Hace 50 años, la imagen de La Moneda en llamas y la
noticia de la muerte de Salvador Allende, el primer socialista en llegar al
poder por los votos y no por las armas, dieron la vuelta al mundo.
Ambas se
convirtieron en íconos del quiebre de la democracia en Chile y el comienzo de
un régimen militar que duró 17 años y dejó decenas de miles de víctimas, entre
ellas casi 3.000 muertos y desaparecidos.
Pero el palacio
presidencial chileno no fue el único blanco del feroz ataque aéreo perpetrado
por las Fuerzas Armadas durante el golpe militar liderado por Augusto
Pinochet.
“¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los
trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi
sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una
lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, dijo
Allende en una de sus frases más recordadas.
Salvador Allende
pronunció su último discurso alrededor de las 9 de la mañana del 11 de
septiembre.
El 11 de septiembre de 1973, ocurrió un golpe de Estado en Chile que derrocó al presidente electo
Salvador Allende y dio inicio a una dictadura militar que duró hasta 1990. El
golpe fue liderado por el General Augusto Pinochet y respaldado por las Fuerzas
Armadas chilenas y la CIA de Estados Unidos.
El golpe de Estado
se llevó a cabo tras una creciente polarización política en Chile, con Allende
liderando un gobierno socialista que había nacionalizado industrias clave y
enfrentaba problemas económicos y descontento. Las Fuerzas Armadas, preocupadas
por la dirección del país, tomaron el control en un violento golpe militar.
Tras el golpe, se
instauró un régimen autoritario en el que se violaron sistemáticamente los
derechos humanos. Miles de personas fueron detenidas, torturadas y ejecutadas,
y muchas más fueron exiliadas. La dictadura de Pinochet también implementó
políticas económicas neoliberales que transformaron la economía chilena, pero a
costa de aumentar la desigualdad.
Los militares habían
terminado con éxito su primera operación. A partir de ese momento, los chilenos
sólo podrían escuchar las transmisiones de las Fuerzas Armadas. Se inicia uno
de los procesos más sangriento y nefasto que más tarde en 1976 lo continuarían
los militares en Argentina, siendo parte del “Plan Cóndor” realizado en América
Latina, “nadie se debería atreverse a cuestionar la verdad oficial, esa
historia hegemónica que, a estas alturas, les acomoda a todos.” Excepto los
silencios selectivos de medios periodísticos e Historiadores, que comulgan con
la derecha cipaya y como casi dos décadas atrás acallaron los hechos del
bombardeo a la Plaza de Mayo en Buenos Aires un 16 de septiembre de 1955.
El 11 de septiembre de 1973 es un día registrado con tristeza en la historia de Chile debido a las
consecuencias devastadoras del golpe y la dictadura que le siguió. Finalmente,
Chile recuperó la democracia en 1990, y el país ha trabajado desde entonces
para sanar las heridas del pasado y construir una sociedad más inclusiva y
democrática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario