miércoles, 4 de enero de 2017

A Dios rogando, a las Masas dando.

                 
Chorrillo negro, un pueblo perdido,  -  debajo el famoso manto de carbón - , en el Condado de Alta Cruz, país del sur.
Perdido el orgullo, perdido el futuro, de silencios, de ausencias y olvidos, tristes montes y soledad. País con muchas  historias, pueblo sin raíces auténticas, enredaderas múltiples de orígenes y razas montañas gastadas, otras eliminadas por el tema de la electricidad.
Divididos y sin dar batalla te fuimos perdiendo, pueblo, condado país. Por el mal uso de la política o por no saber apreciar lo importante que es el sistema democrático. Por nuestros egos, envidias, taras y miserias. Por no saber amar, por no practicar la tolerancia. Porque en definitiva no nos dimos cuenta que estamos enfermos. Siempre se sospechó que se encubrían intereses económicos y sociales, y el escepticismo era tan intenso que, a pesar de ser para nosotros  valores supremos y por el hecho de que éstas se prestan a tan mal uso,- pocas veces utilizó palabras como "libertad", "verdad" y "justicia" en proporción a cuanto se las menciono- . Creímos, creímos y creímos, el creer fue nuestro credo.  
Hoy tenemos dos grandes facciones  “Los Mejoristas”  y “Los Peoristas”. Los primeros llegaron al poder para mejorar el sistema y el funcionamiento del Estado, en definitiva para gobernar mejor que los salientes Peoristas .En el medio los “Mas o Menos” (la ancha avenida del medio) especulando con iguales o mejores roscas (Dona –tivos) Dona, rosca gringa.
“No es sano estar perfectamente adaptado a una sociedad profundamente enferma.” (Krishnamurti)
Lo digo desde el lugar de “en recuperación” porque me hago cargo que me fui enfermando con los años .Tal vez me aquejen otros conflictos menores, pero considero que son inofensivos al lado de egos virales, intolerancias contagiosas, envidias cancerígenas etc.
Si consideramos que es normal en una sociedad con más de 33 años de democracia tres personas trabajen o produzcan para mantener a 7, y si consideramos que la mitad de los que trabajan lo hacen para el estado. A tener en cuenta como son los trabajadores del estado (no todos). Entonces reflexionemos, estamos en problemas.
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. “Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso mi querido amigo es el fin de cualquier Nación.”
“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”. Dr. Adrián Rogers, 1931
Por estos días los Mejoristas han empeorado las cosas y los Peoristas quieren ser Mejores, pero para hacer la masa hay que juntar la harina el agua el aceite o grasa,  más la levadura Una vez junta y solo así se hará la masa y recién podremos hornear para hacer el pan. Esto, debido a que estamos enfermos, todavía no sucede y se apaga el fuego, se seca el agua y la harina se la lleva el viento.
¿Qué quiere decir Marx cuando habla de enajenación (o alienación)? La esencia de este concepto, que Hegel fue el primero en elaborar, es que el mundo (la naturaleza, las cosas, los demás, él mismo) se ha vuelto ajeno al hombre. Este no se experimenta a sí mismo como sujeto de sus propios actos, como una persona que piensa, que siente y que ama, sino que sólo se experimenta a sí mismo en las cosas que ha creado, como el objeto de las manifestaciones externalizadas de sus poderes. Sólo establece contacto consigo mismo sometiéndose a los productos creados por él.
Hegel, tomando a Dios como sujeto de la historia, veía a Dios en el hombre en estado de auto-enajenación y en el proceso histórico vio el retorno de Dios a sí mismo.
Feuerbach volteó a Hegel al revés; Dios, según Feuerbach, representa los poderes específicos del hombre transferidos de éste, su legítimo propietario, a un ser fuera de él, de tal manera que el hombre no está en contacto con sus propios poderes más que a través de su adoración a Dios. Mientras más fuerte y rico sea Dios, más débil y mísero se vuelve el hombre.
Digamos que el poder reemplaza a dios en muchos casos y se refresca la idea del  *teorema de “Baglini”
*En la Argentina se denomina teorema de Baglini a un concepto que sostiene que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder. Fue enunciado en 1986 por Raúl Baglini.”
Marx fue hondamente estimulado e influido por el pensamiento de Feuerbach. En sus Manuscritos Económicos y Filosóficos (1844), Marx procedió del fenómeno de la enajenación religiosa al de la enajenación del trabajo.
Paralelo al análisis de Feuerbach sobre la enajenación religiosa, Marx escribió: "el trabajador va volviéndose más pobre a medida que produce más riqueza y a medida que su producción crece en intensidad y extensión". A tener en cuenta la robotización en el sector industrial y la digitalización en otros tantos sectores.
Algunos párrafos más adelante, afirmó: "Todas estas consecuencias se derivan del hecho de que el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño a él, enajenado. Sucede exactamente como en la religión: mientras más de sí mismo atribuye el hombre a Dios, menos conserva para sí. El trabajador pone su vida en el objeto, y entonces su vida ya no le pertenece más a él sino al objeto. Por lo tanto, mientras mayor sea su actividad, menos poseerá La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se vuelve un objeto que asume una existencia externa, sino que existe independientemente, fuera de él, y que se opone a él como un poder autónomo. La vida que el trabajador ha dado al objeto se dirige en su contra como una fuerza ajena y hostil"
