El
neoliberalismo no es liberal.
El neoliberalismo es un fascismo de mercado.
El neoliberalismo no te vende espejitos de colores, te convierte en uno.Cuando el neoliberalismo habla de cambio, es el de la casa de cambio.
El neoliberalismo es caníbal.
El neoliberalismo te clava una sonrisa.
El neoliberalismo es un bolsillo sin fondo, y que se come tus fondos.
El neoliberalismo se duerme soñando paraísos fiscales.
El neoliberalismo es un Midas autista, desbocado.
El neoliberalismo es un fascismo de mercado.
El neoliberalismo no te vende espejitos de colores, te convierte en uno.Cuando el neoliberalismo habla de cambio, es el de la casa de cambio.
El neoliberalismo es caníbal.
El neoliberalismo te clava una sonrisa.
El neoliberalismo es un bolsillo sin fondo, y que se come tus fondos.
El neoliberalismo se duerme soñando paraísos fiscales.
El neoliberalismo es un Midas autista, desbocado.
El neoliberalismo descubrió que la esclavitud es una empresa rentable, y la
sigue camuflando para siempre.
Para el neoliberalismo hay una sola entidad universal: su insaciable avaricia. Y una sola consecuencia general: la miseria del resto.
El neoliberalismo te hipnotiza desde mil pantallas hasta que te adormezcas, hasta que pueda robarte tranquilo, impunemente
El neoliberalismo comenzó con los treinta denarios, y su apellido es Iscariote.
El neoliberalismo sigue acumulando intereses por la libra de carne.
El neoliberalismo es un cáncer ecológico.
El neoliberalismo tiene un único lema, un único valor de cambio: “In Gold we trust”, y a ese jamás lo devalúa.
El neoliberalismo fue predicho con limpidez por Epicuro: “La riqueza sin limites es una gran pobreza.”
El neoliberalismo no pone jamás la otra mejilla.
El neoliberalismo devolvió el templo a los mercaderes, pero sólo a los muy pocos muy muy muy grandes.
El neoliberalismo es el cuerpo de las corporaciones.
Con el neoliberalismo no hay futuro, lo vendieron.
El neoliberalismo es un cuervo que te devora eternamente el hígado.
El neoliberalismo te devalúa hasta el hueso, hasta el alma.
Cuando el neoliberalismo se muestra seductor, sólo piensa en castrarte.
El neoliberalismo es capaz de venderte la soga con que te van a ahorcar.
El neoliberalismo no soportó que la paloma Illia enfrentara a las grandiosas águilas rapaces del petróleo y los medicamentos.
El neoliberalismo siempre chupó sangre, no sólo en el Proceso, y siempre era tu sangre.
El neoliberalismo es el padre y patrón del devalúo.
El liberalismo se disfrazó de rodrigazo, de sigautismo, de sourrouillería, de menemato, de lópezmurphismo, de duhaldez…
El neoliberalismo no busca destruir al Estado, lo quiere todo para él.
El neoliberalismo suicidó a Favaloro. Le bastó Rodríguez Larreta interviniendo el PAMI.
Para el neoliberalismo no hay mejor inflación que la de la deuda externa.
El neoliberalismo siempre tiene a mano un Cavallo de Troya.
El neoliberalismo siempre vuelve, pero sólo cuando estás dormido.
El neoliberalismo internaliza la deuda externa. Es el último eslabón de la cadena.
Cuidado, el neoliberalismo es contagioso.
Contra el neoliberalismo hay un único antídoto, un único ensalmo, un único remedio:
Para el neoliberalismo hay una sola entidad universal: su insaciable avaricia. Y una sola consecuencia general: la miseria del resto.
El neoliberalismo te hipnotiza desde mil pantallas hasta que te adormezcas, hasta que pueda robarte tranquilo, impunemente
El neoliberalismo comenzó con los treinta denarios, y su apellido es Iscariote.
El neoliberalismo sigue acumulando intereses por la libra de carne.
El neoliberalismo es un cáncer ecológico.
El neoliberalismo tiene un único lema, un único valor de cambio: “In Gold we trust”, y a ese jamás lo devalúa.
El neoliberalismo fue predicho con limpidez por Epicuro: “La riqueza sin limites es una gran pobreza.”
El neoliberalismo no pone jamás la otra mejilla.
El neoliberalismo devolvió el templo a los mercaderes, pero sólo a los muy pocos muy muy muy grandes.
El neoliberalismo es el cuerpo de las corporaciones.
Con el neoliberalismo no hay futuro, lo vendieron.
El neoliberalismo es un cuervo que te devora eternamente el hígado.
El neoliberalismo te devalúa hasta el hueso, hasta el alma.
Cuando el neoliberalismo se muestra seductor, sólo piensa en castrarte.
El neoliberalismo es capaz de venderte la soga con que te van a ahorcar.
El neoliberalismo no soportó que la paloma Illia enfrentara a las grandiosas águilas rapaces del petróleo y los medicamentos.
El neoliberalismo siempre chupó sangre, no sólo en el Proceso, y siempre era tu sangre.
El neoliberalismo es el padre y patrón del devalúo.
El liberalismo se disfrazó de rodrigazo, de sigautismo, de sourrouillería, de menemato, de lópezmurphismo, de duhaldez…
El neoliberalismo no busca destruir al Estado, lo quiere todo para él.
El neoliberalismo suicidó a Favaloro. Le bastó Rodríguez Larreta interviniendo el PAMI.
Para el neoliberalismo no hay mejor inflación que la de la deuda externa.
El neoliberalismo siempre tiene a mano un Cavallo de Troya.
El neoliberalismo siempre vuelve, pero sólo cuando estás dormido.
El neoliberalismo internaliza la deuda externa. Es el último eslabón de la cadena.
Cuidado, el neoliberalismo es contagioso.
Contra el neoliberalismo hay un único antídoto, un único ensalmo, un único remedio:
MACRI
NO
MACRI NO
MACRI NO
(Siguen los votos.)
MACRI NO
MACRI NO
(Siguen los votos.)
Estas
simples palabras fueron escritas el 11 de noviembre de 2015, es decir antes del
ballotage fatal. Rechazadas entonces por tres medios periodísticos, dos
progresistas y uno al menos democrático, se mantuvieron obligadamente inéditas
hasta hoy. El autor lamenta que sus predicciones se fueran concretando y sigan
concretándose, incluso con diabólico exceso.
*
Rodolfo Alonso es poeta, traductor, ensayista, ex editor. Ha publicado más de
25 libros, la mayoría de poemas, pero también de ensayo y narrativa. Primer
traductor de Fernando Pessoa en América latina, tradujo a Giuseppe Ungaretti,
Marguerite Duras, Cesare Pavese, Paul Eluard, Carlos Drummond de Andrade,
Eugenio Montale y Jacques Prévert, entre otros. Entrevista por Rodolfo
Revagliatti
Por Rodolfo Alonso*
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