismo, y después vino una etapa de producción minera que venía preparándose de antemano, la caída, la negación, el retiro, la postergación, el recupero con las grandes luchas de los trabajadores y los movimientos sociales, y la llegada de Néstor Kirchner y la continuidad con Cristina Fernández de Kirchner en la primera magistratura del país para seguir escribiendo esa historia haciendo un puente en la línea de tiempo y cumplir con el destino para la cuenca. El camino está trazado, vamos hacia un tiempo de profundización del modelo donde el país comienza a generar su propia economía basada en la industria, y esa industria necesita energía, energía que también se aportará desde la cuenca.
Hoy la militancia local tiene el desafío de recomponerse en acciones colectivas y cumplir con la enmienda histórica y dogmática que es lograr la comunidad organizada. La organización del pueblo; y eso se hace con la gente, con las organizaciones existentes y ayudar a formar las nuevas, con las instituciones, recuperando valores, fortaleciendo las instituciones en un marco plural; sin divisiones ni sectarismos egoístas y personalistas, a fuerza de nombres propios, con espacios temporales que tienen fecha de vencimiento; sino con los barrios con la charla con el vecino en su casa, y no el “ring raje electoral” de tirar papelitos debajo de la puerta y salir corriendo; sino dar la cara, compartir, debatir, informar, y formar nuevos cuadros políticos para ponerle calidad a eso de “estar”, porque antes de “estar” existe el “ser”, y ahí es donde está la clave que rompe transversalmente todas las contradicciones, y prejuicios personales; es el deber de reconocernos, definir quienes somos, de qué lado estamos, qué queremos para nuestro pueblo, y echarse a andar sin medir costos ni con especulaciones; porque encontrar la verdad es apenas el comienzo del camino, lo importante es lo que hacemos con esa verdad, sabiendo que “ver es entender, y creer es reconocer”. ¡Vamos los compañeros y vecinos de la cuenca, a militar el proyecto de Néstor y Cristina!
La Cámpora – La Cuenca
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