El filósofo José Pablo Feinmann
aprovechó su programa de radio para opinar sobre la gestión de la Presidente y
la percepción de parte de la sociedad sobre la mandataria. Aquí; algunos
fragmentos de sus declaraciones.
“Usted, Señora, que no la
tolera, que no la puede ver más, que no la aguanta más: usted no la tolera
porque… usted no sabe si
robó o no robó, porque realmente ese patrimonio… ella podría demostrar
muy fácilmente que hay otros
patrimonios en la República Argentina que se han multiplicado muchísimo más y que bastaría darse
una vuelta por la Sociedad Rural para ver cómo se han multiplicado esos
patrimonios.
Pero lo del patrimonio es una
excusa: usted la odia. Yo
creo que la odia porque encuentra en ella cosas de las que usted carece y en
lugar de admirarla, porque cuando una persona tiene cosas de las que uno
carece, uno puede hacer dos cosas: o llenarse de odio, de envidia y de resentimiento y odiar a esa
persona, porque su mera existencia demuestra mi mediocridad, porque su mera
existencia es la muestra palpable de mi mediocridad, entonces la odio.
O puede admirarla. (….)
Entonces yo creo que usted que
odia tanto, señora, a Cristina Fernández, es porque posiblemente no esté contenta con su vida, posiblemente no
haya hecho la carrera que quiso hacer, posiblemente se dé cuenta de que no tiene la inteligencia que ella tiene,
ni podría hablar en las Naciones Unidas como hace ella sin leer un solo
papelito e, hilando de un modo realmente deslumbrante
Otra cosa que les da mucha
bronca es que no es una viejita, no
está fulera, no es un bagayo, es una señora de 58 años, pero usted
también vio fotos de cuando era jovencita, una morocha argentina muy linda, y
hoy sigue siendo una mujer atractiva.
Es decir, más precisamente que
una mujer atractiva, es una mujer. Porque
hay mujeres que no son mujeres, son políticas. Si usted la ve a la
alemana (Angela) Merkel yo no le veo mucha femineidad, qué quiere que le diga.
Veo a una alemana decidida a llevar a su país otra vez al poder sobre la pobre
Europa.
En cambio Cristina Fernández
tiene una base tan atractiva que hasta puede ser tapa erótica de revista diagramada por, no digo enfermos
mentales, pero bueno, onanistas
compulsivos, digamos, que se excitan mucho con ella y la idealizan, como
salió en esa tapa.
Con usted no creo que
pudieran hacer esa tapa, seguramente no, porque pocas
mujeres tienen la base de belleza como para que se haga con ellas una tapa
excitante.
Después creo que le da mucha
bronca porque, ¿qué hace esta mujer en la presidencia de la República? Eso
siempre fue cosa de hombres, las
mujeres tienen que estar en el hogar, llevar los chicos a la escuela,
atender al marido… ¿y esto qué es? Es una intrusión.
Digamos que esto le pasa a una
mujer. ¿Qué le pasa a un tipo?
Bueno, al tipo peor, mucho peor,
el tipo tiene un odio tremendo porque sabe que esa mujer es imposible para él.
Por ejemplo, para usted,
digamos, eso que José Ingenieros llamó alguna vez “el hombre mediocre”, veamos mujeres imposibles para usted:
Charlize Theron, Scarlett Johansson, Marta Argerich, Hiromi Uehara, esa belleza
japonesa, la chica esta que hizo el Cisne (negro), Natalie Portman y Cristina
Fernández, mi querido amigo, es imposible para usted.
Para usted es tan
imposible Charlize Theron o, si viviera, Marilyn Monroe, como Cristina
Fernández.
Está totalmente alejada de sus
posibilidades.
Y no sólo eso, usted sabe que
está totalmente alejada de sus posibilidades porque es brillante, porque hizo una carrera política brillante,
hizo una carrera más brillante que la mayoría y que todos los políticos que
están en acción en este momento.
Sé que me va a costar lo que
estoy diciendo pero cuando una llega a convencerse de algo lo tiene que decir
pero tratando de fundamentarlo. Si uno da los fundamentos racionales por
los cuales dice algo, usted me tiene que respetar. Entonces, yo
creo que esta lejanía absoluta de la presidenta de la Nación a usted lo pone
mal. Porque usted cree que todas las minas tendrían que tirarse a sus pies
Y sabe que ésta no se va a tirar nunca a sus pies,
ni sabemos, no creemos que se tire a los pies de ningún hombre porque se
auto sostiene y éste es el segundo punto: ¡Qué indignación! Que una mujer sea
sustantiva en sí misma. ¿Desde cuándo las mujeres se valen por sí mismas, qué
significa esto?
Es una alteración total del
desarrollo universal de las relaciones entre hombres y mujeres. Las mujeres
dependen de los hombres y tienen que seguir así, en cambio, esta yegua nos grita, nos levanta el
dedo, nos señala, no puede ser, hay que terminar con esto, tiene que irse.
Esto a usted lo pone muy mal.
Lo pone muy mal que una
mujer más inteligente que usted, que la
mayoría de las mujeres, que la mayoría de los tipos que andan por ahí, de los
machos que se reúnen y que están acostumbrados a hablar de las mujeres entre
insultos y bajezas…
De pronto tiene una a la cual
van a poder insultar todo lo que quieren pero no la van a tocar, no le van a
llegar. Se van a quedar permanentemente insatisfechos.
Es una de las más grandes
insatisfacciones la de saber que por más que uno insulte a alguien no lo va a
poder ni rozar.
Entonces eso lo llena de odio y
no quiere ser gobernado por una mujer.
Menos por una mujer que es una
mina, que es inteligente, que es brillante y que usted sabe en algún punto
donde la verdad ya no la puede ocultar, que es superior a usted. No por casta
social, no, no, intelectualmente. No todos somos iguales intelectualmente (…)
Ahora, lo que usted quería era
ser superior a las mujeres durante todo el transcurso de su vida”.
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