LPO Macri ordenó
avanzar a fondo y cree que es un fuerte gesto de poder. La negociación con
Lorenzetti.
Mauricio Macri está eufórico por la
suspensión del camarista Eduardo Freiler, que el oficialismo consiguió tras
una polémica maniobra en el Consejo de la Magistratura que contó con una ayuda
invalorable de Ricardo Lorenzetti, que tenía la llave para bloquear la jugada
pero decidió guardarla.
La caída de Freiler se empezó a consumar con la decisión del
juez Lavié Pico de cesar en sus funciones al consejero kirchnerista Ruperto
Godoy, pese a que no tiene sentencia firme en su contra. El macrismo vio la
veta para meter la discusión sobre Freiler y lograr suspenderlo ya que tendría
los dos tercios de los votos si postergaba la asunción de Juan Mario Pais, el
reemplazante del sanjuanino.
La decisión de avanzar la tomó el propio Macri. Según
confiaron a LPO fuentes al tanto del tema, el Presidente llamó anoche a todos
los consejeros oficialistas y les ordenó que echen hoy mismo a Freiler.
"Vayan a fondo, quiero que lo echen", les ordenó. El pedido más
directo fue para Juan Bautista Mahiques, quien hoy se encargó de pedir la
alteración del orden del día para adelantar la suspensión del camarista, lo que
provocó la furia del kirchnerismo.
En paralelo al pedido de Macri a sus consejeros, hubo una
negociación de alguien de muy alto rango del Gobierno con Lorenzetti para que
acepte demorar la jura de Pais y le dé tiempo al macrismo de votar el juicio
político a Freiler. A la luz de los hechos de esta mañana, el presidente de la
Corte Suprema cumplió con el pedido y le tomó juramento al senador chubutense
pasado el mediodía.
Los consejeros macristas Cabral, Moldes y Mahiques
La negociación con Lorenzetti fue de alguien de muy alto
nivel porque del otro lado la presión la ejercía nada menos que Miguel
Pichetto, una suerte de representante institucional del peronismo. El
rionegrino también llamó a la Corte y en paralelo intimó a la presidenta del
Consejo de la Magistratura, Adriana Donato, para que no inicie el plenario sin
Pais.
"Anoche fue una guerra total, una pelea muy fuerte de
Cambiemos y el peronismo", dijeron a LPO desde el oficialismo.
Por la presión de Pichetto, Mahiques también tuvo que
intervenir para contener a Donato, que amagó con bloquear el pedido de Macri
cuando supo que el peronismo la
iba a denunciar penalmente. El consejero del Poder Ejecutivo tiene una
relación de cercanía con la abogada y logró que aceptara abrir el plenario sin
Pais. Le aseguró que la denuncia del peronismo no tiene posibilidad de
prosperar porque más allá de la polémica política, la maniobra no tiene
implicancias judiciales.
La última traba que tuvo el Gobierno fue convencer a los
consejeros del radicalismo, que no saber nada con avanzar de esa forma para no
generar una crisis con el peronismo. Fuentes del Ejecutivo admitieron que la de
ablandar a los radicales fue una de las más difíciles, y que les costó
demasiado.
El plenario de la Magistratura terminó en escándalo. La
reacción de los kirchneristas Tailhade y Godoy
En el macrismo admiten que los radicales tenían algo de
razón y el clima se complicará mucho en la Magistratura. "Va a ser
irrespirable y se va a trabar todo", afirman, y reconocen que echar a otro
juez va a costar mucho o, directamente, será imposible.
Macri eufórico
"Quiero felicitar a los consejeros de la magistratura. Por este camino vamos a lograr cada vez un país más confiable. La suspensión de Freiler es un paso adelante enorme hacia la Argentina de la seriedad, hacia el fin de la impunidad, a que realmente volvamos a creer en nuestras instituciones", festejó Macri este mediodía en una conferencia junto al titular del Banco Mundial.
Macri eufórico
"Quiero felicitar a los consejeros de la magistratura. Por este camino vamos a lograr cada vez un país más confiable. La suspensión de Freiler es un paso adelante enorme hacia la Argentina de la seriedad, hacia el fin de la impunidad, a que realmente volvamos a creer en nuestras instituciones", festejó Macri este mediodía en una conferencia junto al titular del Banco Mundial.
El presidente cree la suspensión de Freiler es un fuerte
gesto de poder y un empuje definitivo a su plan de echar a los jueces
corruptos, que como
reveló LPO se aceleró tras la elección del domingo. Macri se había
tomado personal el caso del camarista y presionó como nunca para que logren
correrlo.
Al interior del Gobierno creen que simbólicamente el caso de
Freiler es el más importante para cumplir ese objetivo, por el cargo que tiene
y por los casos de presunta corrupción de los que se lo acusa. Dicen que es un
símbolo de la corrupción en la justicia y no hay ningún otro juez tan
emblemático para desplazar. Sin contar el rédito que podría darle que deje de
trabar causas vinculadas al kirchnerismo.
Además de lo que significa en términos políticos, en la
Rosada destacan que con la salida de Freiler dieron una demostración de poder
muy fuerte al interior del sistema judicial y enviaron un mensaje claro. Esto
es, que se pueden cargar a alguien importante y que para eso tienen respaldo de
la Corte.
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