domingo, 26 de septiembre de 2010

¿UTOPIA? - Concertacion ; la via indirecta? -



No le  parece que si yo expusiera : una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana   o parecidas razones a hombres inclinados a pensar lo contrario, sería como hablar a sordos?    
-A sordísimos, sin duda -. Pero esto no me extraña.  Pues si  digo lo que pienso, me parece perfectamente inútil largar tales consejos, cuando se está plenamente convencido de que serán rechazados tanto en su fondo como en su forma. ¿De qué puede servir o cómo puede influir un lenguaje tan diferente en el ánimo de quienes están dominados y poseídos por tales prejuicios?  Entre Cyber amigos y en charlas familiares ha tener su encanto esta filosofía escolástica.  Pero no es lo mismo en los consejos reales donde se tratan los grandes asuntos con una gran autoridad.
Es precisamente lo que estoy  diciendo que en los pueblos no tiene acceso a la filosofía.
me refiero a esa filosofía escolástica para la que cualquiera solución es buena y aplicable a cualquier situación.  Pero hay otra filosofía que sabe el terreno que pisa, es más fiable, y desempeña el papel que le corresponde según una línea que se ha trazado.  Esta es la filosofía de que te has de servir.  Si representas, por ejemplo, una comedia de Plauto en que los esclavos intercambian comicidad, es evidente que no has de aparecer en el escenario en ademán de filósofo, recitando el pasaje de La Octavia en que Séneca discute con Nerón. ¿No sería preferible en tal caso, representar un papel mudo antes que caer en el ridículo de una tragicomedia,  escribiendo  textos fuera de lugar?  Y no destruyo y ridiculizo toda la representación si mezclo textos tan diferentes, aunque los añadidos por mi  cuenta sean mejores.  Cualquiera que sea el papel lo desempeño lo mejor que puedo; y no echo a perder el, espectáculo, con el pretexto de que se me ha ocurrido algo más ingenioso.Solo trato de interpretar a nuestros pensadores de antaño y adaptarlo a nuestros tiempos.
Esto mismo ocurre en los asuntos del Estado y en las deliberaciones de los políticos  Si no es posible erradicar de inmediato los principios erróneos, ni abolir las costumbres inmorales, prácticas  corruptas que existen en toda democracia no por ello se ha de abandonar la causa pública. Como tampoco se puede abandonar la nave en medio de la tempestad porque no se pueden dominar los vientos.  No queramos imponer ideas peregrinas o desconcertantes a espíritus convencidos de ideas totalmente diferentes.  No las admitirían.  Nos   insinuaremos de forma indirecta, Y nos  ingeniaremos por presentarlo con tal tino que, si no podemos conseguir todo el bien, que  resulte el menor mal posible.  Para que todo saliera bien, deberíamos ser buenos todos, cosa que no espero ver hasta dentro de muchos años, si es que las veo.Alguien dijo , y no fui yo, los compañeros son buenos , pero si los vigilamos son mejores.
No sé si el mentir será propio de algún filósofo.  Yo, en todo caso, no acostumbro soy aprendis  Concedo que mis palabras les puedan parecer desagradables y molestas.  Lo que no concibo es que, por lo mismo, les puedan parecer ridículas e insolentes.  Si les contase lo que Platón describe en su República, y las cosas qué los utopia nos hacen de su isla, les podrían parecer mejores, y ciertamente lo son, si bien extrañas.  En efecto en ambos casos, todas las cosas son comunes, mientras que aquí rige la propiedad privada.  Es claro, pues, que mi exposición no puede ser grata a quienes en su corazón han resuelto seguir otro camino.  Les obligaría a volverse atrás.  Pero hay algo en ella que no pueda decirse en cualquier lugar o que sea inconveniente?  Si hay que silenciar como nefastas las cosas que las corrompidas costumbres de los hombres tornan insólitas o absurdas, entonces, muchas cosas tenemos que silenciar los cristianos.  Casi todo lo que Cristo nos enseñó y que, sin embargo, nos prohibió silenciar.  Antes bien, nos mandó predicar en los tejados lo que se nos había dicho al oído.  La mayor parte de su doctrina está más lejos de las costumbres de los cortesanos que lo pudiera estar mi discurso.  ¿Y qué han logrado con tan peregrino proceder?  Nada, si no es poder ser peores con mayor impunidad.
Opinar en contra del sentir de los demás sería como no hablar.  Y repetir lo mismo, sería hacerme cómplice de su locura, según la expresión del Mición de Terencio.  No sé, por otra parte, adónde conduce esa «vía indirecta»  que se  habla  Es decir, si las cosas no pueden tornarse totalmente buenas, habrá que trabajar cuanto se pueda para que sean lo menos malas posible.  En los consejos reales no vale ir con sutilezas ni distinciones.  Hay que aprobar abiertamente las peores decisiones y firmar los decretos más arbitrarios.  Seria visto como traidor y hasta como espía quien consultado sobre proposiciones injustas se expresara con tibieza.
No hay, pues, modo de ser útil para unos hombres así.  Antes corromperían al mejor. Plantado que dejarse corregir ellos mismos.  Su solo trato deprava.  El más limpio y honesto terminaría como encubridor de la maldad y estupidez ajenas.  Por todo ello, sospecho que es imposible lograr bien alguno, por esa «vía indirecta» que se está insinuando.
Ya Platón explica con una bella comparación los motivos que alejan a los sabios de los asuntos públicos.No conozco ningún sabio que sea rico y ningún rico que sea bueno, alguien lo dijo hace mas de 60 años acá en la Argentina.  Supone que están viendo cómo la gente pasea por calles y plazas bajo una lluvia incesante.  Por más que gritan no logran convencerles de que se metan en sus casas y se aparten del agua.  Salir ellos mismos a la calle no conseguiría nada, sino mojarse ellos también. ¿Qué hacer entonces?  En vista de que no van a poner remedio a la necedad de los otros, optan por quedarse a cubierto, defendiendo al menos su -seguridad.Como decir cada uno cuida de su quintita.



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