Como una muestra sarcástica y trágica de la
bancarrota moral del país y de la desvergüenza generalizada, se presenta usted
postulando su candidatura a la Presidencia de la Nación y reclamando el voto de
los argentinos. Lo hace con su conciencia entenebrecida y con sus manos todavía
empapadas en la sangre de los Mártires de Junio: de mi padre, el General de
División JUAN JOSÉ VALLE; de muchos de otros camaradas suyos; de los asesinados
por la espalda en los basurales de José León Suárez; lo hace cuando aún no se
han secado las lágrimas de las viudas, de las madres, de los hijos, de los
hermanos, de esos patriotas que Vs. Fusiló y asesinó porque querían, con pasión
argentina, alma limpia y mirada visionaria, evitarle a nuestra Patria –por la
aberración, también la suya- el grado de humillación, de caos y de vergüenza en
que ha sido sumida por Vd. Y por los que vinieron detrás suyo en complicidad
prestablecida. Sobre su conciencia de Caín pesa esa sangre de patriotas y esa
humillación a la República; lo mismo que pesa el hambre, la miseria y el
desamparo de millones de argentinos.
Una “Ley de Amnistía” tramposa lo salvó a Vs. de
purgar esos delitos, porque estableció arbitrariamente que ni siquiera podría
acusarse, ni abrirse proceso, ni formularse denuncias. Pero si Ud. Escapó de
ese modo a los Tribunales de Justicia, ha sido condenado, en cambio,
inapelablemente en la conciencia insobornable y en el corazón de millones de
argentinos.
Se presenta Vd. Ahora como Paladín de la Paz,
mediante publicidad millonaria que el Pueblo sabe quien paga (Bemberg Segba,
Bunge y Born, etc) Y yo digo que la paz que Vd. promete no es otra Paz de los
Sepulcros. Que el “orden” que Vd. Puede asegurar es el “orden” que aseguran los
tiranos. POR EL TERROR Y EL CRÍMEN. Que la “legalidad” que Vd. Promete es la
que de un plumazo DERRIBÓ LA CONSTITUCIÓN, creó los tribunales de guerra y las
comisiones especiales; implantó y aplicó fríamente la PENA DE MUERTE, prohibida
por la Constitución, y FUSILÓ SIN JUICIOS PERVIO NI SUMARIO. La “legalidad” que
Vd. promete es la que Vd. inauguró y que sigue imperando: la de los decretos
leyes 4161; 2713; etc; para amordazar al Pueblo; la de la proscripción cívica
de millones de argentinos; la que limita y niega derechos a los humildes y
anula elecciones cuando sus resultados son adversos a sus intereses; la
“legalidad”, en fin, del embudo al servicio del privilegio y en perjuicio del
Pueblo. Vd. continuará la traición que Vd. mismo inició y que no ha cambiado,
que consiste que por un mismo hecho se fusile a sus autores si son verdaderos
patriotas que luchan por la liberación y por el Pueblo; o se los mande a sus
casas y se les imponga penas leves y simbólicas si sus “rencillas” responden a
otras causas. Esto es lo que le espera al país y a los argentinos –en especial
a los humildes- si Vd. vuelve. POR ESO NO PUEDE VOLVER, por poderosas que sean
las fuerzas antipopulares y antinacionales que lo apoyan. Porque no se han
secado todavía ni la sangre de sus víctimas ni las lágrimas de sus familiares.
PORQUE EN CADA CEMENTERIO HAY UNA TUEMBA DE UN ARGENTINO ABIERTA POR SUS MANOS.
Y aunque una vez más le haya sido velada al Pueblo la libertad de expresarse,
elegirá cualquier camino menos el suyo. Porque ya sabe que el suyo es un camino
tenebroso de sangre, de humillación y de dolor. Porque ya sabe que solo la
antipatria y el odio podrán poner en las urnas su boleta. El pueblo no lo hará,
y UD. NO VOLVERÁ JAMÁS A ENSANGRENTAR ESTA TIERRA.
JUNIO DE 1963.
SUSANA VALLE
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