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Primero y principal: ¡Suerte! Después, astucia, inteligencia, arrojo y
corazón helado. Luego, agallas, capacidad y disposición para afrontar lo que
fuere necesario, por ejemplo: abandonar la familia, invertir tus propios
morlacos sin que te tiemble la mano hasta el último peso y tener la capacidad
de traicionar al mejor de tus amigos si llegara a estar en juego tu destino. El
que se quiera meter en política, tiene que “trabajar” las 24 horas en lo que se
propone, no puede ser empleado, empresario, trabajador, ni nada que lo desvíe
del objetivo propuesto. Tiene que aprender a mentir de manera profesional, es
decir, no decir no, a nada que se le sugiera o pedido que se le haga, porque en
la escalada hacia el Poder, hay que prometer mucho, engañar a mucha gente y
comprometerse con muchas cosas. Hay que asumir, que ningún poder político se
construye desde arriba, la política es más bien una fuerza telúrica que se
inicia entre los más desposeídos y marginados sociales, que solo lo han de
seguir, si ellos comprueban que lo que usted les promete y que les hace falta,
usted se lo puede conseguir. No se olvide que el ser humano es muy egoísta,
sobre todo el que ha sido castigado por la pobreza y debido a sus luchas y
limitaciones vive en permanente zozobra y esperando que alguien llegue para
salvarlo. Es a ellos, a los que usted con sus primeras mentiras ha de
prometerles todas las soluciones posibles para que, primero, lo sigan y luego
empiecen a creerle. Pero ahí es cuando aparecerán en su fuero interno las
primeras confusiones que le trae esta misión de la política: ¡Es cuando usted
también comienza a creer en sus propias mentiras! Curiosamente, y casi sin que
pueda darse cuenta, esta gran farsa que día a día va inventado, es el motor que
lo estimula a continuar en la adversidad que a cada paso se le ha de presentar.
Es el momento de los sueños, en donde uno cree encarnar el Ideal, el instante
de la inspiración, aquella mentira que uno mismo elabora y que hasta le hace
olvidar su responsabilidad de padre, de esposo y de amigo. Va a lugares donde
no hubiera ido nunca, abraza a gente que no hubiese abrazado nunca y promete
cosas. que sabe que no va a poder cumplir nunca, pero curiosamente, lo hace de
buena fe. ¿Increíble no?
¡Ese es el preciso momento, en que ha llegado a ser un político exitoso!
Por lo tanto, la primera etapa está cumplida. Ahora llegan las ofertas, las propuestas, los que andan en busca de “punteros” en las bases, de acarreadores a los grandes actos y es el momento que ya empieza el diálogo con "los posicionados", es decir con los alcahuetes cercanos al poder de turno. Entran a realizarse las primeras transacciones espurias con “vueltos”, lo que se llamaría la parte sucia de la política criolla que nadie puede escapar, pues es necesario el financiamiento para movilizar gente y disponer de efectivo para gastos varios. ¡Ha llegado el momento de la representatividad, del “puesto para poder cumplirle a la gente” y la lucha se transforma, ahora es entre pares, entre “vivos” que también se sienten “llamados”. ¿Quién mueve más, quién acarrea más, quién llena más colectivos, quién tiene más banderas, quién pone más carteles, quién los hace más grandes? Se transita por el rin, por el cuadrilátero de la política, ya no están en juego los problemas de la gente, los que antes fueron ideales, los dolores de las madres que no pueden poner un plato de sopa caliente sobre la mesa, ahora es el momento de trepar, de pisar cabezas, de “tranzar y descalificar por traidor al compañero”. Hay que tener estómago para todo eso, y más si fuere necesario, con tal de llegar a asesor, a concejal, a diputado, a senador.
Estamos entrando de este modo en la “etapa brava” de la construcción política, en la de medirse con “los iguales” de la selva y es aquí en donde la mayoría se queda en el camino. ¿Por qué? Razones hay varias, pero siempre rondan alrededor de la inteligencia y de la capacidad de volar en las alturas, sin embargo, ¡eso no es lo más importante! Ahora, lo más importante es la Plata. Sin plata grande, no se avanza en ningún lugar del mundo en el campo político. Una campaña bien organizada para Presidente en Argentina, puede llegar a costar de 25 a 50 millones de dólares, de ahí para abajo, cada puesto de importancia de poder en el gobierno tiene un costo y un precio muy cotizado para ascender a él. ¿Desde dónde sale ese dinero? Y es aquí el lugar, donde muchos no entienden nada cuando intentar hablar de política, es el momento de articular, de negociar con los grandes poderes hegemónicos empresariales y además, llegar a "convencerlos", que si invierten, no han de ser afectados sus intereses. Esta parafernalia terrorífica que se “cocina entre bambalinas” la mayoría de la gente lo ignora y por ello no pueden llegar a explicarse la mayoría de las veces, lo que en la realidad sucede, cuando sucede. Un mundo sucio, compuesto por gente sucia, que hace cosas sucias.
Por todo ello, he querido explicar de manera muy superficial la estructura del Poder y la manera de cómo se llega a él. Quién lo vea o perciba de otra forma, (desde mi modesto punto de vista) es posible que no entienda, ni sepa nada de política, así que no vale la pena discutir con él. ¡No hay que perder el tiempo, no lo entenderá nunca y dirá que usted es un ignorante imbécil!
Ahora bien, voy a responder a muchos compañeros que de buena fe me invitan a participar, porque generosamente creen que pudiera ser útil y podría aportar algunas ideas. Con todo respeto les respondo: Un hombre de mi edad, por más sabiduría que creyere tener, no puede ser tan ingenuo de pensar que ahora, las cosas pudieran ser distintas o diferentes a lo que verdaderamente son, por lo tanto, creo que ya se me pasó el tiempo de querer subir al Aconcagua. ¡Si quieren, con mucho gusto, los acompaño hasta Mendoza, pero me quedo esperándolos en el hotel! ¿Entendido?
¡Ese es el preciso momento, en que ha llegado a ser un político exitoso!
Por lo tanto, la primera etapa está cumplida. Ahora llegan las ofertas, las propuestas, los que andan en busca de “punteros” en las bases, de acarreadores a los grandes actos y es el momento que ya empieza el diálogo con "los posicionados", es decir con los alcahuetes cercanos al poder de turno. Entran a realizarse las primeras transacciones espurias con “vueltos”, lo que se llamaría la parte sucia de la política criolla que nadie puede escapar, pues es necesario el financiamiento para movilizar gente y disponer de efectivo para gastos varios. ¡Ha llegado el momento de la representatividad, del “puesto para poder cumplirle a la gente” y la lucha se transforma, ahora es entre pares, entre “vivos” que también se sienten “llamados”. ¿Quién mueve más, quién acarrea más, quién llena más colectivos, quién tiene más banderas, quién pone más carteles, quién los hace más grandes? Se transita por el rin, por el cuadrilátero de la política, ya no están en juego los problemas de la gente, los que antes fueron ideales, los dolores de las madres que no pueden poner un plato de sopa caliente sobre la mesa, ahora es el momento de trepar, de pisar cabezas, de “tranzar y descalificar por traidor al compañero”. Hay que tener estómago para todo eso, y más si fuere necesario, con tal de llegar a asesor, a concejal, a diputado, a senador.
Estamos entrando de este modo en la “etapa brava” de la construcción política, en la de medirse con “los iguales” de la selva y es aquí en donde la mayoría se queda en el camino. ¿Por qué? Razones hay varias, pero siempre rondan alrededor de la inteligencia y de la capacidad de volar en las alturas, sin embargo, ¡eso no es lo más importante! Ahora, lo más importante es la Plata. Sin plata grande, no se avanza en ningún lugar del mundo en el campo político. Una campaña bien organizada para Presidente en Argentina, puede llegar a costar de 25 a 50 millones de dólares, de ahí para abajo, cada puesto de importancia de poder en el gobierno tiene un costo y un precio muy cotizado para ascender a él. ¿Desde dónde sale ese dinero? Y es aquí el lugar, donde muchos no entienden nada cuando intentar hablar de política, es el momento de articular, de negociar con los grandes poderes hegemónicos empresariales y además, llegar a "convencerlos", que si invierten, no han de ser afectados sus intereses. Esta parafernalia terrorífica que se “cocina entre bambalinas” la mayoría de la gente lo ignora y por ello no pueden llegar a explicarse la mayoría de las veces, lo que en la realidad sucede, cuando sucede. Un mundo sucio, compuesto por gente sucia, que hace cosas sucias.
Por todo ello, he querido explicar de manera muy superficial la estructura del Poder y la manera de cómo se llega a él. Quién lo vea o perciba de otra forma, (desde mi modesto punto de vista) es posible que no entienda, ni sepa nada de política, así que no vale la pena discutir con él. ¡No hay que perder el tiempo, no lo entenderá nunca y dirá que usted es un ignorante imbécil!
Ahora bien, voy a responder a muchos compañeros que de buena fe me invitan a participar, porque generosamente creen que pudiera ser útil y podría aportar algunas ideas. Con todo respeto les respondo: Un hombre de mi edad, por más sabiduría que creyere tener, no puede ser tan ingenuo de pensar que ahora, las cosas pudieran ser distintas o diferentes a lo que verdaderamente son, por lo tanto, creo que ya se me pasó el tiempo de querer subir al Aconcagua. ¡Si quieren, con mucho gusto, los acompaño hasta Mendoza, pero me quedo esperándolos en el hotel! ¿Entendido?
Nestor Bellini :(ME LO
MANDO CARLOS LUNA.)
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