 (Manuscritos económicos y filosóficos).
Pero, continua Marx: "la enajenación no sólo aparece en el resultado de la producción sino también en su proceso, dentro de la propia actividad productiva" (Manuscritos económicos y filosóficos).
Y: "Así como en la religión la actividad espontánea de la fantasía humana, del cerebro y corazón del hombre, reacciona independientemente como una actividad ajena de dioses y demonios sobre el individuo, asimismo la actividad del trabajador no es su propia actividad espontánea"
(Manuscritos económicos y filosóficos).
Del concepto del trabajo enajenado, Marx pasa al concepto de la enajenación que de sí mismo, de sus semejantes y de la naturaleza sufre el hombre. Fundamentalmente, le preocupa la enajenación que aparta al hombre de la vida, de sí mismo y de sus semejantes: "El trabajo enajenado convierte así la vida del hombre como especie, y también la naturaleza como su propiedad mental, en un ser ajeno y en un medio para su existencia individual. Una consecuencia directa de la enajenación que desliga al hombre del producto de su trabajo, de su actividad vital y de su vida como especie, es que el hombre se enajena de los demás hombres. En términos generales, la afirmación de que el hombre está enajenado de su vida como especie significa que cada hombre está enajenado de los demás, y que cada uno de éstos, a su vez, está enajenado de la vida humana".
En "La ideología alemana", Marx escribió: "En tanto exista una división entre el interés particular y el interés común del hombre, sus propios hechos se convierten en una fuerza extraña a él, que lo esclaviza en lugar de estar controlado por él. ... Esta cristalización de la actividad social, esta consolidación de lo que nosotros mismos producimos para hacer de él un poder objetivo que se eleva por encima de nosotros, que va creciendo hasta quedar fuera de nuestro control, que frustra nuestras esperanzas y malogra nuestros planes, es uno de los principales factores en el desarrollo histórico hasta la fecha." He aquí algunas de las muchas afirmaciones que aparecen en "El capital" sobre la enajenación:
"En las labores manuales y en las artesanías, el trabajador utiliza un instrumento; en la fábrica, la máquina utiliza al trabajador. En el primer caso, los movimientos de los instrumentos de trabajo proceden de él. En el segundo, él tiene que seguir el movimiento de las máquinas. En la manufactura, los trabajadores forman parte de un mecanismo vivo; en la fábrica funciona un mecanismo inanimado independiente del trabajador, quien acaba por ser un simple apéndice vivo de dicho mecanismo."
Como "la" enfermedad fundamental del hombre necesariamente se inicia con la aparición de la división del trabajo y sólo puede curarse cuando ha llegado a su punto máximo, ya que no puede vivir como un hombre totalmente enajenado y permanecer mentalmente sano, el socialismo es la solución; el hombre se vuelve el tema consciente de la historia, se experimenta a sí mismo como centro y sujeto de sus potencialidades, y así se emancipa de la esclavitud a las cosas y a las circunstancias.
El aspecto en el cual coinciden Marx y Freud en su concepto del hombre sano es el de la independencia. Pero el concepto de Marx trasciende al de Freud, ya que la independencia freudiana es limitada; el hijo se independiza del padre al incorporar su sistema de mandatos y prohibiciones; lleva la autoridad paterna dentro de sí e indirectamente sigue siendo obediente del padre y dependiente de él y de las autoridades sociales, a las que también obedece y respeta. Para Marx, la independencia y la libertad están arraigadas en el acto de la autocreación. Según Marx, libertad e independencia no eran sólo independencia económica y política en el sentido del liberalismo, sino la realización positiva de la individualidad, o sea si no sólo es "libre de" sino también "libre para". Su concepto de socialismo era justamente el de un orden social que sirve para la realización de la personalidad individual.
Creo que el hombre debe liberarse de las ilusiones que lo esclavizan y lo paralizan, que debe cobrar advertencia de su realidad tanto interior como exterior para poder crear un mundo que no necesite de ilusiones. La libertad y la independencia no podrán lograrse hasta que se rompan las cadenas de la ilusión.
Creo que hoy sólo existe un problema fundamental: el problema de la guerra y de la paz. El hombre es capaz de destruir toda la vida que existe sobre la Tierra o de destruir toda la vida civilizada y los valores que subsistan entre aquellas personas que sobrevivan y de construir una organización totalitaria y bárbara que regirá lo que quede del género humano. Estar alerta de este peligro y trasponer las palabras de doble sentido utilizadas para impedir que el hombre vea el abismo hacia el cual se dirige es la obligación única, el mandamiento moral e intelectual que el hombre tiene hoy que respetar. Si no lo hace, todos seremos destruidos.
Si todos perecemos en un holocausto nuclear, no se deberá a que el hombre no fue capaz de tornarse humano, ni a que era inherentemente malo; se deberá a que el consenso de estupidez le ha impedido ver la realidad y actual de acuerdo con la verdad.
Creo en la perfectibilidad del hombre, pero dudo que logre esta alta meta, a menos que despierte pronto.

Andrés Peebles

Basado en Síntesis de Luisa Fernanda  Lassaque de  “Las cadenas de la ilusión”  Erich Fromm



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